martes, 30 de enero de 2024

 PORTUGALETE EN LA BIBLIOTECA VIRTUAL DE DEFENSA



Croquis de Bilbao a Portugalete.Comprende los términos municipales de Bilbao, Baracaldo, Guecho, Sestao, Portugalete y Lejona en la provincia de Vizcaya. Año 1836.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=4&forma=ficha



Croquis de parte de los términos municipales de Portugalete, Lejona y Sestao. ¿Año 1838?

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=5&forma=ficha



Croquis del terreno Comprendido entre Bilbao, Portugalete, Castro-Urdiales y ValmasedaAño 1874.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=6&forma=ficha

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

lunes, 29 de enero de 2024

 

LA MAROMA DEL BOTE “TRES HERMANOS



Fechas atrás limpiando el camarote de la casa de mis padres, encontré los antiguos palangres con los que mi aita Patricio, junto a sus hermanos Antonio y Aureliano "los Navarrillos" acudían a pescar a bordo del bote de remos que compraron en el año 1947 de nombre “Tres Hermanos”. 




Es de suponer que en el bote además de las artes de pesca llevarían de aparejo una o varias maromas para amarrarse a un noray u otro objeto, para  unirse a otros botes, etc.

Hoy continuando con la limpieza del camarote he encontrado esta maroma, que sin lugar a dudas perteneció al bote. Creo que el mejor lugar y donde mejor estará guardada será en la Cofradía de Mareantes de Portugalete, y que con el tiempo pueda ser exhibida con otros objetos marineros como parte de nuestro patrimonio cultural en la villa de Portugalete.




Mi abuelo Aureliano, mi aita Patricio y mi tío Antonio fueron en su tiempo cofrades y por ello pienso que estarían de acuerdo con esta decisión mía. Y en ese piso señalado en la foto, hoy desaparecido el edificio, nacieron "los  Navarrillos".

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.

domingo, 28 de enero de 2024

 

NAUFRAGIO MERCANTE "ICIAR", NOVIEMBRE 1963

DON FÉLIX HERNÁNDEZ OSANTE

 


Varios días después del naufragio del mercante Icíar, el 1 de noviembre festividad de Todos los Santos, varias decenas de personas en los que se encontraban grupos de familia acompañados de niños, se acercaron al rompeolas de Santurtzi y desde ahí poder contemplar al buque naufragado. A media tarde, unas veinticinco personas fueron alcanzadas primero por un pequeño golpe de mar y seguidamente por una gran ola que las arrastró al agua, y aunque se salvaron la mayoría de las personas accidentadas, dos de ellas fueron recatadas ya cadáveres, y varias más se dieron por desaparecidas.

Las personas fallecidas el día 1 fueron: Amelia Caicedo Cebreiro, una joven de 29 años, natural de Medín (A Coruña), y Francisco Nieto Fernández, soltero de 68 años y de profesión ajustador, era residente en calidad de huésped en la calle Tívoli nº 11 de Bilbao.



Se da la circunstancia que Amelia se acercó a contemplar el naufragio con su esposo Raimundo García Mer, sus cuñados Benigna García Mer y el marido de esta Antonio Parada, acompañados de Domingo Conchuedo y Jesús Ribalda. Amelia y Raimundo, labradores, llevaban un mes residiendo en Bilbao.

El día 8, a la altura del barco siniestrado aparecería el cadáver de Francisco García Galán, de 28 años, nacido en Santurtzi y domiciliado en el barrio de Kabiezes, y que se había acercado al rompeolas acompañado de su novia, María Teresa Rodríguez, vecina de Ortuella y que fue salvada por los tripulantes del remolcador Altsu. Al amanecer del día 9, apareció flotando junto al contramuelle de Santurtzi el cadáver del niño Juan Antonio Bellver Cruceiro, tenía 11 años y su residencia era en Sestao, su hermano Eugenio se salvaría.

Agradecer a la Cofradía de Mareantes de Portugalete el haberme permitido acceder al “Diploma y medalla de bronce de premio en favor de Don Félix Hernández Osante”, otorgado por el salvamento de un niño y un hombre en el puerto artificial de Santurce el día primero de noviembre de 1963 y al informe donde se detalla el triste accidente.

“El Sr. Presidente de la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos en escrito del 3 del actual, dice a esta Comandancia de Marina lo siguiente:



Visto el expediente remitido por V.T. con motivo del salvamento de varias personas de Santurce. Resulta que sobre las 17,30 horas del día 1 de noviembre de 1963, y cuando se hallaban paseando varias personas en el muelle del rompeolas, una gran ola que remontó el muro de protección las hizo caer al agua del puerto artificial. Accidente en el que perecieron cuatro personas, siendo rescatadas unas quince. Los individuos que actuaron en este salvamento y cuya actuación son dignos del mayor encomio fueron: Miguel García Ferrero, que guiado del más noble impulso se arrojó al agua sin apenas saber nadar para salvar a un niño, teniendo que ser socorridos ambos por terceras personas. Alberto Anduiza Henning, que se arrojó por encima del pretil del rompeolas para salvar a un niño de catorce años, consiguiendo su propósito. José Ortiz Unamuno, tripulante del remolcador ALTSU que se lanzó al agua con unos siete salvavidas que repartió entre los accidentados, colaborando además de una manera muy eficaz en el rescate de estos. Félix Hernández Osante, que se lanzó al agua desde el muelle en auxilio de un hombre y un niño, a los que logró salvar.  Fidel Abarategui Beobide, que logró llevar al agua ayudado por dos monjitas un bote sin remos con el que salvó a dos mujeres. El capitán del buque tanque CAMPOCERRADO, D. Pedro González Toba, el Celador Mayor D. José Martínez Fernández, el patrón del remolcador ALTSU, D. Julián Zaracondegui Ubillos y el patrón del bote RECALDE, D. Jesús Goicoechea Macías, aunque en su actuación no tuvieron una directa intervención en el salvamento de los náufragos, cooperaron muy acertadamente en el salvamento de más de un adocena de personas.




Considerando digna de elogio y recompensa la meritoria actuación de D. Miguel García Ferrero, D. Alberto Anduiza Henning, D. José Ortiz Unamuno y de D. Félix Hernández Osante, la Comisión Ejecutiva de esta Sociedad acordó concederles la MEDALLA DE BRONCE DE PREMIO por su humanitario y abnegado proceder. También la citada Comisión tomó el acuerdo de conceder el DIPLOMA DE VOTO DE GRACIAS a D. Fidel Abarrategui Beobide”.

 La Gaceta del Norte, 2 al 11 de noviembre de 1963

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

sábado, 27 de enero de 2024

 

NAUFRAGIO MERCANTE BILBAINO "ICIAR", OCTUBRE 1963



El martes 29 de octubre de 1963, a la una de la madrugada, el mercante bilbaíno Icíar embarrancó en el Abra. El vapor procedía de Santander donde había alijado mil toneladas de carbón tomadas de Inglaterra, llevando a Bilbao otras cinco mil, cargamento que estaba valorado en cuatro millones y medio de pesetas.  La tripulación estaba compuesta por el capitán don Antonio Cano, su esposa y 29 tripulantes.



El mercante Icíar, matriculado en Bilbao, número 405, lista primera, fue construido en el año 1923 en Burdeos en los Cantiers et Atelier de la Gironda con el nombre de Capitaine le Masne, tenía un arqueo bruto de 4.578 toneladas, y de 2.549 toneladas netas. Medía 114,90 metros de eslora, 14,93 de manga y 12,19 de puntal.

 Parece ser que la niebla fue el causante de este naufragio en el que no hubo de lamentar desgracias personales, pero si una posterior pérdida total de la carga del buque.


Con el agua anegando el buque y las olas rebasando la estructura de proa, se encontraba el Icíar, pocas horas después de que su proa estuviera metida en los bloques que forman la escollera de Santurtzi, en una posición casi paralela al rompeolas. En su ayuda acudieron los remolcadores ARIN-MENDI, AYETA-MENDI y ALTSU-MENDI, haciendo inútiles todos los esfuerzos por salvar el mercante.

En vista de que con los remolcadores locales era imposible reflotar al Icíar, la casa armadora, La Unión Naval de Levante, solicitó los servicios del remolcador alemán Atlantic, que, con base en La Coruña, se le consideraba como uno de los remolcadores más potentes de Europa, pero no llegó a tiempo de realizar el salvamento.




Da la casualidad de que en el mes de Abril de 1936, un vapor de nombre Icíar, naufragaría también en el rompeolas de Santurtzi, y  entre las personas que acudieron a salvar a la tripulación se encontraba mi aita, Patricio Gutiérrez del Moral.

                                                           El Mareómetro blog

https://vidamaritima.com/2007/05/el-remolcador-arin-mendi/

 La Gaceta del Norte, 30 y 31 de octubre de 1963.

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 


jueves, 25 de enero de 2024

 

ITINERARIOS A PORTUGALETE

BIBLIOTECA NACIONAL DE DEFENSA



Itinerario de Portugalete a San Sebastián (1853 octubre 31) Velasco y Fernández de la Cuesta, Juan de, 1821-1895.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=9&forma=ficha



Itinerario de Barambio a Bilbao y Portugalete / Vitoria 1° de Diciembre de 1846.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=10&forma=ficha




Itinerario topográfico de Portugalete a San Sebastián, levantado en el año de 1853 por los Capitanes del Cuerpo de Estado Mayor del Ejercito D. Juan de Velasco y D. Ramón Fajardo.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60889&tipoResultados=BIB&posicion=16&forma=ficha




Itinerario de Castro a Portugalete y los ramales de Portugalete y Nocedal a Bilbao, reconocido por la lª. Comisión compuesta del Comandante del Cuerpo de E.M. del Ejército D. José Carrillo y el capitán del mismo D. Pedro Ruiz Dana. Año 1859.

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=11&forma=ficha




Itinerario del Ferrocarril de El Desierto a San Julián de Musques [Mapa]. Levantado por el capitán de E.M. D. Félix Horodiski y Álvarez, y Teniente del mismo Cuerpo D. Carlos Yncenga y Griñan. Año 1894-1895

https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/resultados_ocr.do?id=60670&tipoResultados=BIB&posicion=13&forma=ficha

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

martes, 23 de enero de 2024

 

REGATAS EN EL ABRA 7 DE SETIEMBRE DE 1902



El 15 de setiembre de 1902 el periódico “la Ilustración española y americana” recogía en su portada y páginas del interior la visita que el rey Alfonso XIII, familia y séquito realizaron a Bizkaia entre los  días 5 al 8 de setiembre. Visita que tuvo que ver con la colocación de la última piedra del rompeolas del  Abra el día 7.



Entre el altar y la tribuna, a los que servía de pabellón la férrea mole de la grúa “Titán”, estaba sostenido por gruesas cadenas la última piedra del muelle un enorme cubo, una de cuyas caras llevaba empotrada en su centro la lápida conmemorativa que es de mármol blanco y rematada por una corona real de bastante saliente. La lápida tiene la siguiente inscripción: “SU MAJESTAD DON ALFONSO XIII ASENTÓ ESTA PIEDRA EL DÍA VII DE SEPTIEMBRE DE MDCCCCII”. Lo correcto MCMII.







El Rey ocupó su puesto, acompañado de su augusta madre y de la Infanta, y el Sr. Coste y Vildósola, presidente de la Junta de Obras del Puerto. Una vez terminado este acto S. M., presenció las regatas de traineras, yolas y botes a remo, que se verificaron con gran lucimiento y fueron muy aplaudidas.

En la portada de ese diario que recoge un aspecto de las regatas aparece a la derecha de la imagen el yate de nombre Laurac bat, cuyos propietarios fueron los hermanos Víctor y Benigno Chavarri. En el centro el acorazado Pelayo.

De las regatas celebradas el día 7 de septiembre quedan constancia estas dos fotografías de Mauricio Zorraquín, hoy pertenecientes al Catálogo del Archivo Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia: Al0013/0077 y 0080, en las que aparecen tanto el yate Laurac-bat, como alguno de sus botes.



Vista parcial de la regata de traineras celebrada en el Abra dentro del programa de festejos organizados en honor del rey Alfonso XIII en su visita oficial a Bilbao con motivo de la colocación de la última piedra del puerto exterior de Bilbao. En la imagen numerosas embarcaciones, entre ellas el vapor Laurac bat, están fondeadas flanqueando el campo de regateo mientras las traineras están compitiendo.



Vista general de una de las traineras participantes remando en el campo de regateo del Abra mientras numerosas embarcaciones repletas de público entre ellas el barco de vapor Laurac bat asisten a la competición. Esta regata de traineras se celebró dentro del programa de festejos organizados en honor al rey Alfonso XIII durante su visita oficial a Bilbao con motivo de la colocación de la última piedra del puerto exterior de Bilbao.

OTAS IMÁGENES:


     La Ilustración Española y Americana, año XXXIII, n. XLIII (22 nov. 1889) Grabado de Bernardo Rico Ortega  

http://imagenesbibliotecacentral.minhap.gob.es/pdfpublicaciones/ImagenTexto/43/43230.pdf , Páginas, 62-66.                   

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

sábado, 20 de enero de 2024

VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE IN MEMORIAN



        VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE 
IN MEMORIAM


 El PTE fue el primer partido político en el que con 20 años  milité, y fue principalmente a raíz del asesinato de Víctor Manuel Pérez Elexpe y a la labor de captación de Iragorri, trabajador de la Naval que era de la cuadrilla del barrio. En este partido solo estuve hasta mi marcha al servicio militar obligatorio en abril del año 1976.

Entré a  trabajabar en AHV en junio de 1974, y al poco coincidí con Jesús Horna, vecino de Sestao y militante como Víctor. Eran tiempos de mucha actividad reivindicativa laboral y social y también de mucha violencia policial. Cumplida la mili y a mi regreso a Portugalete a mediados de junio de 1977, coincidiendo con la muerte de otro amigo, Josu Basáñez de Portugalete, entro a formar parte de las primeras Gestoras pro Amnistía en compañía de Fermín el aita de Víctor, acompañando a mi primo segundo el cura Román Landera, "Judas", etc...

Verdad, Dignidad, Justicia y Reparación.






Este documento fue publicado en el año 2012 por la

 ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA HISTÓRICA DEL PTE Y DE LA JGRE: www: pte-jgre.com

IN MEMORIAM DE VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE.
BITTOR
Joven trabajador y estudiante de 23 años. Militante del PCE(i)

Asesinado por la Guardia Civil en Portugalete (Vizcaya), en la calle General Castaños, junto a las escaleras de bajada a la plaza de la Rantxe, a las 6,30 de la mañana del día 20 de enero de 1975, cuando repartía octavillas de apoyo a la huelga de Potasas que se había convertido en Huelga General en Navarra.














































Víctor Manuel Pérez Elexpe, Bittor, nació en Portugalete, en el barrio de Repélega, un barrio de trabajadores y gentes sencillas. Cumpliría 61 años este 4 de mayo de 2012, si le hubieran dejado crecer y vivir. Víctor sería hoy un adulto solidario con las causas justas, con los oprimidos y la libertad de los pueblos, como lo fue siempre en su corta vida. Pero en la mañana del 20 de enero de 1975 tuvo la desgracia de toparse con un siniestro guardia civil que lo persiguió a tiros por las calles de Portugalete, cuando repartía octavillas del PCE(i) en solidaridad con los trabajadores navarros; unas octavillas que llamaban al pueblo a sumarse a la justa lucha de los mineros convertida en aquellos momentos en huelga general.

El guardia civil llevó hasta las consecuencias más atroces su labor de guardián del Régimen, descargando todo su odio hacia los luchadores por la libertad sobre el cuerpo de Víctor.  Dos tiros por la espalda, a escasos metros de distancia no podían fallar; uno de ellos le atravesó el corazón y el joven Víctor cayó fulminado y murió prácticamente en el acto.

En efecto, el cabo de la guardia civil Narciso San Juan del Rey, vecino del barrio de la Repélaga, el mismo barrio donde vivía Víctor, le dio el alto cerca de la iglesia de Santa María y Víctor emprendió la huida tan rápido como pudo para evitar la detención.

¿Conocía Narciso San Juan a Víctor y sabía de sus actividades políticas? Es probable que así fuera, siendo como era vecino de su barrio. Como el guardia civil nunca ha sido llevado ante un juez es difícil acreditar este extremo, pero muchos de los amigos y conocidos de Víctor, así como    miembros de su familia sospechan que sí lo conocía. Así lo cree su hermana Mariefi, cuando afirma: “El guardia civil era vecino nuestro, conocía a mi hermano y, nos imaginamos su militancia política. Al día siguiente fuimos a su casa, pero ya lo habían trasladado”.



Naturalmente que lo habían trasladado, no tardaron ni media hora en poner en marcha la maquinaria mediática y “legal” del franquismo. Desde el Gobierno Civil o la Dirección General de la Guardia Civil, orquestaron una burda campaña tratando de ocultar aquel terrible crimen, llegaron a decir que Víctor llevaba un arma. Una calumnia que la dictadura puso en circulación para proteger al guardia civil. Hoy podemos documentar en las diligencias que realizó la Guardia Civil de Bilbao que a las siete de la mañana ya habían nombrado un instructor; se trataba del comandante del puesto y de  un  auxiliar, un cabo de la Guardia Civil,  que se dirigieron con premura a Portugalete. A las nueve treinta de la mañana tomaban declaración a Narciso San Juan del Rey, una declaración llena de mentiras -como después probaron los testigos presenciales- a los que nunca llamaron a declarar, ni en las diligencias previas ni posteriormente. Unas diligencias chapuceras, llenas de despropósitos, en las que ni siquiera aparece la declaración de los policías que ayudaron a Narciso San Juan en la persecución de Víctor.

También aceleraron la actuación de la prensa adicta al Régimen: el ABC, La Gaceta del Norte y algún periódico local se dedicaron con esmero a difundir las mentiras más abominables, con titulares que daban a entender que se había producido un tiroteo entre el asesinado y el guardia civil. Aquello fue una vergonzosa exhibición de falta de principios y de ética profesional por parte de los periodistas involucrados en la noticia y de los directores de los periódicos que se prestaron a organizar semejante farsa. La Gaceta del Norte llegó a extremos insospechados, publicando una fotografía montaje en la que podía visionarse las pertenencias de Víctor: una bolsa de trabajo y las octavillas. En aquella fotografía incluyeron, con total descaro, una pistola que los guardianes de la dictadura habían manipulado como “prueba” contra Víctor, para así proteger mejor a su asesino.

La chapuza orquestada por el Régimen era un auténtico insulto a la inteligencia, a la vez que un intento de dañar la figura de Víctor como luchador antifascista. Obviamente nadie podía creer que los militantes comunistas se dedicaran a repartir propaganda llevando encima una pistola, sabiendo como sabían que podían ser detenidos. Queremos decir con total rotundidad que los militantes comunistas no tenían pistolas, tampoco las tenía Víctor. Lo que sí tenía Víctor era una total entrega a la causa antifascista, a la lucha por la libertad. Víctor era un joven valiente, entusiasta y luchador; era un joven revolucionario, un militante ejemplar que dedicó su corta vida a la causa de la libertad, la democracia y el socialismo, a la lucha por derribar la infame dictadura que acabó segando su vida. Víctor Manuel, a pesar de su corta edad, tenía ya importantes responsabilidades en el PCE(i), formaba parte del Comité Provincial de Vizcaya y tenía el encargo de contribuir a la elaboración de un periódico del partido para Euskadi bajo el nombre de Jeikila maqueta del cual ya estaba terminada y se la requisaron en el registro. Un periódico que acabó publicándose pocos meses después de su asesinato en castellano y euskera para mejor llegar a todos los sectores de la sociedad vasca. Para los que conociesen esta publicación queremos manifestar que Víctor fue uno de sus iniciadores, aunque desgraciadamente nunca pudo verlo publicado.



El PCE(i) desmintió la farsa organizada por la dictadura y defendió el nombre del joven camarada Víctor como luchador revolucionario y antifascista. Las “armas” de Víctor eran hojas de papel de propaganda política, octavillas de solidaridad con los obreros de Potasas. Desde su partido no se permitió que se ocultaran las razones que habían llevado a su asesinato: la solidaridad con una huelga obrera. Se explicó en asambleas y se realizaron movilizaciones. Como más adelante veremos se promovieron concentraciones y acciones de solidaridad en las que participaron todas las fuerzas políticas.  Se explicó la Verdad, que no era otra que esta: era muy fácil morir en cualquier calle del país por unas reivindicaciones, era muy fácil que te mataran por exigir libertades para el pueblo.

La verdad de lo ocurrido aquella mañana es que Víctor tuvo la mala suerte de encontrarse con uno de los más torvos y reaccionarios miembros de las estructuras del Régimen, el cabo de la Guardia Civil Narciso San Juan del Rey, vecino de su barrio. Se da la circunstancia que en el momento del asesinato ni siquiera estaba de servicio, pues como prueba su misma declaración iba de paisano y volvía de su servicio nocturno. Esto no le impidió seguir a Víctor de cerca y descargar su pistola sobre su joven espalda.

Las declaraciones de los testigos tiran por tierra todas las alegaciones del guardia civil en el expediente antes citado; así, nueve   trabajadores vecinos de Portugalete, que se encontraban en el lugar del asesinato, dan testimonio de lo que realmente sucedió aquella terrible mañana. Todos coinciden en asegurar que un joven con una bolsa en la mano derecha y nada en la izquierda, corría despavorido delante de un hombre de paisano que lo perseguía con una pistola en la mano; todos coinciden también en decir que el perseguidor realizó al menos dos disparos en en pocos segundos, el último de los cuales derribó al joven matándolo al instante.  Como hemos dicho, aquel disparo le había alcanzado el corazón.



Es importante detenerse en la lectura de estos testimonios, pues como se ha dicho, desmienten con rotundidad todo lo declarado por Narciso San Juan que manifestaba haber disparado a las piernas para detenerlo. Lo que acreditan los testigos es demoledor, el guardia civil había disparado alzando la mano, lo que contradice el disparo a las piernas y hace sospechar que en realidad pretendía alcanzarlo de lleno en la espalda. Además, se encontraba a escasos seis metros de distancia de Víctor, unos instantes más y lo hubiera detenido sin necesidad de disparar ¿Por qué entonces lo hizo dos veces? Una de las declaraciones es aún más duratras el primer disparo, el testigo asegura haber oído al perseguidor decir lo siguiente: “¿No has caído?, ¡Ahora vas a caer! y volvió a disparar el tiro que mató a Víctor.  A tan corta distancia lógicamente no podía fallar. Víctor hacía en ese momento lo único que podía, correr, huir de una segura detención, como hubiese hecho cualquier joven en su situación; correr para evitar la tortura y la cárcel. Pero lo que no sospechaba el joven Víctor es que realizaba su última carrera, lo que no podía saber es que quien le perseguía no se conformaba con detenerlo, lo que no sabía es que iba pararlo para siempre.

Todos los indicios llevan a sospechar que Narciso San Juan no actuó solo, en su declaración admite ser el autor de los disparos, pero contó con la ayuda de al menos dos personas; dos personas que el mismo nombra en su declaración: un policía municipal y un guardia civil retirado. Dice que siguió a Víctor hasta situarse cerca del Ayuntamiento, donde encontró a un sargento retirado, según la declaración, Sargento Abad, que le prestó ayuda para detener y registrar a Víctor. Parece que es el momento en que Víctor emprende su huida y aparece en escena otro policía, un guardia municipal.  

A Narciso San Juan lo trasladaron de Portugalete a otra ciudad, obviamente jamás se supo dónde; en cambio, los otros dos, el municipal y el guardia civil retirado siguieron viviendo en Portugalete con total impunidad, sin que nunca nadie les haya pedido responsabilidades sobre su participación en los hechos.



Los padres de Víctor presentaron una querella contra el guardia civil, las acciones judiciales parten de abril de 1975 ante un juzgado de Bilbao, a través de un bufete de abogados de aquella ciudad, del que formaban parte: Juan Luis Ibarra Robles, que fue quien se ocupó del caso, Pedro Ibarra y Begoña Zabala, pero la causa  no prosperó y fue sobreseída rápidamente.  La jurisdicción ordinaria se declaró incompetente, y poco después el caso fue archivado. Los testigos jamás fueron llamados a declarar, a pesar de la rotundidad de sus testimonios que evidenciaban claramente que Víctor Manuel había sido perseguido y asesinado a sangre fría. Que había sido abatido a tiros por un guardia civil en Portugalete cuando repartía propaganda de solidaridad con los obreros navarros.
 
El guardia civil jamás fue llevado ante un juez, ni hizo más declaración que la que se incluye en las diligencias del día del asesinato. Nadie le pidió responsabilidades sobre por qué había descargado su pistola contra Víctor. Narciso San Juan del Rey fue protegido por las autoridades civiles y militares, lo evacuaron de Portugalete y organizaron una sucia campaña de desprestigio contra Víctor.

A los que conocimos a Víctor, a su familia, a sus amigos y a sus camaradas de militancia nos asiste el deber y el derecho de desvelar y divulgar la verdad; la misma verdad que manifiestan los nueve testigos que presenciaron como Víctor fue asesinado cobardemente y por la espalda. La verdad es que fue perseguido a tiros, por las calles de Portugalete, hasta que cayó abatido sin vida. Víctor Manuel Pérez Elexpe, como todas y cada una de las víctimas del franquismo, merece que se haga justicia, merece que se diga la verdad de lo que realmente ocurrió, merece que le pidan perdón por haberle arrebatado la vida a los 23 años. Víctor merece: Verdad, Reparación y Justicia.


 Esta es la Peligrosa “arma” que Víctor distribuía en el momento de su asesinato.
Una octavilla de solidaridad con los obreros navarros.

Octavilla del PCE(i) repartida en la manifestación.


El día del funeral, varios cientos de personas se manifestaron en Portugalete, en solidaridad con Víctor y su familia. Una manifestación reprimida por la policía y la guardia civil, produciéndose gran cantidad de detenidos. Las asambleas y concentraciones se extendieron en diferentes puntos del País Vasco. El día 22 en Portugalete y el 23 en Bilbao; más tarde, el 26 se realizó una gran concentración en Portugalete. Víctor contó con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas que se echaron a la calle en protesta por su asesinato y en defensa de la libertad. Lo mismo ocurrió en otros puntos del país, destacando especialmente las manifestaciones convocadas en Madrid por la Asamblea Democrática de la Juventud.

Desde la cárcel de Carabanchel los presos políticos de todos los partidos de izquierdas enviaron a la redacción del MOR notas de solidaridad con Víctor y su familia. El entonces PCE(i), la ORT, el MCE y también el PCE distribuyeron gran cantidad de octavillas denunciando el asesinato de Víctor. Un mes después, el 26 de febrero, las fuerzas políticas de Portugalete llamaron a una jornada de lucha en Euskadi por las libertades democráticas, la autodeterminación y el recuerdo de todos los asesinados por la dictadura. Una jornada que tuvo una importante repercusión en Euskadi.



Si volvemos a la documentación oficial y al intercambio de notas entre las autoridades franquistas, vemos como trataron a los manifestantes; la respuesta del Régimen fue una contundente actuación represiva, llegando a presionar para que no se leyeran homilías en favor de Víctor en las parroquias de Portugalete y Sestao. Así, en un Télex del Gobernador Civil de Vizcaya al Director General de Política Interior se denuncia la lectura de Homilías y su contenido, así como la continua salida de propaganda a la calle sobre el asesinato de Víctor. Otro documento del Jefe Superior de Policía de Bilbao, muestra como habían sido detenidas más de 30 personas y llevadas a distintas comisarías, lo que nos da idea de la importante movilización que se había producido.

Octavilla conjunta convocando una jornada de lucha en Euskadi el 20 de febrero 1975.
A la memoria del camarada Víctor Manuel Pérez Elexpe.
Poema tomado del Correo del Pueblo nº 26 del 20 de enero de 1976 en primer aniversario del asesinato de Víctor Manuel.
Vizcaya, Vizcaya 20 de enero.
 Un grito, un grito surca el viento
son las seis de la mañana
han matado un compañero.
Víctor, Víctor se llamaba dicen
que era, que era un joven obrero.
¿Quién habrá matado madre
a un hijo de nuestro pueblo?
Dicen que hacía una cosa
que está, que está prohibido hacerlo
que echaba hojas pidiendo
libertades para el pueblo.
Dicen, dicen que murió sangrando
por la espalda y por el pecho
que a sangre fría con balas
le atravesaron el cuerpo.
Dime, dime madre por qué es esto
por qué, por qué asesinan a obreros
cuando piden libertad
y defienden sus derechos.
Por qué, por qué mataron a Víctor
si lo que hacía era bueno
si luchaba por nosotros
y defendía lo nuestro.
Dicen, dicen que ayer fue su entierro
pero que su voz no ha muerto
que ahora son miles los gritos
que traducen su silencio.
Yo voy, yo voy a ser como Víctor
quiero, quiero luchar por el pueblo
madre déjame vengar la muerte del compañero
déjame ir madre a vengar la muerte del compañero.
Víctor, Víctor hermano tu muerte
ha dado vida, ha dado vida en un momento
a cientos de miles de hombres
que van a ocupar tu puesto.
Ahora, ahora Víctor descansa
 fue suficiente tu esfuerzo
nacerán más comunistas de la luz de tu recuerdo
nacerán más comunistas de la luz de tu recuerdo.

 GRACIAS VICENTE POR RECORDARNOS ESTE DÍA.  SALUD

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales