domingo, 31 de julio de 2022

ERMITAS DE SAN ROQUE EN BIZKAIA

 

ERMITAS de SAN ROQUE EN BIZKAIA


San Roque, 16 de agosto fiesta patronal de la villa de portugalete

Tomando en cuenta la totalidad de las ermitas que en la actualidad existen en Bizkaia y las que a lo largo de la historia han desaparecido, su número alcanzaría ampliamente las seiscientas, de las cuales dedicadas a San Roque no alcanzarían las dos docenas, aunque la advocación a este santo en Bizkaia supera ampliamente la cifra anterior.

En estas localidades vizcaínas hay o hubo ermitas con una imagen del santo: Atxondo, Balmaseda-monte Kolitza, Baracaldo- El Regato, Bermeo - desparecida, Bilbao- monte Pagasarri, Balmaseda-monte Kolitza, Dima, Durango, Elorrio, Galdames, Gautegiz Arteaga, Lekeitio-desaparecida, Orozko, Otxandiano, Portugalete, Sondica-Artxanda, Sopuerta, Truzios, Zeberio, Zierbena y Zollo-desaparecida.



La ermita originalmente era un lugar de oración y recogimiento que permitía a un fraile o ermitaño poder cultivar en paz su propia vocación particular. 

Posteriormente, el significado se extendió para incluir capillas, iglesias u otros santuarios, generalmente pequeños, situados por lo común en el campo, y que no tienen culto permanente. En ocasiones, una ermita puede ser prácticamente un humilladero cubierto de planta rectangular, con paredes en tres de sus lados y reja en el otro. Es tradicional en muchas ermitas celebrar misa el día de la festividad del santo bajo cuya advocación estén, pudiendo celebrarse además romerías y festejos en su entorno.

Hay santuarios que originalmente se construyeron en despoblados y posteriormente han quedado rodeados de otros edificios, pero conservan la denominación de ermita. Por el contrario, hay iglesias que se construyeron como parroquias y acogieron culto habitual, pero luego, al despoblarse su entorno, quedaron más aisladas y han pasado a considerarse ermitas. (Wikipedia)


ATXONDO. Ermita Humilladero. Escritura relativa a una deuda contraída con la ermita de "San Roque" de la anteiglesia de Arrazola por incumplimiento de un contrato de obligación. (AHFB, ARRAZOLA 0059/018, Año 1756)



BALMASEDA. La ermita de San Roque está situada en una colina, en la cima del monte Kolitza, al borde de un precipicio intentado mantener el equilibrio. A 880 metros de altitud.


Aunque ya aparece documentada en el año 1111, la ermita que se mantiene en pie es del XIII, en el que imperaba el estilo cisterciense. Construida en sillería, tiene una sola nave rectangular, con una bóveda de cañón y ábside. La entrada principal se sitúa bajo un arco de medio punto, con tres arquivoltas apoyadas en ménsulas con figuras. La torre tiene una sola campana y una cruz de piedra en la cima.



BARACALDO. Esta antigua ermita, hoy forma la parroquia de “San Roque el Regato”.



BILBAO. En el monte Pagasarri, pertenecía a la anteiglesia de Abando. En 1575, el Gobierno Municipal de Abando ordenó edificar una ermita en honor a San Roque, santo protector contra la peste, después de que una grave epidemia de cólera causara estragos en la localidad.



DIMA. Ermita de San Roque. Ermita cuya fecha de inicios de construcción data de 1559, y que hasta el día de hoy Ha sufrido varios cambios de ubicación y reforma.




DURANGO. En el barrio de Zabalarra, la ermita de San Roque pudo haberse construida en el siglo XV.


ELORRIO. En Elorrio hubo tres ermitas, Santa Victoria, Santa Cruz y Santa Marina, que posteriormente fueron demolidas ya que al estar en despoblado su mantenimiento a finales del siglo XVIII se hacía insostenible. Los materiales fueron utilizados para reedificar la ermita de San Roque situada en el casco de la Villa de Elorrio.





GALDAMES. Situada en el barrio de Akendibar, su humilde construcción contrasta con la belleza del encinar que la rodea.


OROZKO. Ermita de San Roque de Ibarra. Frente a la tapia del convento de la Merced, a la salida de Ibarra hacia Urigoiti. A 244 m. de altura. Parroquia de San Bartolomé. Descripción: Rectangular de 15x7 m., rematado en ábside poligonal; acceso en arco de medio punto. Reconstruida en 1794. Campanil con campana, sacristía y pórtico. Imágenes de San Roque, San Isidro y la esposa de éste. Es tradición que fue construida en 1598, con motivo de las pestes del siglo. También que estuvo situada en otro emplazamiento (“San Roque punta”).



OTXANDIO. Ermita adosada junto al cementerio, su construcción es del siglo XVI, y reedificada el XVIII.


                                                                         Lora Barri

PORTUGALETE.La primera referencia a una ermita de San Roque en Portugalete data del 5 de agosto de 1674. Sendas referencias de 1706 y 1714 informan de la visita a la ermita por el Arzobispo de Burgos. Otra referencia de 1745 cita el mal estado del tejado de dicha ermita, por lo que ordenan su reparación.

 Esta primitiva ermita estaría situada en el cerro que existe sobre la Basílica de Santa María. Habría también un encinal en dicho cerro y se sabe que, en 1808, fue incendiada junto con el encinal por las tropas napoleónicas que invadieron la villa.

 Había también una ermita, levantada en 1678, dedicada al Santo Cristo y que, al estar situada junto a una de las puertas de la muralla que rodeaba la villa, se le conocía como “la del Cristo del Portal”. Esta ermita acogió también la imagen de San Roque al quedarse este sin ermita tras la primera guerra carlista, y la construcción de un fuerte militar en el lugar que ocupaba aquella.

En 1910 Se inauguró la ermita llamada “del lavadero” por encontrarse en la campa junto a éste. La ermita se construyó para trasladar la “del Cristo” que se demolió en 1913 para mejorar el trazado de la carretera. Junto con la imagen del Cristo se trasladó también la de San Roque y debido a que en esa campa se celebraba la romería en su honor, la ermita fue más conocida por “la de San Roque” que por “la del Cristo” a pesar de estar en ella de prestado”. Las ermitas-Lora Barri


SONDIKA-ARTXANDA. Edificio rectangular de 11 por 8 metros. Su situación estratégica, dio lugar a encarnizados combates en la toma de Bilbao en junio de 1937. Aunque su pertenencia territorial es del municipio de Sondika, siempre se ha considerado bilbaína, tanto que el alcalde suele alternar el 16 de agosto su presencia con la del monte Pagasarri.


SOPUERTA- CARRAL, al igual que sucede con la ermita de San Roque en Truzios, esta ermita se construyó conjunto a una plaza de toros. “La plaza de toros es obra de 1692. En su origen era de forma irregular, pero tuvo una reforma en el año 1983 que la dotó de su actual planta circular.

Obra del s. XVII inscrita dentro del Barroco popular. Fue reconstruida en 1709. Se configura en una sola planta de nave rectangular, rematada al interior por una cabecera semicircular que se cubre con una bóveda de horno. El pórtico es una sencilla tejavana que cobija al acceso al edificio”.



TRUCIOS-TURTZIOZ. La ermita de San Roque fue construida hacia el año 1700 junto a un coso taurino. La combinación de ermita y plaza de toros parece que fue típica en las Encartaciones. De estilo barroco popular, se asienta sobre un bello paraje junto a un coso taurino. Destaca su estructura de planta rectangular y cabecera semicircular, y cobra gran atractivo el coro de madera, así como la pequeña sacristía. El recinto taurino, por su parte, se construyó en 1692, aunque fue reformado en el año 1983 dotándolo de su actual planta circular, además de una barrera de mampostería. La ermita suele estar cerrada, por lo que no se puede visitar su interior.



ZEBERIO. La ermita de San Roque y San Antolín, ( Zubialde) es una de las trece ermitas con las que cuenta esta población.

San Antolín y San Roque, respectivamente, se celebran el 2 de setiembre y el 16 de agosto. esta ermita de San Antolín y San Roque estaba en la plaza de Zeberio, frente al ayuntamiento y al hospital, había una fam,osa bolera con todo el techo , que ya no está, y su ubicación exacta era nada mñás cruzar el puente al barrio de Eguia, y al desplome del arroyo en unlugar llamado " Leonsolo".


ZIERBENA, en la actualidad está derruida. Situada en el barrio de la Cuesta. Francisco Toribio Murrieta Torre, natural de Zierbena y residente entonces en Buenos Aires, (Argentina), en su día legó un dinero para construir una iglesia en Kardeo, y con la guerra carlista, el concejo tomaría prestado sin interés parte del legado de Murrieta para sufragar los gastos de la ermita de San Roque.

AREATZA. Desaparecida. Licencia otorgada por el Obispado de Calahorra y La Calzada en favor de los vecinos de la villa de Villaro, para fundar y erigir una ermita en el término de "Larragan" con la advocación de la Santa Cruz y San Roque año 1547. (AHFB) AREATZA 0010/006/002

BERMEO. Desaparecida, pudo estar cercana a la zona conocida como la Atalaya.


GAUTEGIZ-ARTEAGA. Desaparecida. “En el barrio Arteaga-Uría, en la parte posterior del edificio del caserío Ozollo-erdikoa, hay un lugar donde la tradición local mantiene que hubo una ermita de San Roque. Junto al lugar se sitúan los caseríos Ozolo-aurreko y Ozollo-atzeko.

En el muro posterior del caserío Ozollo-erdikoa se conserva una puerta del arco de medio punto que, según Ángel Naveran, era la entrada a la ermita.

La actual (1986) moradora del caserío recuerda haber oído que hubo allí una ermita, pero desconoce la advocación de esta”.


LEKEITIO. Desaparecida. Referencia. Escritura de ingreso de María Ibáñez de la Fuente como freila en la ermita de San Roque. Año 1607-12-16, (AHFB, AQ01450/216).

ZOLLO-ARRANCUDIAGA. Desaparecida. Oficio de la Comandancia General del Ejército Real de Vizcaya dirigido a la Diputación Carlista de Vizcaya dando cuenta de que el cirujano mayor del Ejército propone crear un hospital de sangre en la ermita de San Roque en Zollo para trasladar a los numerosos heridos del sitio de Bilbao ya que el de Zamudio es insuficiente. Año 1836. (AHFB, N0018/0161).

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales



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AHFB y AHEB

 

 

 

jueves, 28 de julio de 2022

JOSE RUBIO DELGADO

 

JOSE RUBIO DELGADO

In memoriam


 

José Rubio, nació en A Coruña y vivió en Gironella, municipio de la provincia de Barcelona.  Fiel a la República, fue carabinero como lo fuera su padre y uno de los miles de hombres que sufrieron la barbarie y el horror de los campos de concentración nazis. Desde sus experiencias en la guerra civil española hasta su estancia en los tristemente famosos campos de exterminio nazi, José cumple la trayectoria vital de un hombre que pudo sobrevivir para poder contarlo.

Cuando en el año 2015 el Ayuntamiento de Bera aprueba una moción con “la finalidad de recordar a los vascos que fueron deportados, desplazados, detenidos y asesinados en la Segunda Guerra Mundial, y en especial  aquellos que tuvieron por alguna causa su residencia en Bera”, nadie podía esperar que gracias a  las redes sociales y  al doctor en historia Xavier Tornafoch, que en su día tuvo el honor de conocer y que llegó a entrevistar a José Rubio Delgado,  se pudiera aclarar el destino de uno de las personas a las que se hacía referencia en dicha moción, y que en Bera  por efectos de la guerra se le daba por desaparecido.



Dicha entrevista fue publicada en diciembre de 1988 en el nº66 de la revista “EL VILATA”. Referencia que Xabier Tornafoch indica a este Ayuntamiento de Bera, y que, en resumen, nos dice que José Rubio Delgado sobrevivió a la guerra y a los campos de exterminio nazis, rehaciendo posteriormente su vida en Cataluña.

Lo que viene a continuación, es una traducción al castellano del original publicado en lengua catalana en la revista “EL VILATA”.



José Rubio Delgado nació el 28 de abril de 1917 en A Coruña, pero él mismo reconoce que esto fue de manera accidental, ya que su familia es granadina de raíz.  Mi padre era carabinero, un cuerpo de orden público que ahora no existe, hacía tareas de control de aduanas, entre otras cosas. El padre era natural de Granada y allí nací yo. La vida se le mostró esquiva desde muy pronto. Cuando tenía un año quedó huérfano. Sus padres murieron de cólera en el trayecto de A Coruña a Málaga ciudad a la que iba destinado su padre. José cree que la epidemia de cólera que afectaba en Europa en aquellos tiempos era la causa directa de la Gran Guerra.

Hay que tener en cuenta, dice José, que había una gran cantidad de muertos que se pudrían en los campos de batalla de Europa.

¿Qué hizo usted cuando quedó huérfano?

 Fui a vivir con una tía, en un pueblo de la provincia de Granada que se llama La Herradura. Yo iba a la escuela, a veces, pero muchos días iba al campo a pastorear el ganado. Recuerdo la pobreza de mi pueblo; todo el mundo iba en carro. Y sólo había un autobús para ir a Granada capital. A los 10 años, sin embargo, me llevaron a la Escuela de Carabineros, en el Escorial. Era una escuela para los huérfanos del cuerpo de carabineros. Allí terminé enseñanza básica de la época.



 Cuando terminé la enseñanza básica estudié para carabinero, y el 1 de mayo de 1935, con 18 años cumplidos fui destinado como carabinero de la República a Vera de Bidasoa, un pueblo fronterizo de Navarra, que está cerca de Irún.

 La guerra civil.

 ¿Cuál Fue su reacción al estallar la guerra civil?

 Como Navarra cayó en manos de los rebeldes, nosotros fuimos rápidamente a Irún, para defender la República. Combatimos en Irún hasta el 4 de septiembre de 1936. Cuando las tropas de Franco entran en Irún nos refugiamos en Francia.

De Francia tomamos camino hacia Barcelona,​​donde se organizó una compañía de carabineros con el resto de otras compañías.

Una vez que nos habíamos integrado en la nueva compañía fuimos a Cartagena para defender a la República. De allí fuimos a luchar en la sierra de Guadarrama bajo las órdenes del capitán Galán (hermano del Galán que fusilaron en Jaca a principios de los años 30 por conspirar en favor de la República), de Guadarrama fuimos a Ciudad real. Allí instruíamos los milicianos y voluntarios que querían luchar contra Franco. En aquel tiempo yo era teniente de carabineros. En Ciudad Real crearon la 3ª Brigada Mixta de Carabineros y volvimos al combate.



Con la 3ª Brigada Mixta, José Rubio, combatió por buena parte de la geografía peninsular. En octubre de 1936 fue en Pozuelo de Alarcón. Después en Córdoba, y en Pozoblanco. En 1937 vuelve a Madrid, esta vez para detener la ofensiva de los nacionales sobre la capital. José Rubio recuerda las condiciones de la lucha en Madrid.  

Nosotros combatíamos con el fusil en la mano y poco más. En cambio, las tropas de Franco contaban con aviación alemana (los Junkers) e italiana (los Fiat). Lo que provocaba un número de bajas muy elevado entre nuestras filas.

La guerra le llevó a pisar Cataluña dos veces: en mayo de 1937, para detener los combates entre comunistas y anarquistas en Barcelona, ​​y en 1938 en el frente del Segre.

Después que se iniciara la retirada de los ejércitos republicanos en diciembre de 1938, José Rubio atravesó toda Cataluña hasta que el 16 de febrero de 1939 cruzaba la frontera para Puerto-Bou.



Después de la guerra civil.

Fuimos a parar al campo de refugiados de Saint-Cyprien. No podíamos salir del campo y nos pasábamos el día paseando por la playa.

Cuando Estalló la 2ª Guerra Mundial, José Rubio se alistó al XI Regimiento de Voluntarios Extranjeros del ejército francés.

Este regimiento fue liquidado a las primeras de cambio. Nosotros éramos tropas de choque que luchábamos por delante de la línea Maginot, y esto nos producía un elevado número de muertes. De 200 hombres, quedamos 20. Entonces se formó el XD Regimiento de Voluntarios Extranjeros, y me vuelvo a alistar. Luchamos en el pueblo de Verdún hasta que el 9 de junio de 1940 caímos prisioneros de los alemanes.

Una vez en manos de los alemanes, José Rubio fue internado en un pelotón de trabajo formado por unos 30 hombres, 9 de los cuales eran españoles. Estuvieron cosechando trigo por los alemanes cerca de Bélgica, y más tarde fueron trasladados al campo de “Stalag IX”. Allá nos pasábamos el día jugando al fútbol sin hacer nada. A comienzos de 1941 José Rubio, inicia la peregrinación por las cárceles alemanas, tras lo cual irá a Mathausen.



Mathausen.

Antes de llegar al campo de exterminio de Mathausen, José pasó por las cárceles de Frankfurt, Nuremberg y Munich. Los 28 de abril de 1941 llegaba, por el río Danubio a el campo de exterminio de Mathausen, en compañía de 28 españoles más.

¿Cuál Fue la primera impresión al entrar en Mathausen?

Cuando entramos en ella teníamos los ánimos por los pies. Con nosotros había otros españoles que en enseguida nos dijeron donde habíamos ido a caer., Recuerdo que a la entrada del campo había una inscripción, en varias lenguas que ponía: “el que saldrá mejor parado de aquí será con la cabeza bajo el brazo”. Nada más entrar nos despiojaban, nos ducharon con una manguera y nos dieron aquel traje a rayas, y que teniendo en cuenta que estábamos al costado de los Alpes no abrigaba nada.

¿De Qué países era la gente que estaba en Mathausen?

En aquel barracón donde estaba yo, había gente de todos los países (alemanes, españoles, polacos, etc.). En todo el campo podía haber unos 200 españoles. Los judíos estaban aislados en barracones aparte.



¿Había Alguna organización de resistencia en el campo?

En Mathausen no había ninguna organización de resistencia, todos vivíamos como podíamos. Era la ley del más fuerte. Todos recibíamos palos por igual. Allí un varapalo podía significar la muerte.

¿Cómo era la vida cotidiana en el campo de Mathausen?

La vida en el campo era muy dura. Nos levantábamos a las 6 de la mañana y trabajábamos en una cantera hasta las 12 del mediodía. A veces cargábamos piedras en unas barcas del río Danubio. Cuando nos levantábamos desayunábamos una taza de café que en realidad era agua sucia.

A las 12 del mediodía nos daban un cazo de agua con legumbres, y retornábamos a trabajar hasta la noche en que pasaban lista. Nos daban un poco de café y un pan de 300 gramos para 5 personas. Íbamos a dormir a las 10 de la noche. Dormíamos en el suelo y teníamos una manta para dos personas.

¿Cómo eran los soldados que los custodiaban?

En el campo había un comandante de la SS. Todos los oficiales y soldados (algunos no llegaban a los 15 años) también lo eran. Aquellos soldados jóvenes entraban de noche en los barracones de los judíos y los golpeaban con barras de hierro. Nosotros oíamos desde nuestros barracones los gritos de los judíos. Estábamos muertos de miedo porque no sabíamos si vendrían a picarnos a nosotros.



¿Tenían alguna comunicación con el exterior?

Ninguna. No sabíamos nada. Estábamos totalmente incomunicados.

¿Pensaba Usted que saldría vivo de allí?

Yo pensaba que nunca saldría vivo de aquel infierno. Recuerdo que cuando alguien se escapaba nos hacían trabajar todo el día sin comer, y por la noche nos hacían estar formados en la plaza sin poder dormir. Los que se escapaban, una vez que los encontraban, eran colgados delante de todos. En medio del campo había dos hornos que echaban humo negro lote el día.

Dachau.

Cuando José Rubio salió de Mathausen estuvo trabajando en una fábrica de armamento, para después llevarlo al campo de Dachau. «En aquel campo no hacíamos casi nada, las condiciones eran mejores que en Mathausen. Nos pasábamos el día jugando al fútbol con los SS.» La estancia en Dachau se prolongó hasta comienzos de 1945, momento en que José fue trasladado al campo de Buchenwald.

Buchenwald.

Entré al campo de Buchenwald a principios de 1945. Aquí trabajando en una cantera. En este campo había una resistencia organizada. Habían estado escondiendo armas, y yo me apunté. Valía más morir luchando que como un prisionero. La Liberación de José se produjo precisamente en el campo de Buchenwald.



¿Cómo se produjo?

Hacía días que los americanos bombardeaban el campo. Los veíamos desde los barracones y como los alemanes sacaban gente del campo y los mataban por las cunetas. El barracón donde estaba fue evacuado, pero yo me escondí y me fui a otro. Así pude salvar la vida.

Los alemanes abandonaron el campo el 1 de abril de 1945. Los prisioneros cogieron armas y luchar contra los alemanes que se retiraban, hasta la llegada de las tropas americanas. Los americanos nos hicieron entregar las armas, y ahí se acabó todo. Recuerdo que entre los americanos había muchos mejicanos e italianos con los que enseguida hicimos amistad.

Después de los campos de concentración.

Después de su liberación, José Rubio volvió a Francia, y permaneció dos meses sin hacer nada. Se alistó en la Agrupación de Guerrilleros (los maquis), pero no llegó a intervenir en ninguna acción.

Me instalaron en Saint Laurent de la Salanque, un pueblo agrícola del sur de Francia, y allí viví como vendimiador. El Estado francés llegó a ofrecerme la nacionalidad francesa, pero la rechacé, aunque a efectos legales yo era francés. También me dieron 1.000 francos en concepto de veterano del ejército francés.



Regreso a Gironella.

Vine a Gironella en noviembre de 1958, porque me casé con la que ahora es mi mujer (Dolores Ríos), que vivía en Gironella. La conocí en Francia, en el pueblo de Saint Laurent donde yo vivía.

José trabajó haciendo vigas en Quim de las Eras, y más tarde trabajó muchos años en la fábrica textil de Cal Metro, en Gironella. Ahora es jubilado. No volvió nunca más a Mathausen ni a ninguno de los campos de concentración que estuvo internado. Es miembro de la Amical Mathausen de Barcelona, ​​y conserva el carné de deportado, expedido por el Estado francés. José dice que desde que está en Gironella no ha visto a ningún de sus excompañeros en los campos de concentración.

José Rubio víctima de las fatalidades de una época, y de horror humano, expresa un deseo con pausada e impresionante serenidad:

Quiero vivir en paz. Nunca olvidaré lo que he pasado y lo que he vivido. Pero han pasado muchos años y los protagonistas de aquellos hechos pertenecen a otra generación.

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.

 

 

miércoles, 27 de julio de 2022

ERMITA DEL SANTO CRISTO DEL PORTAL PORTUGALETE

 

ERMITA DEL SANTO CRISTO DEL PORTAL en portugalete



La “ermita del Santo Cristo del Portal”, demolida a raíz de unas  obras realizadas para mejorar el trazado de la carretera y que afectaron a la conocida popularmente como “Plaza del Cristo”, (en realidad la plazuela o plaza del Cristo de los Mártires, se encuentra en la parte superior de la calle del Medio), fue reconstruida e inaugurada el 16 de agosto de 1910  junto al antiguo lavadero de la campa de San Roque, ermita  que con el tiempo perdería su nombre original para ser sustituido por el de “ermita de San Roque”, lugar donde se veneraban tanto las imágenes del Santo Cristo como la de San Roque. Hoy su imagen se conserva en la capilla de San Antonio de Padua en la parroquia.



León Fernández, párroco de la iglesia Santa María de Portugalete, el 4 de agosto de 1910, remite la siguiente carta al Obispo de Vitoria, el cual le concede “servatis servandis” dos días después.

Me cabe la satisfacción de manifestar a V.E.I. que el Ayuntamiento de esta villa que obtuvo oportunamente la competente licencia para derribar la capilla del Sto. Cristo del Portal y reconstruida en la campa de San Roque en las afueras de la villa desean para inaugurarla celebrar una Misa solemne con sermón el día diez y seis del corriente; en su consecuencia suplico a V.E.I. si lo tuviera por conveniente, me conceda su autorización para bendecir la expresada nueva capilla.

Dios guie a V.E.I.  

Ldo. León Fernández Martínez. (AHEB-BEHA, 3053/003-21)

     Fundación El Abra

GASTOS: Es curioso encontrar en los recibos emitidos por las abadesas del convento de Santa Clara durante los años 1915/1922 (Sor Jesús María Sacristán, Sor Purificación Galarraga y Sor San Luis Babio) relativos al cuidado y mantenimiento de las imágenes del interior de la ermita, encontrar en sus facturas tanto la referencia” capilla de San Roque como capilla del Santo Cristo”. Como también encontrar en un legajo una referencia del “Cristo del Amparo”, (Casilda Rodríguez, 13 pesetas por el aceite invertido en el alumbrado del Cristo del Amparo del 27 de agosto hasta 31 de diciembre de 1923)

De la dejadez que padecía la ermita antes de su desaparición, bien vale la referencia siguiente.

Del obispado de Vitoria al cura párroco de la parroquia de Portugalete, 15 de mayo de 1888.



En el expediente que se tramita ante esta comisión diocesana sobre conmutación de rentas de la Capellanía fundada en la ermita del Santo Cristo del Portal de esa villa, con bienes del licenciado D. Miguel de Demosti, aparece que por auto del 23 de marzo de 1854 se dispuso que el libro de fundación con las escrituras que tenía se archivasen en esa parroquia hasta tanto que el Excelentísimo Prelado o su tribunal determinasen quien hubiera de ser en lo sucesivo el capellán o administrador de ella, y como se ignora en esta dependencia quién ha disfrutado las rentas de dicha fundación con posterioridad a aquel auto y con qué título, no habiendo tampoco noticia de si por la autoridad diocesana se adoptó alguna nueva resolución, se hace necesario que remita Usted a esta Secretaria con la conveniente seguridad, aprovechando para ello una buena ocasión que se le represente el mencionado libro y que además  se sirva informar cuanto conste y pueda averiguar acerca de ellos particulares indicados. (AHEB-BEHA, 3053/003-23)

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.