RECONOCIMIENTO
FUERTES Y BATERÍAS AÑO 1726
2ª PARTE
Extracto del reconocimiento y
visita efectuada a todos los fuertes, baterías, playas, puertos y calas
del Señorío de Vizcaya, y de lo que se debe proveer para su mejor defensa,
según el teniente coronel e ingeniero don Pedro de Montellano, conforme al
decreto de la Diputación General de veinte y dos de agosto. Año 1726. AHFB, AJ01458/016
Si en el año 1684, el
capitán Juan de Taborga y Sarabia efectúa un reconocimiento del estado de las
baterías formadas en la entrada de la barra y puerto de la villa de Portugalete,
posteriormente en el año 1726, se reconocieron todos los fuertes vizcaínos
comenzando desde el último de la Encartación y prosiguiendo por su orden hasta
acabar en el de Ondarroa. Hay que mencionar que en esta ocasión solo se hará
referencia a los correspondientes a Santurtzi y Portugalete, en el orden tal y
como aparece en el informe.
La mayoría de estas baterías
tuvieron en su origen nombres de santos, nombres que fueron con el tiempo
sustituidos por otros que son los que en su mayoría han llegado a nuestros
días. De la lectura de este informe se
puede sacar la conclusión de que en esa
fecha de 1726 las baterías reconocidas estaban escasamente atendidas.
SAN BARTOLOMÉ-GIBILIS. En la batería de San
Bartolomé se encuentran cuatro cañones de diez y seis y diez y ocho sus fogones
embarazados de tierra. Sus ajustes se deben componer. También se encuentran
otros dos cañones, uno de ocho y otro de cuatro, sus ajustes enteramente en
desorden y solo se podrá aprovechar de hierro viejo que tuvieren. Esta batería
necesita de limpiar su explanada, teniendo sus merlones (almena) en buen
estado como su tejavana, aunque no es capaz de contener más y será preciso
alargarla para que quepan todos y estén a cubierto y sería conveniente cerrarla
como las demás.
SAN GERÓNIMO-LAS CUARTAS. La batería de San
Gerónimo con cuatro cañones del mismo calibre que con corto repaso se pondrán
de servicio. Su esplanada se debe limpiar y retejar su tejavana que es capaz de
contener los cuatro cañones, pero se pueden añadir cuatro más tanto a las dos
troneras abiertas y los otros se podrán poner a sus flancos y en ese caso se
deberá prolongar la tejavana. Necesita esta batería cerrarse para su
conservación y sus cureñas pintarlas, o alquitranarlas para su duración.
SAN BERNARDO-EL CAMPILLO. También
identificada como San Bartolomé de Cercamar. La batería de San Bernardo
contiene cinco piezas del calibre antecedentes. Sus ajustes necesitan reparación,
haciendo de los cuatro tres y el quinto está enteramente deteriorado y solo se
podrá aprovechar algún herramen. La tejavana en la explanada necesita cerrarla
y los pertrechos para la servidumbre.
Alfredo Moraza Barea. Revista de estudios marítimos del País vasco, Itsasmemoria n 6.
SAN JORGE-LA ALMENA. Santurce es un puerto de corto contenido y se puede en todo tipo hacer desembarco, aunque con pocas lanchas y mucha dificultad. Se haya guarnecida de una batería llamada de San Jorge. Capaz de contener diez cañones y al presente solo tiene cuatro y es de ellos uno de diez y ocho, dos de diez y seis y el cuarto no es de servicio. Sus ajustes solo se podrán aprovechar el herramen que tuvieren. La batería es muy capaz y de piedra sillar y solo necesita algún reparo en la explanada, y para su entero uso cortar unos árboles que se hayan a la izquierda de su frente.
LA PLATAFORMA-PLAZA BAÑALES. En el paraje
llamado La Plataforma se pueden poner cuatro cañones que impidan el desembarco,
cargados a cartucho de metralla que deberán estar montados sobre cureñas y
ocultos hasta momento oportuno. Al presente se hayan en dicho paraje dos
desmontados y de poco calibre también, también hay en dicho paraje las almenas
donde se puede poner otro cañón de grueso calibre que puede servir para largo y
en el desembarco sería muy útil cargado con metralla. En dicho puesto hay un
almacén bien provisto.
SANTA BÁRBARA-CAMPO GRANDE. La batería llamada Campo Grande es capaz de contener ocho cañones. Su explanada está en buen estado y los merlones que son de tierra necesitan de entero reparo, su tejavana necesita de reparo en el tejado. Su almacén necesita una puerta doble y quedará muy bueno. La puerta principal necesita una buena y es necesaria, como también quitar los escalones de su entrada y hacerla en forma de lengüeta para más facilidad. Tiene al presente cinco cañones, algunos de ellos con sus fobones embarazados y es preciso barrenar los calibres, y si se componen los ajustes de cuatro podrán servir, y del quinto solo sirve su herramen. Las puertas no necesitan poner cerradura a la de la tejavana, pero si de acomodarlas de género que puedan cerrar para guardar los cañones de las aguas y humedades que levanta la mar cuando los vientos son nocivos.
SAN JOSÉ-EL CUERVO. La batería
nombrada el Cuervo es un fortín parapetado de piedra sillar en forma de batería
en tenaza y en los dos lados que miran al mar y ría se han erigido merlones de
tierra para su cubrimiento. Los que necesitan de redificarse por estar
totalmente demolidos, aunque soy de sentir que ninguna de las baterías
revestidas de piedra necesite. Es capaz de contener siete cañones y al presente
solo tiene cuatro de los calibres antecedentes. Sus ajustes necesitan de mucho
reparo. Tiene esta batería a su lado su tejavana y detrás de ella un almacén
capaz y en buen estado.
El SOLAR. Portugalete es un
puerto a donde pueden entrar muchos navíos. Tiene barra cuya entrada está a
disposición del tiempo. Tiene sobre la ría una batería llamada El Solar que es
de piedra sillar y capaz de contener seis cañones y al presente se haya con
cuatro, dos de bronce de catorce que son de la villa y otros dos de a diez y
seis que son de la de Bilbao, como las antecedentes baterías puesta nuevamente
en estado.
En esta villa está de ordinario
el almacén General y desde la ría hasta la subida para ir a Algorta, cuya
distancia será de un tiro de cañón hay una duna de arena enfrente y paralela a
la barra, a donde en caso de guerra con facilidad y al momento oportuno se
pueden construir diferentes rasantes baterías que cojan de frente las
embarcaciones que pudieran atentar.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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