PORTUGALETE MOLINO DE VIENTO II PARTE
Nací en
febrero del año 1955 en el barrio de
Abacholo de Portugalete. La casa en la que nací, fue construida en el primer cuarto de siglo xx y estaba situada al final de la calle conocida como travesía de Abacholo, hoy denominada calle la Colina. Paralela a la anterior existían entonces, otras
tres travesías que se corresponden con las actuales calles, Arantza, la Vid y Buenos
Aires, anteriormente calle Barrengoitia. Hoy de esta casa solo queda un solar verde.
En 1966, toda la familia fuimos a vivir a unos pisos construidos en el año 1960 en calle La Vid, nuestro piso en concreto era el portal número 9. Simplemente nos trasladamos de una calle a su paralela. Los terrenos en los que se edificaron estas viviendas debieron pertenecer a la que conocíamos entonces como “Angelita la de Vizcaya".
Mi vida
hasta hoy ha estado repartida entre Abacholo, Santurtzi y Vera de Bidasoa a
partes iguales, y ahora por edad, liberado de toda actividad laboral, vuelvo al mismo
punto de partida, Portugalete y Santurtzi. hoy en día escasos son los vecinos nacidos de
aquel entonces que sigan viviendo en Abacholo; mi hermana Araceli, José Angel García, Edu y
Joserra Estancona, Txaro Castresana y pocos más.
Mi vida en Abacholo está relacionada con la carnicería de Edu, con el matadero, con la
atalaya, con el colegio de Abacholo, con el lavadero y el depósito de aguas de
San Roque, con el frontón la Estrella, con el barrio de Azeta,
con el barrio de Repélega y la ermita de San Cristóbal, con Galindo, con los bares El Paso, Flores y Coruña, etc. Mi infancia y muchos de mis recuerdos van unidos con los
de mi amigo Eduardo Estancona y cada lugar de los anteriormente mencionados,
tiene su propia historia en mi memoria.
Nuestra niñez y adolescencia en el barrio, se
repartió jugando y haciendo travesuras en las campas y huertas que existieron
junto a nuestras viviendas, de la que por cierto tampoco se salvaba la huerta que mi tío Aurelio
que tenía junto al depósito de aguas. Ataques nocturnos y diurnos en la
primavera a sus árboles frutales, y en el comienzo del otoño a los maizales,
eran acciones que se sucedían año tras año, en una búsqueda de complementar
nuestra simple alimentación.
Uno de
los terrenos más atacado por ser el que lindaba con nuestras casas y zonas de
juego, era los de “María la de Vizcaya”, y donde caben muchas posibilidades de
haber existido en su heredad algún molino.
Y explico lo anterior, porque de una manera
casual, se puede resolver el enigma no solo mío, sino de otros más, que como yo
andamos desde hace tiempo intentando resolver. ¿Se construyó algún molino en
Portugalete, cuál era su emplazamiento y cuales sus años de actividad? En mi caso, mi enigma comienza el día que
preparando un trabajo sobre la familia Castet, me pregunto dónde molerían tanto
cereal como negociaban, si en Portugalete no había molino alguno, y unos
comentarios en ese sentido, realizados en una tertulia entre amigos del barrio
me da una pista, la respuesta la teníamos en casa sin saberlo.
En las
escrituras del piso de mis aitas de la calle la Vid, aparece señalado sin ningún género
de dudas, que estas viviendas se edificaron en un paraje conocido como Molinos
de Viento. Y este plural da a entender que fueron no uno, sino varios los que
existieron en este lugar, y de los que no hay constancia más clara de su
existencia.
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales
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