ESCUELA DE ABATXOLO; ANTONIO TRUEBA
A
la misma edad que hoy tiene mi nieto mayor, con cinco años, ingresé en la
escuela de Abatxolo, lugar donde permanecí hasta el año 1962 que me matriculé
en el colegio La Salle de Sestao. Anteriormente, unos años en el colegio de las
monjas junto a la parroquia.
De
esa época, recuerdo la horrible leche en polvo que nos daban para
desayunar, a la maestra Consuelo, al aula con el Xto. crucificado y a ambos
lados, sustituyendo a “Dimas y Gestas” en el Gólgota, las imágenes de Franco y
Primo de Rivera. Del “Cara al Sol” afortunadamente sustituido hoy en día por “pintxo,
pintxo gure txakurra da ta”. Escasos recuerdos, y menos los que he podido
recuperar en el centro Antonio Trueba, puesto que nada aparece de mi etapa escolar.
El Colegio Antonio Trueba se ubica en la zona
baja del Poblado, alineado a la calle Abatxolo. Este edificio racionalista fue
diseñado por el arquitecto Juan María de Uribe Guimón, que se basó en la
limpieza de las formas y en las líneas rectas. Se construyó entre los años 1933-35, con
anterioridad al poblado Babcock & Wilcox, para satisfacer las necesidades
educativas de la población de Repélega, rejuvenecida por los dos grupos de
Casas Baratas, Villanueva y El Progreso.
"El proyecto original
fue reformado en 1968 por Juan M.ª de Amesti ante el incremento de las
necesidades educativas en la zona. La reforma demolió la tercera altura y el
cuerpo de terraza, levantando dos nuevas plantas y tejado a cuatro aguas. A
pesar de que esta obra desfiguró las proporciones y la cubierta aterrazada del
proyecto inicial, todavía se encuentran en él elementos y la apariencia de un
cuidado edificio racionalista, en el que se advierten perfectamente las partes
originales y las plantas de la reforma". Boletín Oficial del País vasco.
Del centro educativo proyectado por el arquitecto, Juan María de Uribe Guimón, y por la memoria del
proyecto conocemos que:
En una situación que se agudiza
por momentos en problema escolar con la construcción de dos barrios de casas
económicas para obreros, que son el de La Florida, que cuenta con una pequeña
escuela unitaria, y el de Progreso, con más de sesenta viviendas de reciente
construcción, cuya población crece rápidamente, el señor Uribe ha considerado
el sector de la carretera de Portugalete a Sestao, por el carácter obrero y de
incesante aumento, como el lugar idóneo para el emplazamiento de la escuela, y
lugar idóneo por el nulo tránsito rodado que evita el peligro a los niños.
Tiene un frente de 52 metros por
un fondo medio de 65 metros, ocupando un área de construcción de 875 metros cuadrados,
quedando para recreo 2.400 metros cuadrados.
El proyecto está planteado para
dar alojamiento a más de 400 alumnos, repartidos en grupos no mayores de 48
alumnos por aula, viéndose obligado, por lo tanto, a proyectar 8 aulas como
mínimo, cuatro para niñas y otras cuatro para niños. De ellas una de cada clase
para párvulos.
Las aulas irán repartidas en dos
plantas, estableciendo las salas de los pequeños en la planta baja, para evitar
las molestias de las escaleras, y la de los mayores en la planta superior. Las
aulas de las niñas al oeste y la de los niños al este, siendo los extremos de
los corredores las salidas a los patios de recreo.
Contará el centro de dos baños y
cuatro duchas para las niñas y otros tanto para los niños, mas dos cuartos de
inspección sanitaria y uno para enfermería accidental. Contará con un gimnasio,
a cuyos lados se extienden las terrazas o solárium, resguardadas así de los
vientos, utilísimas para baños de sol y clases al aire libre en los días
despejados… (Propiedad y Construcción, julio 1934).
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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