TOMÁS JOSÉ DE EPALZA Y SANTO
TOMÁS DE VILLANUEVA
Tomás José de Epalza Zurbarán (1798/1873),
persona que había destacado en las finanzas, la industria, el comercio y la
política, en el año 1871, había comprado en el muelle nuevo de Portugalete una finca a Luciano
Urizar. Posteriormente, en estos terrenos encargó a Francisco Orueta, la
construcción de un proyecto residencial en forma de U. En los brazos laterales
se ubicarían las viviendas, y en el centro una Capilla Iglesia.
La Capilla estaba dedicada a Santo
Tomás de Villanueva. Este religioso agustino había nacido en 1486 en Fuenlíana,
cerca de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Siendo nombrado arzobispo de
Valencia el 10 de octubre de 1544 por el papa Pablo III, y posteriormente
canonizado por el papa Alejandro VII el 1 de noviembre de 1688. Desde entonces su fiesta litúrgica se celebra
el 10 de octubre.
En su pueblo natal Fuenlíana y en Villanueva de los Infantes
su festividad se celebra el 18 de septiembre, costumbre respetada al parecer
también en Portugalete.
Después del fallecimiento de Tomás
José de Epalza, su viuda Casilda de Iturrizar Urquijo (1818/1900), quiso honrar la memoria del que fue su marido.
Una de las maneras que para ello dispuso, fue que coincidiendo con la
festividad de Santo Tomás de Villanueva se celebraran en su Capilla de
Portugalete y alrededores, unos actos festivos dignos de la época.
La celebración de uno de estos actos está recogida
en el Noticiero Bilbaíno del 21/09/1879.
“Digna de elogio es por cierto la función
que se celebró ayer en esta Villa de Portugalete para solemnizar la festividad
de Santo Tomás De Villanueva, repitiéndose la costumbre de años pasados debido
a la memoria del bienhechor D. Tomás de Epalza (q.e.p.d.), pues que su virtuosa
y caritativa señora viuda Doña Casilda de Iturrizar, nada dejó que desear.
Al amanecer, como de costumbre se anunció
la función por medio de cohetes a la vez que estaba empavesada con banderas y
gallardetes toda la parte del muelle nuevo, empezando desde la plaza, hasta la
terminación de las manzanas de casas. A las nueve y media reprodujo el anuncio
de la fiesta el clásico tamboril y a las diez se celebró la misa solemne en la
magnífica capilla erigida en el muelle nuevo a expensas del expresado
Sr Tomás de Epalza, habiendo solemnizado su canto a toda orquesta parte de la
capilla de Santiago de Bilbao.
La divina palabra evangélica pronunció
el elocuente orador sagrado D. Emilio Santa María, dignísimo capellán del
Batallón de Cazadores de Barbastro, número 4, que permanece de guarnición en esta
Villa, quien por sus excelentes dotes de sabiduría y bue estilo, nada dejó que
decir. Al anochecer se encendió la luminaria de diferentes colores, que de
antemano estaba preparada en todo el frontis de entrada a la capilla, ventanas,
enverjado y casas inmediatas, cuya iluminación ofrecía un golpe de vista
inmejorable, por el buen gusto con que estaba adornada.
A las ocho de la noche empezó la música
del expresado Batallón a ejecutar como de costumbre, piezas escogidas de buen
gusto, alternando con el tamboril, habiéndose divertido el público con
animación sin igual hasta las once de la noche, hora en que terminó el baile.”
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.
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