jueves, 4 de mayo de 2023

 

JOSÉ ANTONIO DE LA MIER PÉREZ DE LA VEGA



Partida de defunción de José Antonio de la Mier Pérez de la Vega, ES/AHEB-BEHA/305000200-0173.

Estos días que está en la mente de los vecinos de la villa el futuro recorrido del Santo Hospital del Gloriosos San Juan Bautista de Portugalete, es fácil recordar aquella pasada época en la que aquellos que más poseían, en su testamento siempre cabía un recuerdo en forma económica para los pobres de la villa. En el caso de José Antonio de la Mier, la cantidad de mil reales.

“Como Cura propio de la única Iglesia Parroquial de Santa María de la Noble Villa de Portugalete, Señorío de Vizcaya, y Diócesis de Santander, mandé y se dio sepultura eclesiástica en el camposanto de la misma (previos salmos, responsorios y oraciones correspondientes) a las cinco de la tarde de hoy quince de junio del año mil ochocientos cincuenta y cuatro, al cadáver de Don José Antonio de la Mier, que falleció en Dima, merindad de Arratia, a las cinco de la mañana del día de ayer en la edad de setenta y tres años cumplidos a consecuencia de una congestión cerebral, después de haber recibido los santos sacramentos de penitencia, viático y extremaunción.



Era natural del Concejo de Santurce, en los tres del valle de Somorrostro y vecino de esta villa de Portugalete e hijo legítimo de Don Francisco de la Mier y Río y de Doña Gregoria Antonia Pérez de la Vega, también finados, vecinos que fueron de dicho Santurce.

Estuvo casado en primeras nupcias con Doña Gabina de Elorriaga, natural que fue del expresado Santurce, la cual se encontraba viuda de Don José Antonio de Cabieces y Elorriaga, y con dos hijos llamados José Martín y Carmen de Cabieces y Elorriaga, solteros, esta ya finada, y aquel residente en la actualidad en la ciudad de Cádiz. De cuyo primer matrimonio con Doña Gabina son y fueron los ocho legítimos hijos siguientes: Faustina de la Mier y Elorriaga, ya finada, casada con Don Bonifacio de Vildosola, vecino que es de la villa de Bilbao, Genara de la Mier y Elorriaga, también finada, casada con Don Fernando de Belarde, vecino que es del lugar de Viérnoles en la provincia de Santander, Enrique de la Mier y Elorriaga, soltero, residente actualmente en el reino de Méjico, Isidora de la Mier y Elorriaga, viuda de D. Moisés de Saracho, residente hoy en la villa y Corte de Madrid, Sotera de la Mier y Elorriaga, casada con D. José de Gorostiza, vecinos que son de esta villa, Juliana, Francisco Antonio y María de la Mier y Elorriaga, ya finados, sin abrazar estado alguno.



 Muerta su primera mujer legítima pasó a segundas nupcias y ha fallecido casado con Doña Rufina de Capetillo, natural de Santurce y vecina que es de esta referida villa de portugalete, de cuyo segundo matrimonio existen tres hijas solteras llamadas, Josefa, Ángela y Catalina de la Mier y Capetillo, naturales y residentes en esta misma villa.

En los últimos días de su enfermedad hizo un codicilo en la Anteiglesia de Dima ante Don Victoriano de Pujana, escribano de número de la Merindad de Arratia, refiriéndose en su mayor parte al testamento nuncupativo que tenía hecho en la villa de Bilbao a treinta de diciembre de mil ochocientos treinta y siete en la fidelidad de Don Juan Antonio de Uribarri, Escribano público de la misma villa, en el cual manda:

Que se celebren en sufragio de su ánima las misas de San Gregorio y además seiscientas misas de cinco reales cada una a la mayor brevedad.

Que se le haga el entierro cumplimentado y cabo de año según se acostumbra con personas de su esfera.

Que se distribuyan a los pobres vergonzantes cuatro mil reales, siendo preferidos entre ellos los que hubiesen tratado con él en el ramo de venas.

Y por último, que se den al Santo Hospital de esta Villa de Portugalete mil reales.

Fueron testigos de su sepultura, Don Gregorio Antonio de Villar, Vicaria y Cura Beneficiado de esta Parroquial de Portugalete y Francisco José Clemente de Lecanda, presbítero residente en la misma. Y para que conste, extiendo y firmo la presente partida de defunción, día, mes y año mencionados en su principio. Don Pablo de la Lama y Roiz”.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales



 

 

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