18 DE ENERO
1932, EL Día QUE SE Quemó LA iglesia PARROQUIAl DE SAN JORGE EN SANTURTZI
En Santurce, durante un mitin un
excapitán del ejército provoca un vivo tiroteo y los grupos excitados incendian
la iglesia.
“Los elementos de las izquierdas
acordaron el lunes por la mañana organizar un mitin que había de celebrarse a
las cuatro de la tarde en la plaza pública, al aire libre como protesta contra
los sangrientos sucesos desarrollados el domingo en Bilbao. (Ese día miembros del
Círculo Tradicionalista, monárquicos y nacionalistas clericales habían
organizado un acto público en el frontón Euskalduna. A la par defensores de la
República convocaron una manifestación. Se sucedieron entonces unos
enfrentamientos tanto verbales como armados a resultado de los cuales los tradicionalistas
mataron a Ángel Jiménez Tejada de diecisiete años, pertenecía a Juventudes Socialistas,
Cipriano Gutiérrez López, de veintiséis años, pertenecía al Partido Republicano,
y Salvador Pérez González, de veintiún años, sin afiliación conocida. A lo
anterior habría que sumar varias decenas de heridos, algunos de bala).
En cumplimiento de dicho acuerdo
se celebró el anunciado mitin al que asistió un gentío enorme. Los oradores
hicieron uso de la palabra desde el quiosco de la música.
Estaban encargados de hacer uso
de la palabra Valentín García por los republicanos, Felipe Pereiro, por el
Partido Comunista, Saturnino Aransáez, por la Confederación Nacional del
Trabajo, y Tomás Sánchez, por el Centro de Sociedades Obreras de la Unión
General de Trabajadores.
Se deslizaba el mitin en medio de
la mayor normalidad y con orden perfecto, pero cuando estaba hablando el
tercero de los oradores, un ex capitán del fuerte Serantes, recientemente
retirado, que procesa ideas reaccionarias, llamado Alfredo Ferri, sin saberse
porque motivo hizo dos disparos de pistola desde alguna distancia sobre el
público que presenciaba el mitin, y seguidamente se resguardó en el portal de
la casa donde se halla instalada la confitería del Sr. Mendizábal, y desde allí
continuó disparando sobre los grupos que se habían destacado del público al oír
los disparos.
Luego se generalizó el tiroteo en
el que tomaron parte algunos elementos nacionalistas, produciéndose con tal
motivo bastante confusión entre el público con sustos y carreras. Durante la
refriega se hicieron más de doscientos disparos, pero por fortuna solamente
resultaron heridos levemente Luis Barquín Arteche, de veinte años soltero y de
afiliación socialista que recibió un balazo en el brazo derecho, e Ignacio Lanzagorta
Lecuona, de veinticinco años, casado y sin afiliación política conocida, que
presentaba una herida de bala en la región maxilar derecha. Los dos heridos se
hallaban entre el público que presenciaba el mitin.
Estos sucesos excitaron los
ánimos y algunos grupos se destacaron y provistos de bidones de gasolina
penetraron en la iglesia parroquial que rociaron con el líquido combustible y
prendieron fuego, dejando que este se enseñoreara del templo. (Gasolina que
cogieron del surtidor que entonces se encontraba frente a la parroquia).
El alcalde en funciones dio cuenta al propietario Sr. Unzueta que se hallaba en Bilbao para asistir al entierro de las víctimas de los sucesos del domingo y dicho Sr. Unzueta se apresuró a llamara al parque de Bomberos para que enviase personal y material de incendios con el fin de sofocar el incendio; pero la bomba no pudo llegar a Santurce porque en el barrio de Ugarte un grupo impidió su avance, en vista de lo cual regresaron los bomberos a Bilbao.
Como el fuego continuaba causando
destrozos, los elementos reaccionarios se decidieron a realizar trabajos para
ver de extinguirlo, y solicitaron al Ayuntamiento, el cual facilitó los únicos
elementos de que disponía, que era una manga con la que aquellos comenzaron los
trabajos de extinción del fuego, que no alcanzó las proporciones que se temía,
consiguiéndose al fin dominar el incendio, aunque después de haber ocasionado
pérdidas de gran consideración.
A requerimiento del alcalde se
presentaron en Santurce fuerzas de la Guardia Civil de caballería de
Portugalete, las cuales no tuvieron por fortuna que intervenir, limitándose a
mantener el orden, que luego no volvió a perturbarse.
La autoridad comenzó a practicar
diligencias efectuándose algunos registros domiciliarios.
Desde luego el promotor de los disturbios fue
detenido y puesto a disposición de la autoridad correspondiente, el ex capitán
de infantería señor Ferri, que en la actualidad desempeñaba un alto cargo en la
Compañía de Tranvías.
También se practicó la detención
de un individuo llamado Lezo Urreiztieta, de veintisiete años, con domicilio en
el barrio de Fontuso, al cual se le ocupó una pistola. Juntamente con el arma
fue puesto a disposición del Juzgado municipal, que por orden del de
instrucción ha comenzado a instruir las diligencias oportunas”. Fuentes
documentales enero de 1932 en: El Liberal, EUZKADI, Nervión, La Tarde y Mundo
Gráfico, (enero y febrero).
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario