FAROLAS
PORTUGALETE-SANTURTZI
Desde Mamariga hasta Repélega,
desde la Iglesia de San Jorge hasta la basílica de Santa María, la brisa del
mar barniza a los pobladores de esta margen de la Ría, y nos dota a los
habitantes de Santurtzi y Portugalete con un carácter genuino, que nos hace
destacar como afables y buenos discutidores, y donde de la ocurrencia, hacemos
una de nuestras grandes virtudes.
Para llevar a cabo dicha
ocurrencia, imprescindible es poseer muy
buenas luces. Algunas vienen en el ADN, otras, donde prima el postureo son más
artificiales.
Que pertenecemos a un pueblo con
muchas luces, eso es algo que no tiene discusión alguna, y para demostrarlo que
mejor que plasmarlo con aquello que nos ilumina, a veces en exceso. Las otras
luces, las de cada persona y habitante, solo las podemos descubrir en el trato,
los afables a un lado, los resentidos al otro. El eterno fraude entre el Ser y
el querer ser.
Las personas al fin y al cabo somos como las
farolas, todas dan luz, repartidas, casi todas son diferentes y cada barrio y
cada casa con su modelo. Farolas y
farolines, de estos últimos cada cual que saque su conclusión, de las farolas
una pequeña muestra.
Modernas, clásicas, antiguas, elegantes,
caras, baratas, luminosas, apagadas, altas y esbeltas, pequeñas y recogidas,
una gran variedad, como las personas…
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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