lunes, 29 de abril de 2019

FRANCISCO AVELINO ARTASÁNCHEZ Y SÁNCHEZ


FRANCISCO AVELINO ARTASÁNCHEZ Y SÁNCHEZ
IN MEMORIAM


Francisco Artasánchez y Sánchez, nace en Kabieces, Santurtzi el 23 de enero de 1915, siendo bautizado en la iglesia de San Jorge el 7 de febrero de 1915. Era hijo de Juan Artasánchez, natural de de Celorio y de Aurora Balmendi, natural de Oviedo. Sus abuelos maternos fueron Pedro Artasánchez Garaña y Manuela Fernández Rozado, naturales de Celorio y sus abuelos maternos fueron, José Sánchez Tomás y Juaquina Pérez Otero, naturales de Balmori, Oviedo. 
Falleció en Montevideo el 26 de marzo de 1988.

A través de AUÑAMENDI EUSKO ENTZIKLOPEDIA, de Francisco Avelino conocemos que:  Al inicio de la sublevación militar de 1936, trabajaba como obrero en una fábrica de ladrillos en la localidad burgalesa de Pino de Bureba, estando afiliado al sindicato CNT.
Miliciano voluntario de la primera hora, el mismo día del Alzamiento ejerció la jefatura de uno de los doce grupos organizados en el Ayuntamiento de Portugalete. La misión que se le había encomendado era trasladarse a Pamplona y contrarrestar el frustrado golpe de Estado con las únicas armas que habían logrado reunir: 80 o 90 cartuchos de dinamita. Abortado este plan, los milicianos realizaron una incursión en Eibar, donde lograron hacerse con algunas pistolas y escopetas de caza. No obstante, su entusiasmo, sus intenciones serían frustradas por el improvisado Comité Popular de Bilbao, que determinó que sólo quienes contaran con armas largas de caño estriado podrían integrar las milicias.
Tras participar de algunas escaramuzas en Otxandio, integró la defensa de la falda del monte Intxorta Txiki, siendo destinado más tarde a Kanpanzar. En esta última posición pasaría a revistar, una vez más como voluntario, la recién constituida Sección de Exploradores de Elorrio, encargada de inspeccionar las líneas enemigas y practicar sabotajes a convoyes. Poco después, debió reintegrarse a su antiguo batallón. En diciembre de 1936, en el combate de Villareal, durante la batalla del monte Txabolepea, cercano al monte Albertia, el batallón sufriría 405 bajas, más de la mitad de la fuerza.
En febrero de 1937, integrando uno de los seis batallones de la Brigada Vasca, fue destinado al frente de Oviedo. Relevado del frente asturiano el 31 de marzo, fue destinado a Durango, cerca de donde se libraba la batalla por el control del monte Albertia. Tras sufrir bombardeos de aviación y artillería en las Peñas de Garay, les fue encomendada la misión de contener las tropas enemigas acantonadas en Bermeo, participando en la voladura del puente de Mundaka.


Hecho prisionero cuando intentaba huir en un barco pesquero rumbo a Francia, con la intención de reincorporarse al ejército republicano en Barcelona, fue trasladado dos meses más tarde al campo de concentración del Arsenal de la Carraca, en Cádiz, donde permaneció recluido otros treinta meses. En esta prisión conoció a Constantino del Pozo "Chaval", natural de Arrasate, con quien le unió gran amistad. Trasladados al campo de concentración de Algeciras, la noche del 28 de abril de 1940 serían protagonistas ambos de una fuga novelesca al nadar durante ocho horas para llegar a Gibraltar.
Ya en libertad se enrolaron en el mercante griego Zhefiros, a bordo del cual conocerán la isla de Madeira, Inglaterra y, en abril de 1941, Uruguay, país en donde desertarían ante la negativa del capitán de licenciarlos. En 1944 publicó en Montevideo sus memorias con el título de La fiesta terminó en tragedia. En marzo de 1945 solicitan y les es concedida por el Ministerio del Interior de Uruguay la regularización de su situación como residentes en este país. De su experiencia como marino, Artasánchez escribirá los poemas La Guerra en el Mar, que fuera publicado bajo el seudónimo de Patxi Arteaga en el Correo de Asturias de Buenos Aires el 23 de enero de 1943, y 221; Zhefiro, este último inédito. 
En diciembre de 1942 escribía en el mismo periódico y con el mismo seudónimo, el poema Sin abrazar a mi madre; y de sus sentimientos libertarios nos habla en Yo canto a la libertad, publicado en junio de 1943. También podemos hallar artículos suyos en "La República Española", "Solidaridad Obrera" y "Lealtad" de Montevideo, aunque ninguno de ellos firmado con su nombre, utilizando, además del seudónimo ya mencionado, el de "Uno de los tres", en alusión a los tres amigos que navegaron juntos en el Zhefiros, y "Gudari nº 71", en referencia a su número de prisionero en el Arsenal de la Carraca.
Ya en Montevideo, trabajó como oficial laminador de acero en la empresa Metalúrgica y Diques Flotantes, propiedad de varios socios entre los que se hallaba Víctor Lejardegui, antiguo Comisario Político del Partido Nacionalista Vasco, conocido por su participación en el Pacto de Santoña. En su exilio participó activamente en política, siendo socio y directivo del Centro Republicano Español de Montevideo.
A su fallecimiento dejó dos novelas inconclusas.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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