JUEGO DE LA RANA
Juego de destreza y habilidad que
consiste en introducir diez fichas de metal lanzadas desde al menos tres metros
de distancia en la boca de una rana. Lo anterior optativo y a consensuar entre los
participantes.
Juego existente de cuando las
bodeguillas superaban a los bares, y donde los espacios alrededor a las tabernas
superaban a las actuales terrazas, condición primera y necesaria para situar a
los jugadores y a la rana.
Hoy con la presión del urbanismo
y su ley del suelo, donde los espacios son primorosamente ocupados por mesas,
sillas, sombrillas, calefactores, etc., las únicas ranas que están al alcance
de la vista son las de los estanques, y si te acercas al monte Serantes, a sus
primogénitos los zapaburus, inquilinos de los abrevaderos.
Conocí este juego en Abatxolo,
donde era habitual ver jugarse en el bar El Paso o en el bar Coruña, un porrón
de vino o varios si terciaba. Esta era la apuesta de aquellos trabajadores que
una vez agotada la jornada laboral, remataban la faena con este juego. Siempre
fui escaso de pulso y falto de buen tino, pero no siendo de los mejores, algún
clarete ya me he bebido a cuenta de otros.
Ayer en Kabiezes, y una vez
recuperado este juego por los organizadores de las fiestas San Pedro 2022, fueron
numerosas las personas que se acercaron a jugar a la rana, y bastantes, faltos
de costumbre, intentaban en sus lanzamientos al menos alguna vez tocar chapa. Intrépidos
principiantes que seguro habrán visto en este juego, que divertirse es a veces
más barato y entretenido que otras actividades que nos pretenden vender.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales.
Aurelio. En "La Parra" jugábamos con 8 fichas.
ResponderEliminarEra lo normal porque diez son difíciles de colocar en la mano, pero las vendían en lotes de diez. Eramos muy torpes y siempre se perdía alguna.
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