jueves, 2 de febrero de 2023

TOROS EN PORTUGALETE 31 AGOSTO 1856

 

TOROS EN PORTUGALETE 31 AGOSTO 1856



Si en una entrada anterior recogía la crónica de la corrida de toros celebrada en la plaza de Portugalete el 24 de agosto de 1856, en esta ocasión corresponde a la celebrada en el mismo lugar, pero el domingo siguiente 31 de agosto. En esta ocasión corresponde a  la publicada en el “Irurac Bat” el 4 de setiembre de 1856.

Hay que mencionar que ambas corridas ya habían sido anunciadas en su publicación del 8 de agosto anterior: “La villa de Portugalete va a celebrar dos famosas novilladas en el mes de agosto, para lo cual están hacinando ya en uno de los extremos de su hermosa plaza los materiales para la construcción de los tendidos”

Reseña del 4 de setiembre: "En la novillada celebrada en Portugalete el domingo 31 hubo muchos lances grotescos, más que en la anterior. El público si bien se rió no salió más complacido, porque el programa se cumplió en todas sus partes.



No puede decirse que estuvo mala considerada como novillada de Portugalete, a pesar de que la elección del ganado fue fatal, pues a excepción de uno o dos toros, los restantes que se han lidiado habían sido capeados anteriormente. Esta es una falta imperdonable que deben procurar evitar tanto los empresarios como los ganaderos, los unos mirando sus intereses y los otros teniendo en cuenta la honra de su ganadería. Y especialmente cuando se sabe que el público con que se cuenta es de Bilbao en su mayor parte, público acostumbrado a buenos toros y bastante práctico para conocer sus cualidades, y que sabe perdonar lo inevitable pero que se disgusta mucho cuando se le presenta un ganado mediano.

Presidida por el señor alcalde, dio principio la novillada a las cuatro y con bastante concurrencia.

Salió Granadero, negro, bien puesto, pobre de carnes, tomó cuatro varas y le puso Chaviri dos pares con mucha gracia. Benito Abasolo, Vinagre le dio dos buenas, aunque algo bajas, pero para rematarle tuvo un descabello.

Un buen hombre que bajó a la plaza con objeto de recoger la divisa fue cogido y lanzado al aire por el toro, el público le creyó muerto, pero afortunadamente se equivocó, aunque le tomó por el vientre no le causó menor la herida, sin embargo, asustó mucho a las señoras. Estos abusos deben corregirse, nosotros siendo autoridad castigaríamos severamente a esos hombres que sin ninguna inteligencia bajan al redondel a buscar totalmente la muerte.



Milano, se llamaba el segundo, navarro, toro muy bonito, aunque muy pequeño, dio mucho juego, embestía desordenadamente, pero los picadores conociendo su poca fuerza le recibieron a regatón las varias veces que arremetió a los caballos. Soto le dio con mucha limpieza el salto de la garrocha, le capearon con bastante maestría Vinagre y Rechina, y después de cinco pares que le pusieron Jorge y el alpargatero lo despachó Vinagre de una magnífica estocada.

Es lástima que este matador no tenga mejor escuela, en cuyo caso aprovechando algunas cualidades excelentes que tiene, sino llegaría a ser una notabilidad podría pasar por un espada muy regular.

Del tercer toro muerto a chispa eléctrica o bomba, solo se nos ocurre decir que es una variedad en las novilladas más para ahuyentar al público que para atraerle y que debe desecharse por repugnante.



El cuarto toro embolado divirtió mucho especialmente el alpargatero que rejoneó no sabemos si con más gracia que frescura, es una variedad que gustará siempre en un toro nada más así es que el quinto fastidió. Es una broma muy pesada ver a los hombres magullados por el toro para prolongarla. La novillada de este día hubiera sido muy regular si el último toro en lugar de las bolas y el rejón se lidia de punta, porque fue el mejor de los toros castellanos. Además, el público no busca las parodias, en las corridas asiste a ellas porque se complace ver como el valor y destreza del hombre buscan la bravura de la fiera. Lo demás nadie puede asistir con gusto a una función donde se pone frente de un toro embolado un picador con su estoque que toma por primera vez en la mano y le da un pinchazo en cambio de un golpe que recibe. Así es que Antonio con la templanza que le caracteriza dio una porción de tajos al toro, pero recibió otras tantas embestidas, y por lo más que el toro estuviera embolado le aconsejamos no repita la fiesta porque muchas veces un golpe produce consecuencias más funestas que una buena cornada.

Lo mismo decimos a Chaviri, lidió, pero abandonó el rejoncillo, pues a pocos golpes que reciba en el pecho como el que sufrió en este día le pueden echar al otro barrio, y si está destinado a morir en el redondel que sea con honra.



Por malas que sean las novilladas de Portugalete el público de Bilbao siempre asistirá con gusto porque el espectáculo que ofrece la ría hasta después de la función basta para dar un día de placer.

El Ibaizabal además de la mucha lumbre que llevaba, tuvo aliento para arrastrar seis remolques, tres lanchas y tres botes.

Parece ser que los empresarios de la plaza de Portugalete tratan de disponer otra función.

Parece que el espada y empresario de las novilladas de Portugalete, han sido citados ante la autoridad con motivo de reclamaciones muy formales que le han sido hechos por algunos interesados, los cuales temerosos de ser envueltos en las pérdidas que aquel y sus socios han experimentado, no quieren exponerse a sufrir quebrantos en sus intereses".

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.

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