CONVENTO
DE SAN JOSE DE LA ISLA
EL
DESIERTO
En estas
fechas se cumplen trescientos años desde
la solicitud por parte de la Orden de los Carmelitas, y posterior construcción del
convento “ San
José de la Isla, El Desierto” en la vega de Ugarte, sobre las aguas del río
Galindo y el Nervión, en cuya cima se erigía la ermita de San Nicolás de Bari, Santo
Patrón de los mareantes.
“En
el campo y lugar de Urioste jurisdicción del Concejo de Santurce, puesto
acostumbrado para celebrar juntas generales de estos tres Concejos, una de las
repúblicas que componen esta Noble Encartación, a ocho de enero y año de mil
setecientos y diez y nueve; con asistencia y presidencia de los señores:
licenciado D. Juan Martínez de Niebla, abogado de los Reales Consejos, teniente
General y Alcalde Mayor de estas tres dichas Nobles Encartaciones; D. Inocencio
Antonio de Llerena y Salcedo, Síndico Procurador General, se juntaron, según costumbre,
por testimonio de mí, el escribano de S.M., los Señores Justicia, Regimiento, vecinos
y Síndico Procurador General de estos expresados Concejos, a fin de tratar y
conferir las cosas tocantes al servicio de ambas majestades Divina y Humana,
bien y utilidad de estos dichos tres Concejos.
Se
les propuso por dicho D. Inocencio Antonio de Llerena que, en nombre de la Santa.
Providencia, llamada de San Joaquín de la sagrada Religión de la Madre Ssma. del
Carmen Descalzo, el que dicha Provincia ha comprado una casa con sus tierras en
el sitio llamado San Nicolás, contiguo y pegado a la ermita de esta misma
vocación, jurisdicción del Concejo de Sestao, uno de los tres, con el fin santo
de fundar y fabricar convento en que asistan los religiosos, haciendo vida
santa, según los estatutos de dicha Sagrada Religión, empleada como en
oraciones, penitencias y vida contemplativa; a cuyo fin, tiene dicha Provincia
licencia del Ilmo. Sr. Arzobispo de este Arzobispado de Burgos y de los Señores
del Gobierno Universal de este Muy Noble y Muy Leal Señorío de Vizcaya.
En cuya consecuencia, el dicho D. Inocencio en
nombre de dicha Provincia, suplicaba y suplica a dichos Señores, Justicia y vecinos
de los tres Concejos se sirvan de tener a bien y permitir el que se haga la
referida fundación de dicho convento; que así se espera del santo celo y
devoción que tiene a la Ssma. Virgen, y en que harán una obra muy acepta a
Dios. Y Dicha Provincia estará con el debido reconocimiento al beneficio que
espera de dichos Concejos.
Y
atendida proposición, unánimes y conformes, dijeron y acordaron que
contemplando por ciertas las causas y razones expresadas en la proposición y de
las demás atendibles al culto mayor culto divino y aumento de dicha Sagrada
Religión, con ansiable celo, total afecto y gusto dan y prestan su consentimiento,
en la más amplia forma para que dicha sana Provincia de S. Joaquín de este
Señorío de la referida Orden pueda fundar, erigir y fabricar el convento que desea
en el dicho puerto de San Nicolás. Y quisieran hallarse con medios para poder
con sus limosnas ayudar a que con la mayor brevedad se ejecutase tan santa
obra. Con lo cual se dio fin a esta Junta”… extraído del libro “El
Desierto de la provincia de San Joaquín, autor, Fray Juan José de la Inmaculada,
O.C.D.”
Posteriormente, el Rey expidió su
cédula el 19 de abril de 1719, y por decreto del Señorío de Vizcaya expedido el
23 de mayo de 1719, se aprobó la Real Licencia para que la ermita de San Nicolás
se convierta en la ermita de Carmen del Desierto. El futuro convento de San José
de la Isla, erigido en el mismo lugar de la Punta estaría terminado y
finalizado en setiembre de 1729.
Después de la primera guerra
carlista, en el año 1836 el ayuntamiento de Sestao, se apodera del convento,
porque estando este abandonado no se abonaban las contribuciones exigidas.
Posteriormente por Real Decreto
del 19 de febrero de 1837, el convento El Desierto se saca a pública subasta,
siendo adjudicados sus bienes y terrenos a D. Juan García Baquero, vecino de Madrid
que lo adquiere por el valor de 2 millones
de reales el 13 de diciembre de 1839.
A comienzos del año 1841, el retablo principal del extinguido Convento del Desierto con la imagen de la Virgen del Carmen, es trasladado a la iglesia de San Jorge de Santurtzi. Los grandes cuadros que llenaban la nave y el crucero junto a dos retablos del convento, se llevan a la Basílica de Begoña, y por orden del Gobernador, se entregan al Arcipreste de Portugalete, imágenes y demás objetos de culto.
A comienzos del año 1841, el retablo principal del extinguido Convento del Desierto con la imagen de la Virgen del Carmen, es trasladado a la iglesia de San Jorge de Santurtzi. Los grandes cuadros que llenaban la nave y el crucero junto a dos retablos del convento, se llevan a la Basílica de Begoña, y por orden del Gobernador, se entregan al Arcipreste de Portugalete, imágenes y demás objetos de culto.
En el año 1879, la Compañía inglesa
“Cantabrian” propietaria entonces del “Desierto”, vende sus edificios a D.
Francisco José de las Rivas Ubieta, primer Marqués de la Mudela, construyendo
este en dicho lugar la fábrica de San Francisco, La Mudela. Después su sobrino,
José Martínez de la Rivas en el año 1888, fundaría la factoría “Astilleros del
Nervión”, embrión de la futura Naval, después llegaría AHV…
De lo que no cabe dudas es que “El
Desierto” a lo largo de estos trecientos años ha sido un fiel testigo de la
evolución y riqueza de esta margen de la Ría y su entorno.
Aurelio Gutiérrez Martín.
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