BERA,
CALLE BIDASOA Y VILLA CRUZ ALTA
Bidasoa, nombre de una calle de
Bera, camino principal de entrada a la Villa navarra, y lugar donde la fábrica “Fundiciones
de Vera” se enfrenta cara a cara con la cantera que tan tristes recuerdos guarda
desde el otoño de 1936. Lugares ambos que también pertenecen a la Memoria de la
sublevación franquista.
De los fusilamientos en la
cantera, el pintor Ricardo Baroja nos dejó varios cuadros, uno mencionado en el
libro ”Itinerario sentimental Guía de Itzea” de Pío Caro Baroja, con el título
“En la cantera(1945)”, un claro oscuro sobre táblex, que representa
los fusilamientos que se celebraban a la noche en la cantera Arcaitza de Vera
de Bidasoa, obra impresionante en la que los faros encendidos de una camioneta
iluminan a dos arrodillados atados de espalda, mientras el piquete les apunta.
Con la misma temática se
encuentra publicado en internet, un cuadro que encabeza el artículo, realizado al óleo sobre cartón por Ricardo Baroja con el título de “ Castigo de
incendiarios, 1937” que perfectamente se identifica con los tristes sucesos de
la cantera. Lugar elegido por los militares golpistas, para celebrar con orgía
de sangre los fusilamientos de republicanos mayormente guipuzcoanos, en el
otoño del 36.
Los recuerdos que atesora esta
calle de nombre Bidasoa, es la de cientos de hombres y mujeres que llegaron a
comienzos del siglo pasado al norte de Navarra para trabajar en las minas de
Bortziriak, o bien en “Fundiciones”, los casi mismos que apresuradamente
tuvieron que abandonar la Villa ante el temor represivo de requetés y
falangistas. Entre julio y agosto del año 1936, más de cuatro centenas de
mujeres, hombres y niños precipitadamente abandonaron la Villa. Los hombres,
muchos, al frente a defender a la República, el resto, a su suerte.
Otros, no tuvieron tiempo de
abandonar Bera, vecinos que en algún momento habían vivido en esta dirección,
como Faustino Martínez Urtiaga y Cesáreo Seminario Iraizoz, fueron detenidos y vilmente
asesinados en Iruña en diciembre del oscuro primer año de la victoria
franquista.
Bidasoa kalea, lugar donde se afincaron algunos vecinos que hicieron fortuna en las Américas, y que posteriormente, aprovechando el
auge económico de aquellos pueblos que según tuvieron que abandonar por
necesidad, retornaron al tiempo y se convirtieron en rentistas, invirtiendo parte de su
fortuna en edificar viviendas para alquilarlas a los proletarios que llegaban
en busca de trabajo y futuro.
Echandi Enea, Villa Elisa, Cruz
Alta, son villas construidas con fortunas conseguidas en América y en las minas del entorno . En el caso de Cruz Alta
lugar dondes habitaron los jefes golpistas. La Comandancia la comenzaron a
llamar a partir de julio del 36. Hasta aquí desfilaban uniformados de Pelayos o
Flechas los niños del pueblo, de carlistas o de falangistas. Fue el tiempo de los
desfiles a lo largo y ancho de la calle Bidasoa, misa y desfile los domingos.
Instrucción los días de labor. Multa y cárcel a los díscolos.
En esta villa de nombre Cuz Alta,
construida hacia el año 1925, en el momento del golpe militar vivía, Francisco
Crende Larraburu de profesión comerciante junto a su familia. Había llegado a
Bera hacia mediados del año 1930, a la casa que según él comentaba, la había
mandado construir con dinero que hizo en Argentina.
Francisco, con su familia tuvieron
que abandonar como muchos otros precipitadamente el pueblo, porque las
acusaciones contra él de “colaborador con los rojos, y persona perjudicial para
la tranquilidad y desarrollo normal de la buena causa”, solo le podía garantizar
disgustos. Sin embargo, en setiembre del año 1937, las autoridades militares de
Burgos mandaron archivar su caso, y definitivamente, la familia en conjunto retornó
a Argentina.
La llegada de Francisco
Crende Larraburu a Bera, está unida en la Memoria, con la primera generación de
carabineros que llegaría como consecuencia de los acuerdos del deslinde de la
frontera hispano-francesa (Tratado de los Pirineos 1856/1868). La llegada de
los carabineros ajenos a Navarra, fueron el comienzo de unas relaciones
matrimoniales, y en consecuencia de unos nacimientos, que se irían produciendo
según el puesto en el pueblo en el que estuviera destacado el cabeza de familia.
Antonio Crende Rodríguez, natural
de Villajuste, (Lugo), de profesión carabinero. Estando destacado en el puesto
de Bera, contrajo matrimonio en 1869 con Francisca Larraburu, nacida en Bera el
10 de mayo de 1845. Una hermana de Francisca, Pascualina Clementina Larraburu,
el 14 de noviembre de 1870, contrajo matrimonio con el también carabinero
destacado en Bera, Esteban Alonso Álvarez, natural de la parroquia de San
Lorenzo, (Orense). Antonio y Pascualina, tuvieron al menos estos hijos: Braulia, (Bera, 19 de agosto de 1870), María
Antonia (Eltzaburu/Ultzama. 4 setiembre de 1872), Juan Esteban (Bera, 12
febrero de 1877), Francisco (Urdax 1883) María Nieves (Bera, 6 de agosto de 1886)
…
Francisco Crende, nacido en Urdax el 22 de
noviembre de 1883 partiría en una fecha a concretar a Argentina, lugar donde
conoció a su futura mujer Cecilia Lorenza Recaré Eguren, nacida el 17 de
diciembre año 1894 en Buenos Aires. Tuvieron los hijos siguientes nacidos en
San Sebastián: María Alicia Crende Recaré (5 enero 1927), María Teresa, (15
diciembre 1928), Cecilia Beatriz (21 de febrero 1930), nacido en Bera,
Francisco Javier, (19 de junio de 1931) y Juan Carlos nacido en San Sebastián.
Su vuelta a Bera estaría precedida por la de una
de sus hermanas, puesto que María Crende Larraburu, casada con Bernardo Alcay
Loire, junto a su hija Maravillas Alcay Crende, nacida en Buenos Aires el 23 de
junio de 1899, aparecen en el padrón de 1923 como residentes en Bera, y más en
concreto en la calle Bidasoa, nº12.
En la década de 1940, esta Villa de nombre Cruz
Alta, pasaría a ser habitada por el matrimonio formado por Aurora Fagoaga
Gallaga, natural de Ceanuri (Bizkaia) y Francisco Iraizoz Iraizoz natural de
Bera. Aurora, era hija de José Felipe Fagoaga Larrache, y a su vez sobrina del
famoso tenor, Isidoro Fagoaga Larrache.
Hoy, en esta calle Bidasoa, donde en la actualidad radica
mi vivienda habitual, en la que aún permanecen en pie las villas indianas, y siguen
viviendo los proletarios de clase, continua siendo el camino obligatorio para
llegar a la cantera y si se desea, ahí poder rendir un sentido homenaje a los
que fueron asesinados por defender unos sentimientos contrarios a los de sus
asesinos, y también aprovechar para contemplar los paneles que el propio
ayuntamiento de Bera instaló en su momento por la recuperación de la Memoria,
la Verdad, la Justicia y la Reparación.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
Como siempre, encantada con tu trabajo. Enhorabuena
ResponderEliminarMuy bueno todo. Te faltó el hijo menor de Francisco Crende, Juan Carlos, nacido en San Sebastián.
ResponderEliminarDesconocía el dato y lo aporto al artículo y si me concretara la fecha de nacimiento de Juan Carlos se lo agradecería. Saludos
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