NAUFRAGIO
CACHEMARÍN FRANCES “CONFIANZA” 1816
Segunda pieza de los
autos de varamento y naufragio del cachemarín francés "Confianza", cuyo capitán es
Juan Bautista Landrac, ocurrido en el paraje llamado el "Campo
Grande", en jurisdicción de la villa de Portugalete.
El mencionado
cachemarín procedía de Nantes y transportaba lienzos, cuero, mármol, caoba,
escobillas, almidón y vinagre. En
esta pieza salen a los autos Patricio de Landaluce, la sociedad "Viuda de
Arriaga e Hijos", Pablo Hayet, Carlos Leblond y Juan Bautista Conerbe,
vecinos y del comercio de la villa de Bilbao, reclamando la entrega de diversos
géneros transportados en el expresado cachemarín.
Se da también la
tasación de los efectos salvados del citado cachemarín efectuada por Francisco
Antonio de Equisoain, Sebastián Schloegel, Santiago de Gorocica y Juan de
Goyoaga y se nombra contador a Juan Bautista de Larraondo, vecino y del
comercio de la citada villa de Bilbao, para la tasación de las averías y gastos
ocasionados por el naufragio. AHFB, JCR0855/016.
Y Declaración de testigos promovida por José
María de Jado, Síndico del Consulado de la villa de Bilbao, sobre la
sustracción de treinta y dos cañas para botas y otros efectos salvados tras
el naufragio del cachemarín
francés "Confianza", ocultos en la casa número catorce de la calle
Barrencalle Barrena, habitada por Antonio de Fano y consortes. AHFB, CONSULADO
0671/015
Crónica del naufragio : Antonio de
Undabarrena, piloto leman de la barra de este puerto ante Usted con el debido
respeto expone que con motivo del varamento del quechemarín francés “la
Confianza” su capitán Juan Bautista
Landrac que acaeció la mañana del día 19 del corriente se hallaba dicho capitán
solo dentro del buque entre las peñas sin poder salir a tierra al extremo de
perder su vida, en cuya vista a presencia de un gran número de gente que se
hallaba viendo la desgracia, se atrevió con mucho riesgo el exponente
arrojándose al mar y pasar al barco `para salvarle al mismo capitán como en
efecto lo consiguió a costa de un inmenso trabajo y también contribuyó a salvar
los efectos que conducía dicho quechemarín como lo acredita el papel que
presentó firmado dicho capitán.
Perdido el casco en
el naufragio los siguientes efectos son los que se pudieron recuperar:
Aurelio Gutiérrez
Martín de Vidales
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