lunes, 17 de enero de 2022

VAPOR CORREO “VIZCAINO MONTAÑÉS”

 

 vapor-correo “VIZCAINO MONTAÑÉS”


El 21 de enero de 1886 el vapor-correo “Vizcaíno Montañés” que daba servicio a la línea regular Bilbao-Santander, salió de Santander con destino a Bilbao. Ese mismo día, al fondear en la dársena de Sestao reventó la caldera, destruyendo gran parte de la embarcación. Se pudo rescatar a siete tripulantes y siete pasajeros, aunque después fallecería el maquinista quedando por desaparecido el fogonero. Posteriormente el vapor sería reflotado y reconvertido en gabarra-grúa.

“He aquí algunos detalles del incendio del vapor “Vizcaíno Montañés”, ocurrido el viernes último en Portugalete: La caldera estalló en el momento de parar la máquina frente a la oficina de sanidad del puerto. Al volar, arrancó de cuajo la chimenea y un trozo del puente sobre el cual iban el capitán y dos pasajeros. 

Uno de estos fue lanzado por la explosión sobre el fuego que le incendió las ropas y le quemó horrorosamente las manos y la cara. El infeliz se arrojó a la ría para apagar los vestidos, en seguida de lo cual fue recogido a bordo. El capitán y el otro pasajero se salvaron agarrándose al pasamanos del puente, desde donde lograron pasar a la parte de proa del buque, única libre del incendio, que se propagó con rapidez vertiginosa a la carga, compuesta de 1.200 cajas de petróleo, algunos bocoyes de espíritu, cajas de azúcar y otras pequeñas partidas de diversas mercancías.

Los tripulantes y los pasajeros, que eran siete, entre ellos dos mujeres, fueron recogidos por las lanchas del pasaje de la ría y un bote de un vapor inglés fondeado allí. Una de las mujeres, casada con un carabinero, llevaba uno criatura en brazos, y ambas se condolían amargamente de haber perdido la una su equipaje y la otra todo el ajuar de su casa, que llevaba en el vapor. 

Fueron socorridas por el alcalde de Portugalete, que dio cinco pesetas a cada una para que vinieran a Bilbao. La población de Portugalete, consternada por el espectáculo de la catástrofe, acudid solicita en socorro de las víctimas. Los dos heridos graves, el maquinista y el pasajero, fueron recogidos en casas particulares por personas que generosa y espontáneamente se prestaron a ello, siendo curados por los médicos de la localidad y asistidos con el mayor cuidado.

Desgraciadamente no se ha podido salvar al maquinista que falleció por las quemaduras anteayer a las dos y media de la tarde. El pasajero se encontraba anteanoche muy grave; se llama Leonardo Echaniz y venía a establecerse en Bilbao, donde le esperaba su esposa, trayendo en el vapor el mobiliario y ajuar de su casa, que se ha perdido por completo”.  

Este texto se publicó en el periódico “El Defensor de Granada" el 27 de enero de 1886, estando acompañado por diferentes recortes de presa que hacen referencia al siniestro y que fueron publicadas en “El Noticiero Bilbaíno”.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

No hay comentarios:

Publicar un comentario