sábado, 16 de noviembre de 2024

TRIENIO LIBERAL 1820/1823 LAS MILICIAS EN PORTUGALETE

 

TRIENIO LIBERAL 1820/1823

LAS MILICIAS EN PORTUGALETE



La Milicia Nacional Voluntaria fue la institución creada para preservar el liberalismo revolucionario, la cual tuvo desde sus inicios diferentes criterios de organización y en algunos casos con la oposición de Ayuntamientos y Diputaciones. Más notorio cuando a mediados del año 1822 el enfrentamiento entre liberales moderados y exaltados fue notorio. Por otra parte, a la vez que surgían los enfrentamientos armados con los seguidores del rey Fernando VII y se gestaba la entrada en España de los Cien Mil Hijos de San Luis, la Milicia fue la única fuerza de choque con garantía de la defensa del régimen liberal.

El primer documento encontrado sobre la formación de las milicias en Portugalete es una carta que desde el Ayuntamiento Constitucional de Portugalete se dirige a la Diputación Provincial de Vizcaya con fecha de 11 de enero de 1821, en la que se expone que, con la intención de celebrar un alarde, solicitan fusiles, armas de las que carecen. Fueron los solicitantes: José Francisco Urioste, José Benito de Zavalla, Saturnino de Loredo y José Antonio de la Mier:



Este Ayuntamiento Constitucional deseoso de la observación exacta de los Decretos del Soberano Congreso y contemplando instruida bastantemente en el manejo de armas a la mayor parte de los Milicianos del Pueblo, tiene dispuesto la solemnidad del Juramento que debe prestarse para el domingo más próximo 14 del actual mes. Y como para realizarlo con la magnificencia que corresponde a este acto, se necesitan cuarenta fusiles útiles con sus bayonetas y fornituras, pues que los diez aquí existentes, a más de carecer de las unas y de las otras, se reconocen algunos de ellos inservibles. Espera se sirva V.E. franquearlos con una arroba de pólvora que se contempla necesaria al dador ministro de este Ayuntamiento que se destina al intento.

El Ayuntamiento tiene hechos cuantos preparativos están a su alcance y permiten las circunstancias de este pueblo, para que esta función sea celebrada con toda pompa y brillantez, por no incurrir en la menor crítica y siendo la parte más esencial para ella el uso de las armas, no duda que el celo de V.E. acceda a esta solicitud llanamente, aunque sea a calidad de devolverla si fuese necesario” .



Se conoce por la documentación investigada que el número de milicianos en la Villa de Portugalete no era suficiente para formar una Compañía cuyo número necesario era entre ochenta y ciento veinte personas. El jefe de la Milicia activa, era el comandante D. Antonio de Chavarri, graduado de Teniente Coronel del Ejército permanente. Este disponía de un Ayudante, el cual recibía diariamente del alcalde de la Villa la orden para toda la milicia, siendo este Ayudante el responsable de tomar la Plaza de Armas cuando la milicia local tuviera algún servicio de guarnición.

Una vez más la orden y mando de las Milicias Locales no estuvo exenta de controversias entre la alcaldía y el jefe militar o, dicho de otra manera, entre Antonio Chavarri y Félix de la Sota y demás cargos. También destacar que los Mareantes del Puerto y Villa de Portugalete, entre ellos Claudio Castet, solicitaron que no se contara con ellos para formar parte de la Milicia Nacional, con el pretexto de que su labor de Servicio de Conductores de Correo les impedía formar parte de dichas Milicias. Petición que fue desestimada.



Durante el Trienio Liberal, Portugalete a efectos de armas se dividió en seis secciones o partidos, con sus diferentes responsables:

Partido llamado El Cuervo, responsables. D. Eustasio Lejarcegui, D. José de Urioste y D. Cristóbal Gorroño.

Partido llamado de Avaro, responsables: D. Aparicio de Elorriaga, D. Saturnino de Salazar, y D. Gabriel de los Heros.

Partido llamado Campanzar, responsables: D. Roque de Hormaza, D. Francisco de Cabieces y D. Juan de Nicolás.

Partido llamado Calega, responsables: D. Manuel del Valle, D. José de Zavalla y D. Ramón de Butrón.

Partido llamado Pando: D. José de Balparda, D. Saturnino de Loredo y D. Antonio de Zavalla.

Partido llamado Azeta, responsables: D. Pedro de Villar, D. Juan de Bidaurrazaga y D. Genaro de Torrijos.

Con respecto a los uniformes de las Milicias se sabe por consultas de ; José Benito Zaballa, Francisco Borja de Salazar y Eustasio de Lejarcegui, Comandante, Subteniente y Sargento de las Milicia Nacional Legal de la Villa que realizan a la Diputación, que siendo como era, que los propios interesados se confeccionaban los uniformes, estos se hallaban en la duda de que si el uniforme debe de tener vuelta y cuello carmesí o encarnado, puesto que la infantería debe de usarlo de color carmesí, y ellos no quisieran incumplir las disposiciones que tratan al respecto ni faltar al espíritu del Reglamento. Pendiente quedaría la demanda promovida contra la Villa por don Antonio de Elorriaga, maestro sastre vecino de Bilbao, por seis mil reales procedentes de vestuario para la Milicia local encargado por el que fuera Ayuntamiento Constitucional, cuestión que se remitió a la vía judicial.



Por último sobre el suministro a la tropa se conoce que: “El presidente y Ayuntamiento de la Villa de Portugalete, ( Félix de la Sota y Pedro Gorostizabal) el 20 de setiembre del año 1822 señalan a la Diputación, que reducido en el día a los que suscriben, por hallarse el resto ausente, representan a V.E. con el debido respeto, que por órdenes comunicadas al primero por el Señor Jefe Político de la Provincia, debe proceder con toda la actividad y urgencia que se requiere la materia en circunstancia tan amenazante , a fortificar esta villa con arreglo a la demarcación del Ingeniero que se destina.

Que por iguales órdenes debe proveer de uniformes y demás utensilios a la Milicia Voluntaria y Legal, y que para estos gastos y su satisfacción a los plazos que se estipulasen se considera de todo punto indispensable la imposición de un cuarto de libra de carne de vaca por solo el tiempo necesario a cubrir tales obligaciones, limitada exclusivamente y con la calidad de dar cuenta separada de los dos indicados objetos y rendimiento del arbitrio hasta el momento y no más en que alcance a solventarlos.



Es el arbitrio más suave por no gravitar sobre los jornaleros y artesanos que condimentan su comida con tocino y rarísima vez comen carnes proporcionales al mismo tiempo en estas obras ocupaciones útiles que los alejan de criminales empresas a que tal vez la falta ellos podrían inclinar.”  AHFB, AJ00215/061

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

 

 

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