CARACOLES DE
BELUNTZA
Llega el verano, y con ello las
fiestas estivales. Cada pueblo con la suyas. Tiempo de celebraciones en
familia, en cuadrilla o solitos en casa que es a veces donde uno está mejor
acompañado.
Y en estas celebraciones, en el menú festivo
de nuestra casa no pueden faltar los caracoles. En julio por el Carmen en Santurtzi
y al mes siguiente por San Roque en Portugalete. De obligado cumplimiento
degustar una ración de caracoles, nunca más de 30 por persona. En Navidad se
repite la oración.
Los correspondientes a este año
son de label, autóctonos alaveses de Beluntza concejo del municipio de Urkabustaiz.
Cero de contaminación, sanos y bien alimentados con productos de la huerta y selecionados en su punto de madurez con caparazón y morro duro. Tiempo atrás a Lorea,
Alvarito y con la ayuda estimable de Andrés tuvieron la sana ocurrencia de instalar,
digamos una jaula, para guardar y posteriormente criar caracoles del entorno, lo que va facilitando su reproducción y recolección.
Todo un éxito, caracol que veo,
caracol inquilino. Bien protegidos, cuidados y alimentados esta idea supone una
experiencia novedosa que, si da resultado, en un futuro estos moluscos gasterópodos se convertirán en una fuente de
ingresos que, aunque no sean económicos si serán estomacales.
Por ahora, estos primeros 90 caracoles representan el anticipo del mañana, la prueba piloto dejada en mis
manos por la fama que me precede de ser buen cocinero caracoril. Así que visto el buen resultado final habrá
que añadir a las festividades anteriores la festividad de San Pedro, festividad de Beluntza, dando por sentado que llegará el año en la que todos los que así se presten en esa fecha y en buena armonía darán cuenta de una parte sustancial de la cosecha comunitaria.
Mientras llega ese día, este año
se quedarán con la ganas y hoy Aranhe, mi nieta y mejor jurado, con su ración correspondiente.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
Hola Aurelio. Solo queda deciros: Buen provecho para todos y que, incluso los caracoles, se sientan reconfortados en vuestros estómagos. Saludos
ResponderEliminarGracias Mariano, majo.
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