PALANGREROS-NAUFRAGIOS
Realizando una serie de
investigaciones sobre naufragios de pescadores de Portugalete, Santurtzi y
Zierbena en la costa vasca, encuentro un artículo publicado en la revista “EL
ABRA” con la firma EDUPE y bajo el título “El Palangrero”, en cuyo texto se
encuentran datos de diversos naufragios con resultado de muerte de varios
palangreros de Portugalete.
Esto unido a un comentario de mi
hermano Javi, que me indica que el palangre de nuestro Aita era probable que se
encontrara en el camarote de la casa paterna, me anima a subir 40 años después
a rescatar del polvo dicho palangre, en principio para poderle sacar algunas
fotos y así servirme de fondo en alguna publicación, y por otra parte con el
consentimiento familiar entregarlo a algún museo.
Desgraciadamente el tiempo lo
había degradado de tal manera que estaba totalmente descompuesto, y donde lo
único que estaba entero era la “espuerta”. Al fin y al cabo, más de 60 años de
vida y el lugar donde estaba recogido, no facilitaron su conservación.
Así que aprovecho alguna foto del
palangre de “los Navarrillos” para dar conocimiento y homenaje al artículo de
EDUPE y a todos los palangreros, sobre manera para aquellos que dejaron su vida
faenando en la mar.
A LOS PALANGREROS: Daniel Bilbao, padre
e hijo (Antera), Garrido, Anes, (El Guerniquilla), Miguel Gómez (El
Barberillo), Joaquín Llantada, Martín Bidegain, El Niño de Cádiz, Aurelio
Gutiérrez, (El Navarrillo), Gregorio del Campo, (Los Pinches), Marcos Sánchez,
Manuel Corneta, Peña, Francia, Santo Tomás, Inunciaga (Lerri), Muñoz (El
Andaluz), Cano, Hermosilla, etc.
“A las dos de la mañana, sobre
poco más o menos, sale por la “Punta del Muelle la flor de los palangreros.
El Palangre, aparejo de pesca muy
empleado en las costas vizcaínas y guipuzcoanas, se compone de un cordel ( la
madre) de unos 150 metros de longitud, llevando a lo largo de éste,
aproximadamente cada metro, una cuerdecilla ( reinal), de las cuales penden los
anzuelos establecidos en dos clases denominados “gordos y pequeños”, ( de cada
20 pequeños, aproximadamente uno gordo), completando el aparejo una cestilla
circular llamada “espuerta”, en la que se enrollan los cordeles ordenadamente
de forma que los anzuelos asomen por el borde de la “ espuerta”. Estos anzuelos
van encarnados, es decir, llevan en la punta o pincho, pulpo cocido, jibias,
anchoas, navajas (muergo), etc...
La salida de los palangreros en
sus embarcaciones se hace de una a tres de la mañana, dependiendo esto de la
hora del alba.
Una vez llegados a la zona
adecuada para la pesca, la faena se divide en dos partes, siendo estas
totalmente esenciales: LARGAR, es decir, echar el palangre al agua, (soltando
poco a poco, aunque corrientemente se entiende por soltar todo de una vez), y
HALAR o levantarlo. Operación esta última que se realiza al amanecer.
La forma de LARGAR los palangres
son varias, tal es así como en BAGUIA o zigzag, etc. estando suspendidas al
terreno submarino (arena, fango, roca, etc.) y, naturalmente, al estado de la
mar.
La operación LARGAR se puede hacer a remo o a
motor. En cambio, en la de HALAR requiere más detenimiento, ya que se trata de
izar la pesca, generalmente compuesta por cabras, fanecas, brecas rayas,
pitarrosas, congrios, anguilas de congrio, etc., y en la mayoría de las
ocasiones supone el enredo del aparejo que puede motivar la pérdida del mismo,
haciéndose por tanto esta operación normalmente a remo, a fin de poder
maniobrar con más rapidez y mayor seguridad.
Portugalete encierra su historia
acerca de este arte de pesca, cuya base de palangreros era y sigue siendo el “Muelle
Viejo”.
Su historia se remonta hacia
finales del siglo pasado, (1880/1890), cuando fue introducido en la Villa por
los andaluces, cuyas operaciones de pesca se llevaban a cabo haciéndose a la
mar a remo, siendo zona de pesca entonces por las cercanías del litoral, como
Algorta, bajo el Semáforo ( Faro de la Galea), El Lucero( Batería de Costa), Al
Medio( Zona central del Abra a la altura del final de la Galea), Los Mimbres (
del Calero hacia el Puerto Franco), etc.
Son las diez de la mañana. La
faena ha terminado y ya los aparejos se han izado a bordo. La boga del marinero
es larga y profunda. Vuelven de la mar. En popa y proa se les ve “alistando”.
Sus rostros reflejan cansancio, la tarea ante una mar revuelta, ha sido dura.
En tierra, dentro del puerto, se
ve la misma estampa de diario. Gente formada especialmente por hombres y mujeres
del Muelle Viejo, Aceta, Coscojales, el Ojillo, y calle Santa María, que
aproximadamente a la hora de siempre esperan la llegada de estos hombres de
mar. Debe prepararse de nuevo el “palangre”, es decir, ordenar el aparejo,
operación llamada “alistado” y encarnar para el próximo día.
En tierra, reunidos como de
costumbre en la plazuela, (salida de la Canilla), en el paso a nivel que da al
dique donde se encuentran los depósitos de carbón de la Renfe, están estas
gentes en plena tarea de alistar. Se comentan las incidencias de la pesca con
sus momentos difíciles en la maniobra y a veces anecdóticas, concretando al
final la salida al mar para el siguiente día.
“El Palangrero” hombre con un
valor extraordinario que se exponía a los peligros del mar, para, al final de
sus pescas en muchas ocasiones pobres, sacar poco quiñón.
Es Luis Gutiérrez, un viejo
palangrero retirado, quien nos habla de las tragedias sufridas por el azote del
mar, de cuyo resultado perecieron ahogados, Joaquín Llantada, Martín Bidegain y
Daniel Bilbao, padre e hijo (los de Antera). Era un día más de pesca. A golpe
de remo, como los demás se hicieron a la mar, cuando en plena faena de Halar, y
a la altura de Barrica-Plencia, se levantó una fuerte tempestad. Para ellos,
suponían mucho sus aparejos, y luchaban por conseguirlos. Todos regresaron a
puerto a excepción de estos cuatro intrépidos marineros, a quien la mar
arrebató.
Así recogía la prensa de la época este triste
suceso: EL NERVIÓN-13 de abril 1907. Víctimas del Mar.- Una vez más el
líquido elemento ha llevado la desolación y el luto a honradas y laboriosas
familias de pescadores.
El siniestro afecta hoy a la villa de
Portugalete.
Ayer a las dos de la madrugada,
salieron como de costumbre a dedicarse a las faenas de la pesca en sus botes,
los patrones Antonio Garrido y Joaquín Llantada, los cuales llevaban en su
compañía tres tripulantes más cada uno de ellos.
Para el ejercicio de su faena se
largaron ambos patrones a 6 millas al Oeste y fuera del Puerto exterior.
Cuando más entretenidos se
hallaban en su trabajo, la calma que había reinado hasta entonces se alteró, y
el viento soplando del Noroeste puso en grave aprieto a las embarcaciones.
La de Antonio Garrido logró
llegar a Portugalete sin detrimento alguno, no sucediendo lo mismo a la de
Joaquín Llantada, que fue hallada más tarde quilla al sol y con los remos en la
playa de Barrica.
Supónese que este último bote
llamado “Joven Joaquín” debió de ser cogido por algún galernazo que le hizo
zozobrar ahogándose sus tripulantes.
Estos eran a parte del patrón los
marineros Martín Videgain, Felipe Elberdean, apodado” El Bermeano” y un hijo
adoptivo de este, llamado Daniel.
En un principio se tuvo la
esperanza de que los náufragos hubieran sido recogidos por algún vapor que
llevara rumbo al Norte, pero esta esperanza ha desparecido al saberse que cuando
se supone ocurrió el naufragio no es la hora de mareas en la que acostumbran a
salir los vapores.
El patrón Joaquín Llantada deja
dos hijos, el mayor de 3 años y la mujer embarazada, Martín Videgain, deja mujer
y cuatro hijos de corta edad y” El Bermeano” deja mujer y seis hijos el mayor
de 17 años. El Patrón del otro bote ha manifestado que hasta el momento de
iniciarse el temporal estuvo la tripulación del “Joven Joaquín” pescando cerca
de él, dejando de verle al tomar rumbo a Portugalete.
Parece ser que entre el
vecindario se ha iniciado la idea de abrir una suscripción al objeto de allegar
recursos para las familias de los náufragos.
Por su parte el Orfeón de Portugalete
ha comenzado a organizar una velada cuyos productos serán destinados a aliviar
en parte la triste situación en que quedan las mujeres e hijos de las víctimas
del mar”
·
Joaquín Llantada Ruiz había nacido en Santurtzi el
26 de junio de 1878, siendo hijo de Tomás Llantada Echeverría y de Luisa Ruiz
Sota.
·
Martín Bidegain Santurce había nacido en Plentzia
el 12 de noviembre de 1871, siendo hijo de Miguel Antonio Bidegain Eguren y de
Damasa Sabina Santurce. Se casó en Portugalete el 19 de abril de 1899 con
Gavina Pérez Murua.
· Felipe-Jesús Ispizua
“El Bermeano” estaba casado con la bermeana Antera Iradi Laca, siendo sus hijos:
Maura que nace en Bermeo (16/01/1889) y los nacidos en Portugalete: Emilio Darío,
(10/08/1891), María Luisa, (13/07/1893), José, (22/12/1895), Mercedes, (28/09/1897),
y Avelina, (10/12/1899).
Es también el mismo Luis Gutiérrez (El
Tío), quien nos habla de otra tragedia.
En esta ocasión también cuatro marineros y a la misma altura (Barrica-Plencia), cuyos nombres queremos traer de igual forma que los otros a estas líneas, Santo Tomás, Francia, Inunciaga (Lerri) y Muñoz (El Andaluz). La mar se los llevó arrojando a tierra a Inunciaga, cuyo cuerpo apareció en Plencia.
En esta ocasión también cuatro marineros y a la misma altura (Barrica-Plencia), cuyos nombres queremos traer de igual forma que los otros a estas líneas, Santo Tomás, Francia, Inunciaga (Lerri) y Muñoz (El Andaluz). La mar se los llevó arrojando a tierra a Inunciaga, cuyo cuerpo apareció en Plencia.
Una crónica de este naufragio ocurrido el 2 de junio de 1926 es publicada
al día siguiente en el “El Liberal”.
“…El
bote arrojado a la playa de Plencia era el “Julia”, que iba tripulado por Luciano
Francia de treinta y dos años, casado, con cinco hijos, Anastasio Santo Tomás,
casado, de veinticinco años que hacía veces de patrón, Miguel Enunciaga, (Inunciaga)
de dieciséis, y Joaquín
Muñoz, de quince.
El
primero de los citados tripulantes es obrero de La Vizcaya, que con objeto de
poder atender mejor a las necesidades familiares se dedica a las faenas de la
pesca los días que no trabaja en la fábrica.
Anastasio
Santo Tomás hace tres meses que contrajo matrimonio y sustituía al patrón de la
embarcación, que se encuentra enfermo…”
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
Menuda joya que te has encontrado
ResponderEliminarEl balor que tene es Sentimental🤗🤗🌹🌹
Gracias por tu comentario. Creo que nuestra historia de los pescadores de Portugalete está dejada al olvido. Solo intento recuperarla.
ResponderEliminarLabor encomiable la tuya. Gracias por todo lo que nos enseñas. Un abrazo 🌹🌹
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo igualmente.
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