EL PALACETE DE SAN JUAN DE
DIOS
Como prueban las iniciales A. E., inscritas en la
vidriera del palacete, este se debió de construir por encargo y residencia de
Ángel Baldomero Echevarría Menchaca (nacido en Santurtzi 27/02/1853), hijo de
José Echevarria Llosa y de Josefa Menchaca Zuluaga.
Ángel, era sobrino de Laureana Menchaca Zuluaga, importante
propietaria urbana de Portugalete. Entre las posesiones de Laureana había otra
casa ―más antigua y modesta― derribada hacia 1929 para ampliar el jardín del
Hogar y Clínica de San Juan de Dios, y que estaba junto a la de Ángel.
Respecto a la fecha de la construcción, parece
situarse entre los años 1892 y 1898, cuando la avenida Murrieta se llamaba “Calle del Barrio
Nuevo”. Debe tenerse en cuenta que Ángel aparece por primera vez como vecino de
Barrio Nuevo en el censo electoral de Bizkaia de 1898, lo cual significa que
residía en Santurtzi por lo menos desde 1895. Y es seguro que falleció en el palacete,
el 18 de octubre de 1899.
En 1910, la casa pertenecía a Juan Eleuterio
Echevarría Menchaca; constaba de dos pisos, casilla, estercolero, pozo, huerta
y viña. Juan era hermano de Ángel.
En 1923, la Fundación Benéfica Aguirre se declaró
propietaria del chalé y pidió que fuese dado de baja en el padrón de fincas
urbanas como posesión de Juan Echevarría.
El 24 de
octubre de 1924, la clínica de San Juan de Dios destinada en
sus comienzos para niños pobres e impedidos, se inaguró con el doctor Bruno Alegría Corral en la subdirección
facultativa y a cargo de la clínica donde trabajó hasta el año 1954. Por lo tanto, la denominación "chalé de Alegría" se originó entre esos
años.
Desde el año 1972, el palacete está inscrito así en el
Registro de la Propiedad de Santurtzi:
“Casa señalada con el número dos de la Avenida de
Murrieta, a corta distancia de la carretera de Portugalete a Santurce, cuya
carretera tiene en esta parte ese nombre. Dicha casa se halla construida de
mampostería, con cubierta de teja plana barnizada, y consta de bodega, planta
baja, un piso y camarote, midiendo aproximadamente ciento cincuenta y cuatro
metros cuadrados”.
Por entonces, sin embargo, el chalé ya no tenía ese número, que era el que le
había asignado el ayuntamiento en el año 1900, poco después de su construcción.
Salvo algunos datos relativos a fechas, nombres y
fotografías que aparecen en el artículo, su autoría se debe a: José Manuel
López Diez.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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