MINAS DE ESKOLAMENDI
Endarlatza,
punto de encuentro entre Gipuzkoa y Navarra, paraje fronterizo entre España y Francia.
Lugar bañado por el río Bidasoa.
En este
lugar, inicio y final del antiguo ferrocarril minero inglés “Bidasoa Railway
& Mines Limited” construido alrededor de 1888, aún quedan restos de las
explotaciones del coto minero de Eskolamendi (Lesaka).
Poder contemplan todavía el plano inclinado por donde hacían llegar el producto de las explotaciones de las minas a orillas del Bidasoa para ser trasportadas posteriormente hasta Irún en el ferrocarril. Visitar las bocas de las minas: Bidasoa, San Carlos, La Albión, William, San Pablo, Santa Inés, etc.y demás restos de arqueología industrial-minero, es suficiente motivo para no dejar de visitar este paraje, quizás más conocido a nivel popular por sus puentes, por la pesca de salmones, por el Cura Santa Cruz, por historias de mugalaris, etc., que por la historia que alberga en sí.
En mi
caso y en mi ánimo, moverme entre la maleza y recuperar gráficamente parte de
nuestro pasado es una cuestión altamente gratificante, y aquí hay material
suficiente para coleccionar tesoros ocultos.
En esta
ocasión he ido acompañado por mis amigos Patxiku y Larri, que con suma paciencia
me aguantan y acompañan en el oficio de encontrar “cosas” que para otros no son más que piedras. Otro día
tocará localizar un búnker o una kisulabea totalmente camuflada entre la
maleza. A esta cita intentaré engañar a Xanti y a Txema.
Bortziriak
está llena de sorpresas.
Aurelio Gutiérrez
Martín de Vidales
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