miércoles, 5 de octubre de 2022

PORTUGALETE 2 DE MAYO 1874

 

Portugalete 2 de mayo 1874



La villa de Portugalete comenzó a ser asediada por fuerzas carlistas en julio de 1873 y posteriormente ocupada  desde el 22 de enero al 1 de mayo de 1874. De su liberación en el periódico “EL BIEN PÚBLICO” con fecha del 8 de mayo de 1874, a modo de parte de guerra aparece la siguiente noticia:

El aspecto de Portugalete es completamente desolador. El muelle nuevo, que no ha mucho tiempo ostentaba sus lindas casas recientemente construidas, aprovechando con inteligencia su pintoresca situación en la hermosa entrada de la bahía que se convertía por las tardes durante la estación de baños en un concurridísimo paseo al que acudían no solo  los dueños de aquellas casas y habitantes del pueblo, sino todos los que paseaban el verano en las fondas y casas de campo de Las Arenas, hoy es un montón de ruina en las que por todas partes se ven las terribles señales de las granadas y el fuego. Solo se han salvado las cinco primeras casas que forman una manzana y la iglesia.



De lo demás apenas quedó en pie más que las paredes laterales. No son menores los destrozos que existen en el resto de la villa, por todas partes escombros, agujeros de balas, paredes ennegrecidas, piedras que amenazan desprenderse, ruinas y desolación, en fin, en lo que antes era una villa floreciente. Testigos mudos que sin embargo acreditan elocuentemente cual brillante fue la defensa que los valientes de Segorbe hicieron y que grande el mérito de su jefe Sr. Quijada. No ha sufrido menos deterioro la antigua iglesia en que tanto se defendieron estas a pesar de su grande fortaleza, y como decía un soldado con gráfica expresión la mayor parte de estos edificios solo sirven para nidos de pardal.

La retirada de los carlistas se efectuó con precipitación, así es que han dejado aquí algunos cañones clavados por falta de tiempo sin duda para llevárselos. Lo que no se llevaron fue las cadenas y cables que impedían el paso a la ría, y que tendidos de un muelle a otro fuertemente sujetos sus extremos por poderosas anclas, y suspendidos en su centro por una boya constituían un obstáculo difícil de salvar.

Fotografía de la iglesia recogida de:

http://mikelatz.blogspot.com/2018/07/bilbao-1874-vida-de-un-gentleman-en-una.html

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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