UN BOTIJO Y UN BUEN PROYECTO

No cabe duda de que las fiestas patronales son una fuente de financiación para particulares, entidades políticas y sociales de su ámbito local.

Esto mismo debieron de pensar el hijo de mi amigo Arturo Luis, que junto con cinco compañeros de universidad necesitaban recaudar 12.000 euros para desarrollar en el Amazonas un estudio en el propio hábitat de la araña peluda, y de las propiedades de esta armiarma para evitar la calvicie.

Así que días atrás se pusieron en contacto conmigo a ver si yo a través de las redes sociales podía colaborar al menos en anunciar el proyecto, puesto que la ayuda institucional era más bien escasa.

En línea con mi actitud de ayudar sin esperar nada a cambio, les planteé algo mejor, me comprometía a recaudar dinero proveniente de los asistentes a las fiestas de Santurtzi.

Así que, provisto de un botijo, y varios cántaros de agua que cargué en la fuente de La Canilla de Portugalete, (agradezco a los responsables municipales de la villa el no cobro de costas por traslado del agua de un pueblo a otro), una hora antes del comienzo de la procesión del Carmen me coloqué en las rampas del puerto con un cártel que decía “beber del porrón lo hace cualquiera, ¡atrévete con un botijo!. La voluntad”, y como ya se sabe que los vascos en esto de los desafíos somos únicos, al cuarto de hora, ya tenía recaudados 347 euros de voluntad y ni una gota de agua.

 El dinero y la idea se la he regalado a estos estudiantes, y a partir de aquí es cosa suya que haya menos calvos en Euskadi.

Si estos días estás en Santurtzi y quieres colaborar con ellos y su proyecto los encontrarás por las tardes en el puerto. Son los de la bata blanca y el botijo.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.