sábado, 25 de marzo de 2023

VAPOR REMOLCADOR BILBAO 1855/1859

 

VAPOR REMOLCADOR “BILBAO” 1855/1859



El 14 de mayo de 1852 Santiago María de Ingunza, Nicolás de Olaguibel, Pascual de Zabala y consortes, comerciantes de Bilbao, solicitan que se remita al Ministerio de Fomento una propuesta para que se sirva un vapor remolcador de al menos 80 caballos para realizar el servicio de entrada y salida de buques por la barra de Portugalete.

Entre otras cuestiones planteaba la solicitud”: El impuesto que se propone para los barcos a su entrada y salida parece a primera vista excesivo, pero bien considerando no es insoportable, pues con el vapor ahorraran mucha parte del coste de las lanchas y lo que hagan hoy al Piloto mayor de barra, cuyo sueldo se comprende en el presupuesto de la empresa”. AHFB, Junta de Comercio 0091/007.



Consecuencia de lo anterior se pondría de manifiesto en el año 1855 con las seis comunicaciones remitidas por Andrés de Cortina, capitán del entonces vapor remolcador a la Comisión del Vapor Remolcador “Bilbao” y a su armador, en las que informa de sus actividades y de los continuos insultos que, desde los muelles y calles de Portugalete, se dirigen a los tripulantes de este remolcador.  AHFB, Junta de Comercio 0091/007.

Sin embargo, no sería hasta enero del año 1854 cuando a iniciativa de otros comerciantes, encabezados por Pablo de Epalza se da comienzo de una cuenta de suscriptores “Empresa del Remolcador de Bilbao” cuya aportación económica iría destinada a la compra y sostenimiento de un vapor que entre y saque las embarcaciones por la barra del puerto de Portugalete. En octubre de dicho año los más de cincuenta suscriptores tenían recaudados 1.074000 reales. 




Con este capital, el 13 de enero de 1855 se abonan 776.033 reales que importa la suma total del coste y gastos de dicho Vapor Remolcador “Bilbao” construido en Glasgow por los señores Napier que habían satisfecho por cuenta de Don pablo de Epalza los Señores Zulueta y Compañía de Londres con arreglo a la contrata hecha por su intervención y las comisiones de estos, garantía, portes de cartas, derechos de abanderamiento en esta y demás gastos.

A tenor de la carta que el 23 de julio de 1858 el capitán Andrés Cortina envía a los vocales de la Junta Directiva del vapor remolcador Bilbao, el negocio no era muy generoso hasta esa fecha:



Este vapor remolcador “Bilbao “estuvo de servicio en la ría hasta el día 6 de febrero del año 1859, fecha en que naufragara en Peñota.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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