LAVADEROS EN ARANAZ-ARANTZA
Durante años y hasta bien
entrado el siglo XX, la falta de agua corriente en las casas, obligaba
principalmente a las mujeres a acarrear este elemento a sus viviendas y a su
vez, a que la limpieza y lavado de la ropa se realizara fuera de ellas. En esta
tarea, las mujeres mientras realizaban la colada, realizaban la mayor parte de
su actividad social compartida con sus vecinas y familiares.
En Arantza, en una época no muy lejana, si el
caserío se encontraba cercano a una regata, cada familia disponía de su propia “harria”, una losa plana,
donde realizar el lavado. A veces sucedía que por la lejanía del agua a las viviendas se construían, fuentes, askas, lugares de colada, “gobada lekua”, tal y como
se puede apreciar en las concentraciones de caseríos en los barrios de :
Aientsa, Azkilarrea, Eguzkialdea, y Bordalarrea. En otros casos, el
ingenio y el aprovechamiento de un manantial eran suficientes para realizar
este tipo de construcción.
En el casco urbano de Aranaz se pueden encontrar lavaderos que están techados para proteger de las
inclemencias del tiempo a aquellas mujeres que
realizaban estas labores de colada todos los días del año. Son lavaderos
de uso público y era obligatorio lavar la ropa en ellos, sobre todo en núcleos
urbanos.
Los lavaderos urbanos, antaño
cumplían una gran labor social, pues eran también lugar de reuniones, ya que
mientras realizaban este trabajo se relacionaban con otras mujeres. Para
realizar la colada primero en casa se colocaba la ropa de manera ordenada en la
cuba y sobre ella se ponía un trapo donde se colocaba ceniza de carbón vegetal
y hojas de laurel, para a continuación verter agua hirviendo sucesivamente
hasta que la ropa se consideraba lavada. Después esta se llevaba al lavadero donde
se procedía al enjabonado y aclarado.
En la mayoría de los casos el
jabón empleado era de elaboración propia, a base de mezclar sosa, grasa,
aceites y otros componentes. La función principal de la ceniza no era otra que
la de blanquear la ropa y para conseguir un olor agradable de esta,
indistintamente se usaba las hojas de laurel y otras plantas aromáticas.
Desde aquí, un homenaje y
reconocimiento, para todas aquellas mujeres,
que a pesar de la dureza de este trabajo, unidas a otras tareas y usos como
blanquear las paredes de las casas, arenar los suelos de madera, trabajos en
las huertas, etc. fueron los pilares de las familias.
Nire lagun mina, Patxi Larretxea
Nire lagun mina, Patxi Larretxea
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario