REAL CONGREGACIÓN DEL
ALUMBRADO Y VELA DE PORTUGALETE 1803-1929, 1ª Parte
Atendiendo a las Indulgencias plenarias concedidas por el Papa
Pío VI, a todos los domingos de cada mes o en cualquiera de ellos a todos los
fieles que rogaran al Señor, Manuel Antonio de Chávarri, cura beneficiario de
la parroquia de Santa María de Portugalete, en octubre del año 1803, solicita formar parte de la Real Primitiva Congregación del Alumbrado y Vela Continua al
Santísimo Sacramento oculto en los Santos Sagrarios, que fuera establecida esta en
Madrid, en la Real Capilla de Palacio el 15 de agosto de 1789. Solicitud aceptada en
noviembre de dicho año:
“Los
naturales y vecinos de la Noble Villa de Portugalete Señorío de Vizcaya,
Diócesis de Santander, que ahora y en adelante ostentasen el Libro de esta
Congregación que por su comisión ha de existir al cargo del que es y fuese cura
beneficiario de la parroquia de Santa María de dicha Villa en ella y su
partido.
Condescendiendo
con vuestros fervorosos deseos de alistaros en esta Real congregación para
orar, y dar culto al señor por espacio de media hora, (la que eligiesen en cada
semana, o en los días de ella que tuvieran a bien). Delante del sagrario de
alguna de las Iglesias
citadas.”
El
método a seguir para
el establecimiento del Alumbrado y Vela continua al Santísimo Sacramento, según
lo practicaba la Real Congregación fundada por los Reyes en su Real capilla de
Palacio, y demás iglesias del Real Patronato, sujetas al Emimentísimo Señor Patriarca
de las Indias, era el siguiente:
“Fundada que
fuere canónicamente cualquiera Congregación en una iglesia, pondrá dos luces de
cera (además de la lámpara que se enciende para la Sacristía) delante del
sagrario del Altar Mayor, donde está reservado el Santísimo Sacramento, las que
arderán todo el tiempo que permaneciese abierta la iglesia. Dichas dos luces se
costearán de las limosnas voluntarias que contribuirán los individuos de la
Congregación, y sino sufragaren para el gasto de la cera, se dedicarían dos o
más congregantes a pedir con una bolsa a la puerta de la iglesia en los días
festivos.
Al paso que
se aumentasen las limosnas, se aumentará también el alumbrado de los Santos
Sagrarios. De suerte que llegue a verificase sucesivamente el de todos los de
la ciudad o pueblo donde se fundare la Congregación.
Para
recaudar las limosnas de los congregantes se valdrá la Congregación de los
individuos más fervorosos, los cuales cuidarán de comprar la cera necesaria y
llevarla alas iglesias de que respectivamente quisiesen encargarse a fin de que
nunca falte el alumbrado de las dos luces, sin llevar por este trabajo
estipendio alguno…
La Vela
continua, se practica con la mayor facilidad y sencillez, eligiendo los
congregantes de uno y otro sexo, la iglesia, el día y la hora que más les
acomode para tener en cada semana la media hora, sin faltar a las respectivas
obligaciones de sus estados, y si para algún caso no pueden desempeñar la Vela
de la Iglesia, el día y hora que eligiesen, lo secundarán en otra a su voluntad
aunque sea al tiempo de cumplir el precepto de oír misa en los días festivos,
pues a nadie tiene que dar cuenta, ni ninguno se la pide de si ha desempeñado o
no el ejercicio de la vela”.
El libro de acuerdos y asiento de la
Congregación de la Real Congregación del Alumbrado y Vela, de la Parroquia
Santa María de Portugalete, recoge las actas de la Congregación del Alumbrado, (1806/1929),
las cuentas de la Congregación, (1865/1933), y La fundación y sus Ordenanzas, (1803/1808).
AHEB-BEHA
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales
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