martes, 20 de agosto de 2019

LANCHA DE BERNARDINO SAN CRISTOBAL ZIERBANA 30/03/1882


ZIERBENA, NAUFRAGIO 30/03/1882

LANCHA DE BERNARDINO SAN CRISTOBAL



Noticias aparecidas en el periódico “El Noticiero Bilbaíno”, los días 1 y 2 abril de 1882, y que hacen referencia al naufragio de una lancha con catorce marineros matriculada en el puerto de Zierbena.
Siendo estos los marineros desaparecidos:

Bernardino María San Cristóbal Beraza, nace el 20 de mayo de 1839, hijo de Eusebio y de María. Estaba casado con Carmen Bernaola Sasia, nacida en Somorrostro el 21 de febrero de 1857. Su hija, Ana San Cristóbal Bernaola nace en Zierbena el 28 de octubre de 1880.

 Francisco María Aramayo Zubicaray, es bautizado en Ondarroa el 14 de noviembre de 1854, hijo de Ignacio y de Paula. Estaba casado con Juana Arteche Sainz natural de Zierbena y bautizada el 19 de setiembre de 1851.

Braulio Cabieces Vibanco, nacido en Somorrostro el 25 de marzo de 1850, hijo de Raimundo y de Josefa. Estaba casado con Cecilia Quintana y Elorza, natural de Zierbena y nacida el 22 de noviembre de 1841. Sus hijos eran: José María Bernabé, (Zierbena,11/07/18779), Valeriano Juan, (Zierbena, 28/11/1879) y Juliana Braulia, (Zierbena, 17/02/1882).

Ramón Castaños Careaga, nacido en Zierbena el 5 de abril de 1860, José María Castaños Careaga, nacido en Zierbena el 2 de agosto de 1862, estos dos hermanos eran hijos de Cándido y de Fulgencia. Sus hermanos fueron: Virginia Bonifacia, (Zierbena,05/06/1856), Cándida María, (Zierbena,03/10/1858), Francisco Javier, (Zierbena,03/12/1865), Aniceto Antonio, (Zierbena,17/04/1868) y Miguel, (Zierbena,29/09/71).

Victoriano Saráchaga Ortega, nacido en Zierbena el 23de abril de 1856, era hijo de Francisco y de Josefa. Estaba casado con Virginia Bonifacia Castaños Careaga, nacida en Zierbena el 5 de junio de 1856. Su hijo, Esteban Francisco, nacido en Zierbena el 4 de agosto de 1880.

 Fructuoso Mendiola Undido, nacido en Zierbena el 12 de junio de 1862, era hijo de Juan y de Francisca. Sus hermanos; Rufino Mamerto, (Zierbena, 16/11/1859), Severiano, (Zierbena, 22/04/1867. Fallecería en otro naufragio ocurrido en Arminza el 10/11/1891), Catalina Inocencia, (Zierbena,13/02/1865), Vicente Severiano, (Zierbena, 19/08/1870).

Tomás Barquín Llaguno, nacido el 6 de abril de 1865, hijo de Fernando y de Manuela. Sus hermanos fueron: Jacinto (Zierbena, 12/09/1863),Celestino Tomás, (Zierbena, 06/04/1865), José Ponciano, (Zierbena,  19/11/1867), Manuel, (Zierbena,26/10/1869), Seberiana, (Zierbena, 06/07/1872), Josefa Graciana, ( Zierbena, 19/12/1873), Constancia (Zierbena, 20/09/1875),  Víctor, ( Zierbena, 11/09/1878), Sebastián Antonio, (Zierbena, 20/01/1877), Julia, (Zierbena, 13/04/1883), y Sinforosa Piedad, (Zierbena, 18/07/1884). 

 Francisco Verchili Balerdi, nacido en Irún el 24 de diciembre de 1865.
Era hijo de José Ramón Verchili Sanz, (Castellón de la Plana 31/08/1837) y de Josefa Balerdi Múgica, (Usurbil, Gipuzkoa, 21/11/1840). Al menos tubo los siguientes hermanos. Prudencia Verchili Balerdi, (Gipuzkoa, 28/04/1864), Leonor, (Zierbena, 20/02/1867), Agustín, (Zierbena el 25/12/1869, fallecería en otro naufragio ocurrido en Arminza el 10/11/1891), Bonifacia, (Zierbena,20/02/1874), Casimiro, (Zierbena, 18/08/1878), y Serafina, (Zierbena, 20/01/1882).

Juan José Elorza Amez, nacido el 30 de marzo de 1830, era hijo de José Joaquín y Josefa. Estaba casado con Petra Rosa Valle Pucheta, nacida en Zierbena el 19 de mayo de 1832. Sus hijos Fueron: María Teodora, (Zierbena,09/11/1860), Manuela, (Zierbena, 21/11/1862), Juana, (Zierbena, 04/10/1864), Gertrudis, (Zierbena,17/11/1866), Fermina, (Zierbena,30/03/1870), y Andrés Domingo, (Zierbena, 18/04/1872).

Ceferino Pascual Bernaola Sasia, nacido en Zierbena el 12 de mayo de 1846, hijo de Juan y de Victoria. Estaba casado con Daniela Modesta Larrea Arteche, nacida en Zierbena el 10 de abril de 1845. Fueron sus hijos: Cirila, (Zierbena,01/12/1870), Josefa Matea, (Zierbena, 24/08/1873), y Julián Pedro, (Zierbena, 17/03/1880).

Cecilio Tejada Obares, bautizado en Zierbena el 4 de marzo de 1862, era hijo de Fernando y de Faustina. Sus hermanos fueron: Leocadia Nicolasa, (Zierbena,09/12/1854), Nicolasa Rufina, (Zierbena 30/07/1859), Martina, (Zierbena,13/11/1864) y Basilia Leocadia, (Zierbena, 14/06/1868).

Eduardo Vidal y Ángel Rodríguez.



“El Noticiero Bilbaíno” sábado 1 de abril de 1882

“Salió anteayer tarde una lancha de Ciérbana y otra de Santurce en busca de buques para remolcar. La segunda vio a la primera y se le adelantó, perdiéndola luego de vista. Como la de Ciérbana no regresase por la noche al puerto, se la buscó inútilmente hasta que ayer mañana se la encontró hecha pedazos hacia la parte de Algorta sin que se pudiese adquirir noticia alguna de los tripulantes, que eran catorce y se creen que hayan desaparecido. Es inútil de explicar el profundo dolor con que hemos recibido esta tristísima noticia”El piloto de la lancha del puerto de Santurtzi era mi bisabuelo Camilo Antonio Gutiérrez Arana, (LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 3 y 4 de abril de 1882).


 “El Noticiero Bilbaíno” domingo 2 de abril de 1882. Carta al Sr. Director de El Noticiero Bilbaíno”, San Pedro de Abanto 31 marzo 1882.

“Muy señor mío: Quisiera en lo profundo de mi corazón no tener que coger la pluma para reseñar el cuadro desgarrador que en estos momentos presenta la barriada de Ciérbana: el corazón más empedernido llene que ablandarse al contemplar «catorce» familias sumidas en la angustia más horrible, imposible de escribir; catorce bravos marinos vecinos de dicho barrio | perecieron ayer ahogados a una distancia de legua y media del puertecito de Ciérbana, desafiando las embravecidas olas para ganar el sustento propio y de sus infortunados hijos: véase el suceso.

Serían las cinco de la tarde de ayer cuando una lancha propia y mandada por el práctico de este puerto don Bernardino San Cristóbal, sale en regateo con otra de Santurce, a pilotear dos vapores; la marcha que ambas emprendieron era precipitadísima; poco habían andado cuando el velamen de la del primero no se divisaba; la primera impresión habida fue de que ocurriera algún catástrofe, pero se desvanecieron tales impresiones (que en realidad no lo eran) al ver que la otra lancha o sean sus tripulantes, distantes unos cien metros, no hicieron aprecio alguno y siguieron su rumbo.

Algún tanto receloso el vecindario acudió presuroso al puerto cuando regresaron los que iban embarcados en la de Santurce, pero, ¿cuál no sería su sorpresa al oír de ellos con voz al parecer afectada que no habían visto a los otros tripulantes?

Imposible parecía tal aserto, poro tampoco es dado dudar de que, si se hubieran apercibido del siniestro, nada más consecuente y caritativo que auxiliar a sus compañeros de fatigas.

Sea cual fuere la causa, los catorce Infelices han sucumbido víctimas de su arrojo por el bienestar de sus respectivas familias.

 ¡Dios les habrá acogido en su seno; son prendas irremplazables, pero, ¿qué medios piensan adoptar para evitar tamaños males? ¿O es que se pierden en el espacio las diferentes y continuas advertencias de la prensa? Conteste quien deba o le corresponda hacerlo, pero entre tanto esas infelices esposas o hijos, penetrando con sus” ayes” el espacio, llegan hasta el Omnipotente en demanda de justicia, ya que los descuidos o negligencias en la tierra les hacen apurar las heces del dolor, precisados se verían á implorar la caridad pública sino tuviesen plena confianza en la reconocida caridad que la prensa bilbaína tiene acreditada en supremo grado, y que no dejará desperdiciar en esta ocasión para perfeccionarla:¡ cuántas lágrimas enjugarán con ello!

Al cerrar estos desaliñados renglones acabo de tenor noticia de que en el punto llamado Escuribarri ha aparecido la lancha de referencia, muy deteriorada, y a su lado el cadáver de Tomás Barquín, uno de sus tripulantes”.

 En sesión ordinaria del pleno de Abanto y Ciérbana celebrado el 8 de marzo de 1882 se acuerda “Que teniendo en cuenta la horrible hecatombe ocurrida el día 30 último de marzo en el mar próximo al puerto de Ciérbana, pereciendo 14 hombres de aquel barrio, se acordó por unanimidad abrir una suscripción voluntaria encabezándola de los fondos municipales con dos mil reales y en el acto con las aportaciones de los presentes.

Por otra parte, se rogará al Sr. Administrador del Noticiero Bilbaíno, se digne insertar en las columnas de dicho diario dicha suscripción con el fin de inclinar la caridad pública hacia los infelices huérfanos de dicho barrio de Ciérbana.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales






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