sábado, 4 de febrero de 2023

MAGDALENO IBARRONDO LUZAR

 

MAGDALENO IBARRONDO LUZAR

IM MEMORIAN


En la sesión del pleno municipal de Santurce celebrado el 1 de julio de 1932, entre otras cuestiones se acordó “conceder una pensión vitalicia que ha de abonarse a Martina Lazpita Ibarrondo viuda de Ibarrondo, mientras conserve su estado de viudez y que sea de mil ochocientas veinticinco pesetas anuales”, proceso que se había iniciado en el pleno celebrado el anterior 28 de mayo.

Sin embargo, el 13 de agosto de 1937 el pleno del Ayuntamiento Nacional de Santurce toma la siguiente decisión

“Cesarán de percibir la pensión que disfrutaban los siguientes señores por ser desafectos al régimen: D. Justo Bustamante Causo celador de arbitrios y Doña Martina Lazpita, viuda del velador nocturno Magdaleno Ibarrondo, muerto en circunstancias excepcionales cuando llevaba año y medio de servicios en el pueblo. Dicho señor era socialista y lo mismo su citada esposa, por lo que no procede sostener esta carga que el ayuntamiento rojo separatista echó sobre las arcas municipales sin justificación y con el fin de favorecer a sus adeptos.”



 Decisión que fue ratificada en el pleno celebrado el 3 de mayo de 1940.

“Vista la instancia que formula la vecina Doña Martina Lazpita, viuda de Magdaleno Ibarrondo, reclamando la pensión que la concedió el Ayuntamiento republicano socialista, se acuerda ratificar la resolución del Ayuntamiento Nacional tomada el 13 de agosto de 1937”.

 Sin embargo el pleno celebrado el 19 de octubre de 1955, se toma el acuerdo por unanimidad de : reponer a Doña Martina Lazpita, viuda del Cabo de Veladores Nocturnos, muerto en acto de servicio a la pensión de 1.825 pesetas anuales que venía disfrutando hasta el año 1937, con carácter vitalicio, pagadera por mensualidades recibidas, sin que tenga derecho a los atrasos no percibidos.



Magdaleno Ibarrondo Luzar fue asesinado en el puerto de Santurtzi el 25 de mayo de 1932. Había sido bautizado en Gallarta) el 27 de julio de 1886, y el momento de su muerte vivía junto a su esposa Martina Lazpita Ibarrondo, natural de Berriz y bautizada el 30 de enero de 1884,  y sus hijos Mario y Beatriz en la calle Cabieces, nº1 piso 1º.

Noticia recogida del periódico “El Liberal” publicado el día 26 de mayo de 1932:

La noche del 25 de mayo, aproximadamente a las once y media se registró en el muelle de Santurce un sangriento suceso que ha costado la vida al activo y celoso cabo de la guardia municipal D. Magdaleno Ibarrondo Luza de cuarenta y seis años, casado y natural de Gallarta.



He aquí la forma en que se desarrollaron los hechos y sus antecedentes según referencias de origen autorizado.

El jefe de la guardia municipal de Portugalete Sr. Allende avisó ayer tarde por teléfono a su colega de Santurce que tenía noticia de que por la noche se iba a pegar pasquines en esta localidad relacionados con la votación del Estatuto vasconavarro. El jefe de Santurce D. Blas Ciarreta comunicó a su vez con el alcalde D. Anacleto de Unzueta quien se manifestó que tales carteles estaban autorizados, pero encargándole tuviese cuidado de no permitir que fuesen colocados en cualquier lugar, y sobre todo que no se agregaran inscripciones de ninguna clase a mano o pintura.

Cumpliendo las instrucciones de la autoridad superior Los Señores Ciarreta e Ibarrondo salieron anoche hacia las once a efectuar una requisa. Llegados al muelle, junto a la casa de ventas advirtieron la presencia de dos sujetos al pie de una de las escalerillas situadas en la parte exterior de dicho muelle, junto a la cual aparecía amarrada una lancha gasolina. Extrañados los Señores Ciarreta e Ibarrondo de dichos individuos en aquel lugar y a tal hora, y por la actitud sospechosa en que se hallaban pues aparentaban examinar atentamente la embarcación, decidieron espiarles y a cuyo fin se apostaron convenientemente.



 Trascurridos algunos minutos los desconocidos-uno de los cuales portaba un pequeño paquete- abandonaron la escalerilla y emprendieron la marcha hacia la salida el muelle. En pos de ellos fueron el jefe y el cabo de la Guardia municipal, quienes, cuando ya se hallaban a pocos pasos de aquellos les llamaron la atención para que se detuvieran, a cuya invitación no hicieron caso.

¡Eh, que es a ustedes!, les gritó Sr Ciarreta.

En aquel momento uno de los perseguidos se volvió rápidamente empuñando en su mano derecha una pistola con la que disparó un tiro sobre el cabo Ibarrondo que alcanzado por el proyectil cayó a tierra. El Sr Ciarreta dijo al agresor. “Ya te he conocido” y a su vez echo mano de su pistola reglamentaria para repeler la agresión. El criminal entonces apuntó sobre él y le disparó dos tiros que por fortuna no hicieron blanco. Acto seguido los dos sujetos emprendieron precipitada fuga por el relleno en dirección a Portugalete seguidos del Sr. Ciarreta que disparó sobre ellos hasta agotar el cargador sin lograr alcanzarles.



El Sr. Ciarreta volvió entonces sobre sus pasos para acudir en socorro de su compañero. Para entonces ya habían acudido algunos vecinos y marineros de los barcos pesqueros a quienes había alarmado el ruido de las detonaciones. Entre todos recogieron el cuerpo exánime del Sr. Ibarrondo donde el médico D. Bruno Alegría procedió a reconocerle y certificar su defunción. La bala certera habíale atravesado el corazón ocasionándole la muerte instantánea.

Particularmente me resulta extraño que Blas Ciarreta el Jefe de los Municipales de Santurce, en lugar de socorrer a su compañero, se dedicara sin ningún resultado a perseguir a quien él relata que fueron los atacantes.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 


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