sábado, 26 de marzo de 2022

MARQUÉS DE MUDELA AGOSTO 1881

 

MARQUÉS DE MUDELA AGOSTO 1881


 

Curiosas las noticias publicadas durante varios días del mes de agosto de 1881 en el periódico “Noticiero Bilbaíno” sobre una supuesta extorsión que pudo sufrir Santiago Martínez de Lejarza y Escarzaga, o bien su hijo Miguel José María Martín Martínez de Lejarza y Ribas, el que fuera IVMarqués de Mudela. En aquel momento Santiago residía en el palacio de Lexarza. Así fue el relato publicado de lo acontecido en la madrugada del día San Roque patrón de Portugalete, y lo cierto es que de las noticias aparecidas no se puede extraer a que persona se refiere el periódico como marqués de Mudela.

17 de agosto 1881.- Anteanoche ocurrió entre Portugalete y Santurce un suceso que tiene vivísimamente preocupada la atención pública. Parece que al señor marqués de Mudela se había dirigido un anónimo exigiéndole que depositara en determinado sitio ocho mil duros. Simulase este depósito, y algunos guardias forales se apostaron para apoderarse de la persona que pudiera ir a recogerle. Presentándose al parecer con este objeto unos jóvenes, les echaron el alto y no habiendo obedecido les hicieron fuego y resultó uno de ellos herido de dos balazos. Añádase que además han sido presos otros sujetos y se cuentan otras especies que omitimos porque en el asunto entienden ya los tribunales y ni aún estamos seguros de que sea completamente exacto lo que acabamos de referir.



20 de agosto 1881.- Ya podemos dar pormenores, que, aunque recogidos extraoficialmente, nos parecen exactos acerca de lo ocurrido en el conato de robo al señor marqués de Mudela. Este recibió el 11 una carta anónima en que bajo amenazas de muerte a él y a su hijo y destrucción de sus propiedades se le ordenaba depositar ocho mil duros en un hoyo cubierto con una piedra que encontraría cerca de la puerta del jardín en dirección al mar. Depositase allí una bolsa que contenía sobre cuarenta reales en calderilla, y los guardias forales, cabo primero D. Hipólito Duque, Carralero, Núñez, Ruano, Carballo y Cruz se apostaron convenientemente para sorprender a los ladrones, pues el cabo Duque es muy inteligente, diestro y celoso en el desempeño de su misión. Cerca de la media noche del día 12 se aproximaron al sitio tres hombres y continuaron adelante al cabo de un rato, siendo de suponer que fueron a ver si se vigilaba. 



El día 15, poco más de medio día se aproximó un bañero con su cesto a recoger piedras y se alejó sin tocar a la que cubría la bolsa, y que por cierto habían ensuciado con excremento humano los malhechores para que nadie la levantase. Como a las doce de la noche, el guardia Francisco de la Cruz que estaba apostado en un ángulo entrante de la tapia a unos cuarenta pasos de la bolsa depositada, vio que iban de la parte de Portugalete dos hombres, uno detrás de otro, que al llegar al sitio donde estaba el dinero se pararon y el que iba detrás señaló con la mano en dirección a la piedra y el de delante, avivando el paso, se fue resueltamente al sitio, levantó la piedra y cogió la bolsa.

Al ir a alejarse con ella, el guardia le hizo fuego porque de otro modo hubiera desaparecido por el sendero, como intentó hacerlo no obstante habiendo sido herido, y fue detenido por el guardia Carralero, que salió al oír el tiro. El otro se fue por el mismo sendero, pero le salieron al encuentro los guardias Zarraquino y Gómez, que estaban de servicio en la romería de Portugalete y le detuvieron. El herido resultó ser Maximino Escobal, confitero, natural y vecino de Portugalete de 19 años y el otro Deogracias Barañano, de 17 años de la misma villa y de oficio marinero.




Conducidos a la cochera del marqués, salieron Carralero y Cruz a llamar al médico para que curase al herido, y a los pocos pasos se encontraron en la carretera con dos hombres que al decirles donde iban, echó mano uno de ellos a la faja como para sacar algo. Habiéndoseles apuntado con los fusiles fueron detenidos y se les ocupó una pistola de dos cañones, cargada y una navaja de cinco muelles, de las llamadas de Albacete. Eran de 26 y 29 años, y dijeron llamarse Cipriano y Domingo Bobadilla, naturales de Brejana, provincia de Logroño y celadores de vino de Santurce. El herido, al tratar de huir arrojó la bolsa que se encontró manchada de sangre y hecha la primera cura, se le condujo al hospital. A este importante servicio contribuyó el guardia jurado del señor marqués de Mudela.

21 de agosto de 1881. Carta al Director del Noticiero Bilbaíno. – LO DEL MARQUÉS DE MUDELA. Muy Señor nuestro: Han causado profunda extrañeza en esta villa las noticias que da el periódico de su dirección en su número de ayer bajo el epígrafe con que encabezamos este escrito.

Desde el primer día que los periódicos se ocuparon del asunto, y visto el sesgo que tomaba, muchísimas personas quisieron firmar una carta en la que manifestaban su creencia de que los dos chicos aprendidos como presuntos criminales eran inocentes. Se fundaban en que el sistema de robo no es propio de criaturas en el día que tuvo lugar tan triste suceso, que era muy apropósito para que por aquel sitio transitara gente, y sobre todo en la intachable honradez de las familias de estos dos jóvenes y la conducta que estos han observado hasta hoy.



Pero lo que asombra más, lo que indignaba, era el oír que después de haber pegado dos tiros a uno de ellos, y encontrándose solo, pues el otro había huido al oír la detonación le clavaron la bayoneta. Este es el importante servicio llevado a cabo por el inteligente, discreto y celoso cabo Sr. Duque y los guardias Carralero, Núñez, Ruano, carballo y cruz, y al cual ha contribuido también el guarda jurado del señor marqués.

Sin duda escuece algo esto al que le ha dado a Usted las noticias, (que dicho sea de paso debe beber en buenas fuentes cuando sabe los nombres de todos los guardias y los pormenores del suceso, si bien es verdad que ignora el oficio del herido) cuando tiene que dar una explicación cumplida del por qué le hicieron fuego, y lo explica diciendo que de otro modo hubiera desaparecido por el sendero.



Cual quiera que conozca el terreno comprenderá enseguida la ninguna necesidad que había de hacer fuego, lo fácilmente que se les podía haber encerrado el paso y cogido con solo tres hombres.

Basta ya de juicios, y dejemos que el Juzgado a cuyo fallo todos nos hemos de someter esclarezca la verdad. Pues tanto se comenta esto, que hasta se susurra, aunque nosotros no creemos en su veracidad, que los guardias fueron convidados la tarde de aquel día en la huerta del Sr. Marqués, y que el convite duraba ya de noche.

Esperamos SR. Director que Usted de publicidad a estas líneas, y entre tanto nos ofrecemos, suyos afectísimos. S.S.Q.B.S.M. (siguen las firmas).

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.

 


3 comentarios:

  1. Santiago Martínez de Lejarza Escárzaga no fue marqués de Mudela. En 1881, este título lo tenía Francisco de las Rivas Urtiaga.

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    1. El primer marques de Mudela fue Francisco de las Rivas y Ubieta, título obtenido en el año 1867.Francisco nació en Gordejuela el 2 de noviembre de 1808 y fallece en Madrid el 7 de mayo de 1882. José Manuel, desconocía el dato que su hijo Francisco de las Rivas Urtiaga fuera marques de Mudela antes del fallecimiento de su padre. Gracias.

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  2. Nadie es perfecto. La cuestión es que Santiago no fue nunca marqués de Mudela.

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