QUECHEMARIN
“MARÍA” PORTUGALETE 1859
Si hacia mediados del siglo XIX,
la navegación de cabotaje iba despareciendo día a día de nuestras costas,
siendo sustituidos los quechemarines por vapores, esto repercutió en la mejora
de las relaciones comerciales, así como
en el recorte de la duración de los viajes y mejoraría la conexión entre los
puertos de Baiona y Santander con el de Bilbao.
Si en esas circunstancias en el
Abra la aparición de los vapores remolcadores, fueron una fuerte competencia para
las lanchas de lemanaje, es interesante la reflexión y petición al Ministerio de
Fomento que surgió a raíz del naufragio del quechemarín español “María “sucedido
el 15 de marzo de 1859. Estando capitaneado por el Sr. Beascolanda, y procedente
de Mundaca en lastre varó en la playa de Portugalete. Naufragio del que se
salvó la tripulación y posteriormente el buque con su mercancía.
“No pasa un mes sin que tengamos
que deplorar nuevos desastres en nuestra barra y río, aunque tanto repitamos el
mal estado en que una y otro se encuentran esperamos a fuerza de tanto insistir
puedan llegar nuestras quejas al Ministerio de Fomento o de la Marina para que
se apiade de la situación de nuestro puerto.
Si nuestra barra nos se hallase
con un estrecho canal, por el que irremisiblemente han de atravesar todos los
buques que entran o salen del puerto, rodeados de bancos de arena que cada día
la angostan más y más, es bien seguro que el quechemarín “María“ no hubiera
sufrido percance alguno, porque aquel paso es ya un escollo aún para las naves de
pequeño cabotaje, a cuya clase pertenece el buque a que nos referimos, y a las
que no asistiendo en la pleamar, se ofrecen riesgos que solo son conocidos de
los marinos que frecuentan nuestro puerto o de los prácticos lemanes o
boliceros que viven, por así decirlo, sobre la barra…
Lo que ansiamos, así como todo
comercio bilbaíno es que se haga algo en la barra que ponga a las naves a
cubierto de la inseguridad, y también que nuestro río no ofrezca tantos
escollos como hay que evitar a fuerza de cuidado” Irurac
bat, 17 de marzo de 1859
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
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