CRÓNICA E IMÁGENES DE LA
BOTADURA CRUCERO
VIZCAYA, JULIO 1891
EFEMÉRIDES
Crucero Vizcaya 1894A los diez meses de haber sido lanzado las aguas del Nervión, en Bilbao, el crucero Infanta María Teresa, se ha efectuado con toda felicidad, en la tarde del 8 de julio, la botadura del crucero Vizcaya, segundo de los que construye para la Marina española de guerra la casa Martínez de las Rivas Palmer, de aquella capital.
El crucero Vizcaya es de
iguales dimensiones y circunstancias que el Infanta María Cristina,
botada al agua el 30 de Agosto del año anterior, y que el Almirante Oquendo,
el cual será botado en Octubre próximo.
Eslora total 110,949 metros
eslora entre perpendiculares, 103,632 metros; manga extrema, 19,081 metros, desplazamiento,
7ooo toneladas. Su casco es de acero dulce, y a pesar de las dimensiones del
buque y del armamento formidable que tiene que resistir, su estructura nada
deja que desear; y la subdivisión en departamentos estancos, el doble fondo y
la cubierta protectora de acero le ponen en inmejorables condiciones.
Estará dolado de dos máquinas verticales de triple
expansión y hélice, capaces de desarrollar 13.000 caballos de fuerza con tiro
forzado, que darán al buque una velocidad de 20 nudos por hora, y tendrá seis
calderas, cuatro con hornos en los dos extremos y dos con hornos sólo, por un
lado, llegando la superficie de las seis calderas a 25.220 pies cuadrados.
Dos cañones sistema González Hontoria, de 29 centímetros,
colocados en barbetas con blindaje de o'267 metros, y 10 del mismo sistema y de
0,140 metros sobre la cubierta superior colocados, cuatro en reductos reducidos
con un campo de tiro de 160º y seis a los costados y en el centro del buque con
un campo de tiro de 120º.
Ocho de tiro rápido de 57 milímetros, sistema Nordenfelt, situados en la cubierta principal, dos a popa, cuatro en el centro y dos a los costados, con un campo de tiro de 120º.
Ocho de tiro rápido de 37 milímetros, sistema Hotchinss, también situados en la cubierta principal y con un campo de tiro de 60º a cada lado del bao, y se colocarán otros en las cofas militares y botes, así como para desembarco.
Ocho tubos lanzatorpedos, seis sobre la línea de flotación y dos bajos de ella, situados cuatro a los costados, dos a proa y dos apopa, siendo estos fijos, y los situados sobre la cubierta protectora tendrán un campo de tiro de 80º.
A las diez de la mañana se
efectuó la bendición del buque, y todo estaba dispuesto para el acto solemne de
la botadura: un bello templete, adornado con escudos de armas de España y de
Bilbao, banderas, guirnaldas de lores y arcos de ramaje, se aldaba frente a la popa
del crucero, y éste, apoyándose todavía en recios y acuñados puntales,
enlazábase con aquel templete por medio de cintas de seda, de los colores
nacionales.
A las cuatro de la tarde habíanse
reunido en el templete el capitán general del departamento del Ferrol, Sr.
Carranza; el Gobernador civil y el Gobernador militar de la provincia; los
Sres. Martínez de las Rivas y Mr. Wilson; el Sr. Urquijo (hijo político de D.
José Martínez de las Rivas) y su bella y elegante esposa, y otras autoridades y
personas notables; en medio de ellas aparecía la anciana y respetable madre de
los mencionados Sres. Martínez de las Rivas, vestida con sencillo traje de lana
negra y cubierta su cabeza con el negro manto de viuda; en las inmediaciones
del templete se veía a la numerosa familia de esa venerable anciana, desde sus
hijos hasta sus biznietos, que presenciaban regocijados el solemne acto; en las
tribunas cercanas, en las gradas, en los muelles, en las orillas de la ría se
había reunido innumerable muchedumbre, no sólo de Bilbao, sino de Portugalete,
Castro-Urdiales y otros pueblos, y los buques fondeados en la dársena, las
casas de las cercanías y los talleres de los astilleros estaban engalanados con
vistosas colgaduras, banderas y gallardetes, guirnaldas y follaje, presentando
magnifico y animadísimo golpe de vista.
Hecha la señal, a las cuatro en
punto de la tarde, el Sr. Martínez de las Rivas (D. José) presentó a su madre
unas tijeras de oro, y tomándolas con temblorosa mano la respetable anciana,
pálida de emoción, cortó la cinta que simulaba amarrar al crucero, mientras los
obreros penaban al suelo los últimos puntales en que se apoyaba el casco.
En medio de los acordes de la
Marcha Real, de vivas al Rey y a España, de un nutrido aplauso que revelaba el
entusiasmo de la muchedumbre, el crucero Vizcaya se deslizó rápidamente
hasta el Nervión.
Saludaron la botadura del
majestuoso buque una hurra general de la multitud, vítores y aplausos, silbidos
de los buques de la ría y de las máquinas de vapor de los astilleros, cohetes y
otros fuegos de artificio,
Acto continuo se celebró un
espléndido refresco en el taller de cañones, departamento de artillería de los
astilleros, brindando elocuentes discursos el vicealmirante Sr. Carranza, el Sr.
Martínez de las Riva (D. José), el Sr. Albarrán y otros, y en nombre de la
prensa periodística el Sr. Gutiérrez Abascal.
La ilustración española y americana, 22 de julio de 1891.
Crucero Vizcaya, Cuba 1898Reseñar que los cruceros:
Infanta María Cristina, Vizcaya y Almirante Oquendo, fueron
hundidos por la flota americana el 3 de julio de 1898 en la
batalla naval de Santiago de Cuba.
Este buque figura en el escudo de Sestao
https://www.youtube.com/watch?v=LCbOXcY74Xg
http://www.eldesastredel98.com/capitulos/vizcaya.htm
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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