REPÉLEGA, ERMITA DE SAN CRISTÓBAL, AÑO 1885
En el barrio de Repélega de Santurtzi antiguo, hoy perteneciente a Portugalete desde el año 1933, en el paraje que hoy ocupa su actual iglesia construida entre los años 1903 y 1904, hubo una ermita de la que se tiene conocimiento al menos desde el año 1761 cuando se realizó el apeo de la Villa. En las Escrituras de la Fundación Durañona de Repélega publicada en el blog El Mareómetro, aparece la siguiente indicación:
La ermita de San Cristóbal cuya
reconstrucción parcial se realizó en el año 1885, parece ser que fue semidestruida en los primeros compases de la 3º Guerra Carlista 1872-1876,
tal y como se puede deducir de los siguientes testimonios. El primero está recogido en el libro de Marcos Escorihuela, “Sucesos de Portugalete, sitio y bombardeo”.
Día
1 de agosto 1873:
La facción mandada por Cástor Andéchaga, fuerte de 800
hombres se presenta este día a las 9 de la mañana tratando de penetrar en la Villa
por la parte del Cristo, habiendo llegado algunos carlistas hasta la primera
casas frente a la de Vicuña. La resistencia de los francos y movilizados por una
parte, los disparos de la goleta Buenaventura y la llegada del general Lagunero
a las dos de la tarde, los hizo desistir de su propósito, habiendo tenido de
pérdidas próximo a las casa por una atrevida salida de los francos, once
muertos de estos, un carabinero, cinco heridos de Segorbe, incluso un capitán y
cinco prisioneros.
Según
noticias tenidas por fidedignas, los carlistas tuvieron dos muertos y tres
heridos.
Terminada
la acción, fueron quemadas algunas casas de las inmediaciones de la Villa por
las fuerzas republicanas y lo mismo en el barrio de Rivas y Salcedillo.
Todo parece que la acción de Castor
Andéchaga atacando el centro de la Villa con el resultado de varios muertos,
tuvo una respuesta inmediata, y por ello se atacaron y destruyendo sus propiedades
en el barrio de Repélega y Rivas.
En el blog, mikelatz.blogspot, Hechos, Anécdotas y Relatos de las Guerras Carlistas,
se encuentra un excelente trabajo sobre este personaje, y donde se mencionan de
nuevo los hechos relatados anteriormente por Escorihuela.
CASTOR
ANDECHAGA “Los archivos parroquiales nos recuerdan que su padre José Andéchaga Udondo era
bilbaíno de nacimiento y su madre, Ventura
Toral Allende, encartada de Gordexola. Aunque existe una pequeña
controversia con su año de nacimiento, los archivos, tanto parroquiales como
militares, son claros en este aspecto, marcando la fecha de 1801. Su bautismo
quedó registrado un 28 de marzo en la parroquia de “La Degollación de San Juan
Bautista” (Actualmente parroquia San Juan del Molinar) en el “Valle de
Gordejuela” dentro del ámbito territorial de Las Encartaciones, y siguiendo con
los datos que muestran los archivos parroquiales, sabemos que tuvo un hermano
mayor nacido en 1799, bautizado como Juan Gregorio Ramón.
Entre 1824 y 1833,
mientras disfrutaba de su “licencia
ilimitada” del servicio toma protagonismo su vida familiar. Contrajo
matrimonio con Prima Amestuy Aresti en
la parroquia de San Vicente Mártir en Baracaldo un 12 de octubre de 1825;
trasladando su residencia al pequeño
núcleo de Galindo, por aquel entonces adscrito al “Concejo de Santurce”,
donde estaban ya cómodamente instalados los padres de su mujer.
Fueron precisamente los
suegros de Andéchaga los que aportaron a la pareja un importante patrimonio que
incluía una gran casería con huerta, viñedos y sembrados. Según indica Enriqueta Sesmero en su
libro Clases populares y carlismo
en Bizkaia, la familia Andéchaga-Amestuy atesoró una pequeña fortuna en
tierras de labor: “[...] mantenía
1,3 ha de frutales y una extensa viña de 5,5 ha en una de sus casas en Santurce”.
Precisamente la producción de vino y la negación reiterada de Andéchaga a pagar
el tributo municipal pertinente, lo que llevó al alcalde de los “Tres Concejos
del Valle de Somorrostro” a solicitar la toma de medidas “contra los abusos del oficial indefinido don
Cástor de Andéchaga y su suegra doña Juana Crisóstoma de Aresti, residentes en Santurce, donde se ha
negado a abonar la sisa de varios pellejos de vino clarete”, en
diciembre de 1827.
Las represalias por el acoso a la guarnición
liberal de Portugalete no tardaron en aparecer y hombres de la columna del
general José Lagunero Guijarro,
de los que la población civil incluida la liberal, no tenía buena opinión,
procedieron a la quema de su casa, según queda recogido en Anales de la guerra civil: “De donde se quejan mucho del general
Lagunero, es de Vizcaya. Su columna se conduce muy mal siempre que sale, y
después del tiroteo de Portugalete del otro día, se entretuvieron en quemar la casa de Andéchaga, la de una familia vecina y el pueblo de Elguero”.
Por otra parte en el Archivo Histórico Foral, AHFB, signatura, Santurtzi 0041/039, se encuentra un expediente tramitado por el
ayuntamiento, en el que se hace pública subasta de la obra de reparación de
la ermita de San Cristóbal, ubicada esta entre los barrios de Rivas y Repélega, adjudicándose el remate de las obras a Matías Lasa por un importe de mil
setecientas trece pesetas. También incluye un pliego de condiciones técnicas y
presupuesto firmado por el maestro de obras Francisco de Berriozábal. Este es
parte de su contenido:
Para
la reconstrucción de la ermita de San Cristóbal existieron dos proyectos de
obra, uno, realizado en el mes de julio del año 1883 por Francisco de
Berriozábal y cuyo presupuesto alcanzaba el valor de ocho mil doscientos
cincuenta y cinco reales de vellón, o sea dos mil sesenta y tres pesetas con
setenta y cinco céntimos, el cual fue desestimado por su alto coste, y cuyo
proyecto contemplaba lo siguiente:
Condiciones
que deberán observarse por la reparación que el ayuntamiento del Concejo de
Santurce trata de llevar acabo en la ermita llamada san Cristóbal, sita entre
los barrios de Rivas y Repélega jurisdicción del expresado Concejo. De todo lo
que se halle fuera de la plomada y muy particularmente del ángulo noroeste.
Utilizando las mismas esquinas areniscas y piedra de sujeción, se construirá de
nuevo ligando otra nueva obra con la vieja a completa satisfacción. Sobre la
iguala de la reposición con la obra vieja se elevaran las paredes del expresado
perímetro y con un grosor que tiene un metro cincuenta centímetros con todos
internamente, y lo necesario de ambas fachadas para que la corriente quede cual
corresponde.
En la fachada
principal que hay que hacer toda nueva se procederá al examen de los cimientos
y si resultaran estos de satisfacción se construirá el muro con el grueso de
las otras paredes y elevación nivelada en el plano, y recibiendo con ladrillo
bien cocido el marco y retallos, y construyendo como terminación la espadaña con
dos astas del vidriado material.
El
umbral que en la puerta principal se coloque será de sillería arenisca de dos
metros treinta centímetros de largo, cincuenta y cinco centímetros de ancho y
veinte de grueso labrado a trincheta
fina sin portillos, embetunados, lápiz, coquera etc. y color uniforme.
Tanto
la nueva mesa del altar como las laterales, se arreglarán de suerte que formen
un solo plano con los resaltes y demás que precisen. Las paredes por dentro se
picarán por dentro y fuera dejándolas completamente descarnadas, y por el
costado sur o zaguera y oeste exteriormente se abrirá un pequeño caño con el
fin de sanear la expresada ermita.
La piedra que tanto en la construcción de lo que
se derribe como en lo que se haga nuevo se emplee, será de dimensiones
proporcionales, dureza probada…”
Por todo
lo cual y el alcance del presupuesto de la reparación de la ermita da entender
su estado ruinoso.
Dos
años más tarde, durante los primeros días del mes de junio, en concreto hasta
el día 6 de dicho mes del año 1885,
aparece en los periódicos “ Noticiero Bilbaíno” y “ El Norte” una nota de como
el Ayuntamiento del Concejo de Santurce acuerda sacar a público remate la
reconstrucción de la ermita de San Cristóbal.
Así
el 7 de junio del mismo año 1885 en presencia del alcalde y concejales del
Concejo de Santurce se reúnen para decidir la subasta de reconstrucción de la
ermita de San Cristóbal situada en los barrios de Rivas y Repélega en la
jurisdicción de dicho Concejo. En dicha subasta fue elegida la presentada por
D. Matías Lasa con la cantidad de mil setecientas trece pesetas, propuesta que
mejoraba considerablemente lo presupuestado por el Concejo, que lo había
valorado en dos mil ochenta y ocho pesetas.
Estas
obras estaban finalizadas el 22 de agosto del año 1885, tal y como dejó
constancia el maestro y Director de obra D. Manuel de Otaduy y Mendiguren, con
una mejora en el presupuesto de tres mil ciento diecinueve reales de vellón, o
sea setecientas ochenta pesetas más. Es decir al final se realizaron las obras
con un presupuesto superior al presentado por Francisco de Berriozábal.
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales
Aurelio como mejusta todo loke hescrives mihijo fue elhultimo kese vautizo ayi pues por entonces viviamos erepeleja esaztamente en rrivas numero tres
ResponderEliminarm
Porque la Vida Pasa,recordar nos hace vivir , Maria Jesus. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por compartir tu trabajo, siempre tan interesante.
ResponderEliminarMónica, gracias por tu comentario. Saludos.
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