MERCADO EN PORTUGALETE
Luna y Novicio,
Juan, Badoc, Filipinas, 23/10/1857 - Hong
Kong, China, 18/09/1899
Óleo sobre lienzo 40,5 x 61 cm. LUNA (ángulo inferior derecho) c.1893.
Legado de don Laureano de Jado en 1927
Es posible identificar con total precisión los pórticos del nuevo
Ayuntamiento de Portugalete, en la plaza del Solar, construido sólo diez años
antes de que Luna tomara este apunte. También puede verse la base del flamante
puente colgante diseñado por Alberto de Palacio que une
todavía las dos márgenes de la Ría del Nervión, y que se abrió al público justamente en 1893, el mismo año en que
puede fecharse esta pintura. A pesar de las modernas infraestructuras del fondo
de la composición, la escena recrea una situación tradicional en poblaciones
portuarias e industriales como Portugalete. Mientras los hombres faenaban en la
mar o, sobre todo, trabajaban en alguna de las fundiciones establecidas en el
entorno, las mujeres sobrevivían a su espera comerciando modestamente con
productos procedentes de un huerto o de un corral y con ello ponían en
evidencia la fragilidad del sostenimiento cotidiano de los de su clase.
Así, en esta pintura, dos mujeres cobijadas bajo sus amplios paraguas
ofrecen pacientes y anónimas sus mercancías: el jugoso y vibrante colorido de
las coles y zanahorias, de las gallinas y de los conejos, descritos al
espectador con la precisión de una naturaleza muerta, contrastan vivamente
sobre el monótono fondo de grises y azules del ambiente de la plaza. La plomiza
luz del Norte, amortiguada por el efecto de la lluvia, define un espacio plano,
muy acorde a la singular estética de Luna, en la que está presente una
inequívoca inspiración oriental.
Otras dos figuras femeninas de pie, a medio plano, se ubican a un lado de
la composición sin que su presencia altere la sensación de total falta de
profundidad, enfatizada por el protagonismo del agua sobre el suelo pétreo de
la plaza y cuya textura es semejante a la del cielo que predomina en toda la
obra. Vistas y pequeñas escenas urbanas cómo esta, que revela las condiciones
de observador moderno de Luna, se encuentran en toda su producción, pero son
frecuentes especialmente en su etapa de madurez, ya en la década de los
noventa, en la que el artista sintió a menudo la necesidad de perpetuar
imágenes intrascendentes, ajenas por completo al lenguaje épico que caracterizó
su obra más conocida.
Durante su estancia en Bizkaia, Luna se instaló entre Portugalete y Bilbao,
como atestiguan las cartas remitidas desde esta localidad a su amigo el
ministro Víctor Balaguer (1824-1901)1. El pintor estuvo asociado a Portugalete
a través de sus dos mecenas vascos más importantes, los también políticos
Víctor Chávarri (1854-1900) y José María Martínez de las Rivas (1850-1916), a
quienes se les debe la iniciativa de las pinturas más ambiciosas llevadas a
cabo por el artista en esos meses.
[Carlos G. Navarro, 2008]
https://bilbaomuseoa.eus/obra-de-arte/mercado-en-portugalete/
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
Bonita pintura al óleo. Qué será de ella 130 años después; quien la tendrá ahora?.
ResponderEliminarHoy he estado en el Museo de Bilbao y no han sabido darme razón.
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