BASILIO LACORT LARRALDE
MONUMENTO CARABINEROS ENDARLATZA
Basilio Lacort Larralde, nace
el 15 de junio de 1851 en Bera. Hijo de José Lacort guardia civil, natural de
Bierge (Huesca) y de Martina Larralde natural de Bera, de la casa conocida como
Etxenikea. Murió en Pamplona el 5 de julio de 1908.
A la edad de 14 años, Basilio
se alistó como guardia joven en el mismo cuerpo militar que servía su padre,
sirviendo en el pueblo de Elizondo como primer destino.
Defensor de las ideas
republicanas, no tuvo ninguna duda en defender al gobierno republicano surgido a la
abdicación de Amadeo de Saboya, lo cual le llevó a participar activamente en la
3ª Guerra Carlista. Durante el periodo de esta guerra civil, ascendió de
guardia de 1ª clase a cabo de 1ª, siendo condecorado con la Cruz Blanca al
mérito militar por sus acciones en las contiendas de: San Antón, Allo, Arellano,
etc.
Una vez acabada su trayectoria militar,
Basilio destacó como periodista en la defensa del republicanismo y del
laicismo, lo que le llevó a que fuera excomulgado en diversas ocasiones. Entre sus empresas periodísticas destaca el conocido semanario republicano
"El Porvenir Navarro", que apareció en 1898 en Pamplona con el lema
"Patria - Libertad – Orden.
Es muy probable que estos fueran
suficientes motivos; ser de Bera, militar del cuerpo y republicano, para que
pusiera de su parte un empeño especial, y poder colocar como homenaje un
monumento mausoleo en el lugar donde la partida del cura Santa Cruz fusiló el 4
de junio de 1873 a 28 carabineros republicanos, (un oficial y 27 carabineros),
mientras otros siete morían de diferentes formas. De los 41 carabineros que
componían la defensa del cuartel, únicamente únicamente seis se salvarían.
Estos son todos sus nombres.
Fusilados por los carlistas: Teniente, Valentín García Rodríguez, sargento 2º,Ignacio
García Rodríguez, sargento 2ºJosé Martín Yuste, corneta, Antonio Alonso
Moreno, carabineros Pedro Cervino Garrido, Juan Pazos Tablas, Perfecto
Fernández Incógnito, Leoncio Calvo Vicente, Mariano del Barrio Torno, Pedro
Muñoz Armedo, Aniceto Alonso Gutiérrez, Antoni Pérez Villa, Manuel Antuña
Riera, Benigno Pegnante Expósito, Antonio Valencia Suico, Vicente Suárez
González, Gabino Férnandez Aristizabal, Doroteo Gutiérrez Barragán, José Lara
Ullana, Francisco Cristobal Martín,Gabriel Romeo Rubio, Joaquín Bergna Monet,
Antonio Romero Angulo, José Olaizola Atauri, José Santaluz Fernández, Ciriano
López Llanos, Ruperto Sáez Martínez y Manuel Suárez Fernández.
Muertos en la defensa
del fuerte: cabo 1ºMiguel Méndez Rodríguez, cabo 2º, Francisco Alvarez
Alvarez, carabineros Juan Jareño Navarro y Antonio de la Iglesia Incógnito.
Ahogados al pasar el río : carabineros Pablo Alonso Sáez,
Francisco Pérez Martínez, Joaquín Castellanos Bañoras.
Carabineros salvados cruzando la carretera: Santiago
Benavides Rodríguez y Anastasio Benavides Rodríguez, y pasando a nado a
Francia: Jerónimo Ciriano, Pedro Hernández, Joaquín Marilla y Ventura Alvarez.
O quizás, estos motivos fueron impulsados
a raíz del viaje que realizó el 10 de mayo de 1907 a la Villa de Yanci
acompañado por Tomás Berminghan, Eugenio Gabilondo y Juan Bein, presidente,
vicepresidente y secretario respectivamente de la comisión ejecutiva para
rendir homenaje a los mártires de la Libertad. Viaje programado con el objeto
de proceder a la exhumación de los hermanos Nicanor y Dionisio Arruti,
voluntarios liberales fusilados por los carlistas, cuyos restos estaban
depositados en el cementerio de dicha Villa desde la madrugada del 18 de mayo
de 1873. También formaban parte de la expedición para ayudar a la comisión los
médicos Manuel Bago y Manuel Celaya.
Al llegar de Irún a Endarlatza, tras
pasar el puente, camino por carretera de Bera a Yanci, la comisión se detuvo en
aquel fatídico lugar, comprobando que el único recuerdo de aquella fechoría
cometida sobre los carabineros, consistía en una inscripción realizada a
cuchillo en el tronco de un castaño nacido en el lugar que tuvo lugar la
ejecución con el siguiente epitafio: “Fusilamiento
de carabineros día 4 de junio 1873
R.I.P.”, y a la sombra del castaño una pequeña cruz de madera a los pies
del árbol, fruto de un alma caritativa. (El País, 21 mayo
1907)
Pudiera ser que el lamento de que ninguna institución militar o pública
hubiera reaccionado, ni tomado iniciativa alguna de erigir una lápida o
monumento en recuerdo de los carabineros republicanos, lo que le pudo llevar a pensar a Basilio en ese preciso momento, que a través
de la prensa, en especial del periódico el Porvenir Navarro del que era director,
y principalmente de su participación activa en los círculos republicanos navarros y guipuzcoanos, y además
contando con la suscripción popular con
la cuota máxima de una peseta, poder
erigir un mausoleo que recordara los sucesos de Endarlatza y corregir lo que
durante más de cuarenta años estaba siendo olvidado. Logro fue alcanzado cuando
por fin, Juan Cartagena pudo construir
un monumento mausoleo y colocarlo hacia
1913 en el lugar del fusilamiento.
En la primera semana de octubre del
año 1907, todos los esfuerzos y empeños de Basilio Lacort se vieron
recompensados cuando en dos actos diferentes, uno militar y otro civil, se
rindió homenaje a los carabineros, colocando en el lugar de los fusilamientos
un monumento de manera provisional.
De estos hechos, bajo el título” Por los mártires de Endarlatza” dio
cumplida cuenta el diario republicano “La Voz de Guipúzcoa”, que nos cuenta de
esta manera el acto militar.
Con la solemnidad propia del acto se ha llevado a cabo
hoy la inauguración del monumento
provisional que el Cuerpo de Carabineros dedica a sus compañeros inhumanamente
fusilados el 4 de junio de 1873, por el sanguinario cabecilla carlista cura de
Santa Cruz.
A las nueve y media de la mañana, en el tren mixto,
llegaron con el teniente coronel de carabineros, primer jefe de la comandancia
de Guipúzcoa, varios jefes y oficiales del citado cuerpo, del Regimiento de
Sicilia, de la Guardia Civil, y representaciones de las Aduanas de Pasajes y San Sebastián.
Poco después, en unión de las autoridades
y parte delos invitados de esta villa, se dirigieron a la estación de la
compañía de minas “Irún Lesaka y Ferrocarril del Bidasoa”, la cual se había
ofrecido galantemente a transportar a Endarlatza a la comisión oficial y al
efecto estaría dispuesta una máquina con un furgón y el coche salón que la
citada compañía usa para su servicio particular. El resto de la comitiva fue en
carruajes por la carretera.
Reunidos todos en Endarlatza, dio
comienzo la ceremonia minutos antes de las once.
En la carretera, frente al frondoso
castaño bajo cuya sombra cometió tan criminal acción el tristemente célebre
cabecilla carlista, formaron dos compañías de carabineros, varias parejas de la
benemérita y un paquete de carabineros y guardias de caballería.
Delante se colocó la comitiva, en la
que figuraban el Teniente Coronel, el Primer Jefe de la Comandancia de Carabineros,
un comandante y varios capitanes y oficiales del mismo cuerpo, el Comandante
del Regimiento de Sicilia señor Pozo y los capitanes señores Alvarez, Romero y
Depeña, Jefe de la Comandancia de Guipúzcoa de la Guardia Civil, Comandante
Gobernador Militar de Irún, administrador de esta Aduana señor Roca, el Vista
de la misma señor Capdepón, y otros funcionarios del mismo cuerpo en
representación de la Aduana de Pasajes y San Sebastián, teniente alcalde de
Irún señor Iglesias, el alcalde de Vera señor Larumbe, Juez municipal de Irún
señor Lorda, en representación del Presidente de
la Audiencia de San Sebastián, algunos
retirados del ejército que también lucharon por la libertad en estas montañas,
y varios particulares.
Alrededor
del histórico castaño, que como es sabido se encuentra inmediato a la carreta y
a unos doscientos metros del puente de Endarlatza hacia el lado de Navarra, se
había colocado un enverjado de madera y en el centro una cruz sobre una grada
también de madera, con la siguiente inscripción. “Recuerdo que el cuerpo de
carabineros dedica a sus compañeros fusilados por los carlistas en este sitio
después de heroica defensa del puesto a su cargo- Provisional- Año de 1873”…
Una vez descubierto el provisional mausoleo, el acto
se dio por terminado con un expresivo discurso del teniente coronel jefe de la
Comandancia de carabineros de Guipúzcoa, el cual se reconoce que con este acto
se cancela una deuda sagrada que se tenía con aquellos que entregaron su vida
por la Patria y la Libertad.
Varios días después de este acto militar, se
celebró en el mismo lugar que el anterior y con el mismo fin un acto civil y así relataba el periódico “El País” el acto de Endarlatza.
En San Sebastián se verificó ayer
una reunión a la que asistieron la Junta municipal de la Unión Republicana y la
comisión nombrada para honrar la memoria de los hermanos Arruti, víctimas
también de los fusilamientos ejecutados por los carlistas. Los republicanos de
la capital de Guipúzcoa, queriendo ser partícipes en el tributo que va a
rendírseles a aquellos valientes y desgraciados hombres, tomaron el acuerdo de
enviar a Endarlatza una representación del partido, que servirá para aumentar
el crecido número de los que allí han de reunirse con tan solemne motivo.
De la comisión que entiende en los
honores a los hermanos Arruti, irá también una lúcida representación compuesta
de los Sres. Berminghan, Lasquibar (D. Leandro), Arcelua, Gabilondo y Bain.
Nuestro querido compañero y amigo
D. Basilio Lacort, director de El Porvenir Navarro, y presidente de
la comisión ejecutiva que ha
intervenido en la construcción
del monumento, está en San
Sebastián, y unidas a él ambas representaciones, saldrán todos juntos para
las (3,37 de la
mañana del domingo, para tomar allí el carruaje que ha de conducirles á
Endarlatza.
De Pamplona saldrán para Irún muchos
liberales y republicanos navarros, con objeto de asistir a la inauguración del
monumento levantado en el puente de Endarlatza, a la memoria de aquellos mártires
de la libertad, de aquellos 28 carabineros vilmente asesinados por el cura
Santa Cruz, por aquel bandido con ropa talar, cuyos instintos llegaron a
infundir pánico a sus propios correligionarios.
De San Sebastián, Irún y demás
pueblos de aquellas inmediaciones, acudirán a tan solemne acto muchísimos
liberales, pues cuantos sientan correr por sus venas, sangre anticarlista, no
podrán menos de asociarse al acto de r e n d i r ese tributo a la memoria de
los que perecieron a manos de aquel sanguinario cabecilla de las hordas
carlistas.
Un querido colega, el periódico pamplonés El Demócrata, escribe: ¡A Endarlatza, liberales y
republicanos de todos matices!
Es preciso demostrar que el
espíritu liberal no decae y que no se borran de nuestra memoria los horrorosos crímenes cometidos por los carlistas.
¡Cincuenta y cuatro huérfanos
quedaron por los asesinatos cometidos en Endarlatza!
Honremos la memoria de los mártires
de la Libertad.»
Nos asociamos a ese acto y
felicitamos a sus organizadores.
Este
fue el inicio de unos actos, que con más o menos oficialidad se estuvieron
llevando a cabo hasta julio de 1936. En esta fecha y coincidiendo con la entrada de los requetés en
Bera, y con la destrucción parcial del mausoleo, fueron eliminados todos los
actos de recuerdo y homenaje hacia los carabineros de Endarlatza. Hasta en esto,
el destino de este mausoleo y el que en su día erigieron en el recuerdo de
Basilio Lacort en el cementerio de
Pamplona fueron parejos, puesto que en las mismas fechas, otros requetés con
los mismos sentimientos que los de Bera, también lo destruyeron en un intento
de venganza hacia todo vestigio de republicanismo y Libertad.
Han
trascurrido más de cien años desde la colocación de la primera lápida
provisional, y después de haber sufrido la actual varios cambios de
localización y reformas en su contenido, tengo la sana esperanza de que algún
día se tomen las medidas adecuadas para que no aparezca tirada en la cuneta.
Y por
ello no estaría demás que desde las instituciones públicas, empezando por el
ayuntamiento de Bera y continuando por el Gobierno de Navarra, se catalogara a
este monumento como Bien Público y parte
de nuestro Patrimonio Histórico Cultural, y por lo tanto se tomen las
iniciativas oportunas para su conservación.
Comenzando
por rectificar, por contener errores, algunos de los 35 nombres y apellidos de
los carabineros que figuran en la actual placa. Sirva como ejemplo:
Vicente Suárez en lugar de Vicente Suraez
Manuel
Antuña en lugar de Manuel Anteña
Joaquín
Bergna en lugar de Joaquín Breguez
José
Santaluz en lugar de José Santaluces
Benigno
Pegnante en lugar de Benigno Peginante
Miguel
Méndez en lugar de Manuel Méndez
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario