jueves, 13 de abril de 2017

Servicio Militar



Testimonio de que la Vida Pasa y que afortunadamente el servicio militar obligatorio es un mal del pasado y que ojalá no vuelva a suceder.

A mi me tocó ir a Zaragoza por estas fechas de abril del año 1976. Tuve suerte en aquellos 14 meses de mili, pude venir muchos fines de semana a casa, no aprendí nada en ella, lo único quizás a convivir con personas que como yo que pesábamos que la guerra es un mal innecesario, donde los únicos que pierden son los soldados. Tiempo de mi vida estéril y sin ningún provecho. Catorce meses tirados a la basura.

 De aquellos tiempos, he mantenido la amistad con Carmelo Lamborena, persona estupenda y buen compañero,  lo demás no tarde mucho en olvidarlo. Carmelo aparece en una foto delante mío, queriendo partir un chusco de pan con cuchara y tenedor. 

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales



No hay comentarios:

Publicar un comentario