¡SORPRESA! UNA PERLA

¡Cáspita! exclamamos al unísono Asun y yo cuando el pasado día 30, a cuenta de celebrar en Santurtzi el cumpleaños de Lorea, y al preparar la comida preferida de los “peques”, arroz con txirlas, descubrimos en una de las almejas japonesas, con esta denominación y precio fueron compradas, un objeto redondo de color negro, que no era otra cosa que una perla.

Lo primero que hicimos fue fotografiarla, y seguidamente comprobar si en el resto de las almejas encontrábamos una segunda perla y porque no una tercera también, cosa que no sucedió.

En principio tanto Asun como yo hicimos un pacto de silencio de que durante la jornada cumpleañera no comunicar nada ni a nadie el descubrimiento. No era ocasión de crear falsas expectativas.

Así que hoy bien temprano nos hemos desplazado a Bilbao a una joyería de prestigio, franquicia de la casa Courtier, donde nos han asegurado que la perla en cuestión es auténtica y a su vez de una rareza extrema. Caso único y peculiar.

Con el aval correspondiente y su seguro debidamente cumplimentado, la perla para realizar una valoración exacta ha quedado en su depósito. Para lo cual se han comprometido en enviarla a la casa matriz de Londres.

 A espera de la confirmación, su valor aproximado se estima en cinco cifras.

Durante el día de hoy, esta tarde, y por alguna filtración ya son varios medios de comunicación que se han puesto en contacto con nosotros, pero lo que tenemos claro es el no facilitar el lugar de compra de las almejas japonesas, no antes de hablar con los responsables del establecimiento, y negociar el porcentaje de publicidad. Importe que por supuesto destinaríamos a una ONG.

Así que, hoy toca hacerlo público,  con la esperanza  que se cumpla la mejor de las tasaciones, y con ello  poder invitaros a una paella para festejar esta suerte de lotería, en la que no podrán faltar las txirlas. Para Edurne, Naroa y Manu  doble ración.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales