jueves, 29 de agosto de 2019

LA SAGA DE AURELIANO GUTIÉRREZ


LA SAGA DE  AURELIANO GUTIÉRREZ



A la gente de mar: Lorenzo Gutiérrez Bayón, Tiburcio Gutierrez Arana, Casimiro Gutiérrez Arana, Camilo Antonio Gutiérrez Arana, Aureliano Gutiérrez Ostria, León Aureliano Gutiérrez Castillo, Antonio Roque, Patricio y Aureliano Gutiérrez del Moral.

A mí me ha tocado de la saga de los Aureliano Gutierrez ser el último y al contrario de los anteriores, de secano, y no porque uno lo hubiera deseado, sino por aquella decisión errónea o no que seguí haciéndole caso a mi Aita Patricio.

El hecho fue que al terminar con 15 años el bachillerato, dispuse de dos oportunidades, entrar a trabajar en AHV  previo paso en la escuela de Arte y Oficios de Minas en Baracaldo con los estudios de electrónica, o estudiar radiotelegrafía en la  Escuela Náutica de Portugalete, cuestión que se resolvió con este consejo paterno” Aurelito,  estudia electrónica y “ entra” en AHV, que ahí tendrás trabajo para toda la vida” Él no llego a ver el cierre de esta empresa, y los dos si vimos cómo se paralizó la flota naviera de la siderurgia. En parte si tuvo parte de razón.

Si hubiera elegido la otra alternativa, por la que yo me decantaba, que era estudiar para futuro radiotelegrafista, hubiera coincidido en la misma edad con la que mi abuelo León Aureliano Gutiérrez Castillo, estudió en la escuela Náutica, en su caso en Santurtzi.

Corría el año 1889, cuando al morir prematuramente mis bisabuelos, María Concepción en el año 1887 y posteriormente Camilo Antonio dos años después, mi abuelo Aureliano y sus hermanos huérfanos y menores quedaron en manos de familiares.

Mi abuelo con 8 años de edad, tuvo la suerte de recalar en la casa de su padrino y a la vez primo carnal, Aureliano Gutiérrez Ostria, (nacido en Santurtzi el 11 de marzo de 1859 y bautizado como Eulogio Áureo) marinero, armador, lemán y mayordomo que fuera del puerto de Santurtzi. Mi antepasado Aureliano, al menos figura como armador de las traineras de nombre, “Joven Juanito” y “Dos amigos” y de la lancha de practicaje” Joven María”, lancha naufragada en Motrico en diciembre de 1887. Aureliano, era hijo de Tiburcio Gutiérrez Arana.


Así que mi abuelo encontró en casa de su padrino y de su mujer Aniceta María Castillo Trueba, el mejor de los cobijos posible. Sus tíos a falta de hijos, fueron capaces de adoptarlo con las mejores garantías de futuro y entre ellas que mejor que darle la posibilidad de estudiar y poder llegar a tener una profesión ligada con el mar, pero sin la relación directa que tanto sufrimiento trajo a la familia, con el cobro de la vida de su aita y de alguno de sus tíos y primos.

Desgraciadamente, Aureliano Gutiérrez Ostria, fallecería con tan solo 38 años de edad a causa de una hemorragia cerebral el 9 de mayo de 1896, y mi abuelo finalmente llevado por las circunstancias, se tuvo que decantar a trabajar en el oficio que sus ascendientes habían desarrollado anteriormente, el ser marino y pescador.

Profesión que tan estimadamente desarrolló en Portugalete a partir del año 1905, y siempre en compañía de la su esposa, María “La Navarrilla”. Su amor por el Mar le llevó a ser uno más de los que en el año 1925 fueron capaces de reestructurar la Cofradía de Mareantes de Portugalete, labor continuada por sus hijos; Antonio Roque y mi Aita Patricio Gutiérrez del Moral.

Mi abuelo Aureliano falleció el 10 de julio de 1928, pero de aquellos que le conocieron, caso de Dionisio del Campo “Nisio”, el último palangrero, en una entrevista que le realizaron y se publicó en la revista “EL ABRA” enero 1971, cuarenta años después de su fallecimiento, le homenajeaba de esta manera a la pregunta sobre los pescadores de palangre de Portugalete:

 Nisio, ¿Qué nombres recuerda más famosos de aquella época? - Famosos entonces eran “Los Guernica”, Anes, Luis, Marcos… pero el más popular aquí fue uno que había estudiado para marino y dejó el estudio para andar a la mar, era Aurelio “El Navarrillo”. Ese es el que he visto andar con más tiento, más afición, más limpieza…


No dejo en el tintero a mi padrino y tío Aureliano Gutiérrez del Moral, que recogió el nombre de su padre, y último Aureliano que estuvo dedicado a alguno de los oficios del mar y por lo tanto con pleno derecho de ser miembro de la Cofradía de Mareantes. A mí, sin embargo, me regaló el nombre, y el placer por sentirme gente de mar.

Aureliano Gutiérrez Martín de Vidales.

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