domingo, 12 de octubre de 2025


VICENTA MARTÍN  DE VIDALES MILLAS ”LA NAVARRILLA”                  

Este 12 de octubre se cumple el 30 aniversario del fallecimiento de mi Ama, Vicenta Martín de Vidales Millas, (Mora-Toledo 14 setiembre 1914- Hospital Santa Marina Bilbao 12 octubre 1995) y a pesar de que en varias ocasiones he hablado de ella en este blog, en este día de tan triste recuerdos para mi, reivindico que no la olvido ningún día del año y que la recuerdo todos, por eso volverla a recordar en el blog es mi manera de homenajearla, y a su vez, ahora que tantas calamidades  derivadas de las guerras vemos minuto a minuto en los medios, poder reseñar por lo que pasaron nuestros padres en aquella guerra y posguerra del 1936.
Si quiero añadir que de lo que verdaderamente me siento orgullo es que al tiempo de su fallecimiento pude recuperar  su apellido completo, Martín de Vidales, que un triste día, un más triste funcionario amputó por un Martín. 
Vicenta Martín de Vidales Millas el como y porque llegó a Bizkaia: Mientras leía en el periódico Euskadi Roja del 4 de abril de 1936 un artículo sobre las viviendas del Fuerte San Roque del barrio portugalujo de Abatxolo, y ver señalado en el artículo a mi abuela con su apodo” La Navarrilla,” me surgió necesidad de escribir como la Vida se complementa de una serie de acontecimientos casuales, una cadena de coincidencias, que marcan el destino de las personas.
En el caso que me ocupa, es como  el destino hizo que mi madre Vicenta y mi padre Patricio se unieran al de Florencio e Isabel, y cuya consecuencia es que hoy lo pueda relatar.
 Leo; — “En otras habitaciones, de aspecto tanto o más miserable, viven Escola, Bernarda de los Santos, Barril, Gregoria, “la Navarrilla” y muchos más. Por debajo del tabal entra el viento con furor. Esto está lleno de ratas, de enormes proporciones. . . Parecen gatos por su tamaño. Al hijo de Barril le ha mordido en una mano una de estas ratas.
Suele haber a veces prosigue numerosos enfermos, muchos de ellos de enfermedades contagiosas. En la actualidad hay algunos tuberculosos, que padecen accesos y vómitos de sangre. Tampoco los retretes tienen agua. . .
He aquí lo que hemos escuchado y presenciado. Más de 27 familias, unas 150 personas, viven hacinadas como bestias en inmundas pocilgas infectadas y malolientes, en el fuerte de San Roque, conocido por Abisinia. Carecen de los más elemental: de agua. Hay goteras los días lluviosos, penetra el viento por todas partes; los olores son insoportables, abundan los piojos y enormes ratas hambrientas, que clavan sus repugnantes colmillos en las carnes famélicas y doloridas de estas pobres gentes. . . Hay enfermos de tuberculosis que sufren vómitos de sangre. ”
Sobre el año 1934, una vez mal acondicionados los restos de la que fuera una de fortificación de defensa liberal en las guerras  carlista, conocido como Fuerte San Roque o como también se le conocería Abisinia, sus habitáculos se convirtieron en vivienda, y cuyos destinatarios eran aquellos vecinos y transeúntes que carecían de ella.
Por ello, en ese año de 1935, mi abuela María Soledad nacida en Santurtzi en 1882 con sus hijos nacidos en Portugalete, Antonio en 1907, Patricio en 1909, Laura en 1913, María en 1915, Aurelio en 1920 y Miguel en 1922, se vieron desplazados hasta ahí desde la morada donde vivían y habían nacido, en la calle del muelle viejo, Manuel Calvo Nº15. Tanto mi abuela como mi abuelo León Aureliano habían accedido a esta vivienda en régimen de alquiler en el año 1905, fecha de su llegada a Portugalete desde el vecino pueblo de Santurtzi, su lugar de nacimiento. León Aureliano había fallecido en agosto de 1928.
La causa de buscar la familia cobijo en el fuerte, parece ser que estuvo motivada por las reacciones en su contra debidas al estar la familia involucrados en la Revolución de Octubre de 1934, y una de las consecuencias, fue perder el alquiler de la vivienda del muelle viejo.
Sea como fuere, allí les tocó convivir con familias en situaciones semejantes a ellos.
En el Fuerte San Roque, se encontraba también la familia de Florencio Villar Bueno e Isabel Hormilla Olarte, junto a sus hijos nacidos en Portugalete, José Luis en 1929, Roberto en 1931 y Valentín en 1933. Más adelante tendrían dos hijos más, Purificación que nacería en Mataró en el año 1939 y Carlos en Portugalete en el año 1943. Florencio, gracias a sus dotes de organizador, ejerció en aquel lugar como, portero y alcalde, etc. En aquella Abisinia del barrio de San Roque, y que recogía el nombre a su vez de la africana que esa época era portada en todos los periódicos, a Florencio le tocó que le pusieran el apodo de “Negus”, como el emperador de aquel país Haile Selassie, y desde entonces, fue y es conocido, como “Negus”.
Una vez que el ejercito franquista entra en Portugalete a mediados de junio de 1937, las familias se dispersan, y no es hasta su regreso a la Villa, alrededor de 1940 cuando cada cual busca nuevas viviendas..
















Acabada la guerra civil y desaparecido el fuerte como vivienda, Floren y su familia pasaron a vivir a la calle Víctor Chávarri N.º 5. Allí junto a su vivienda en la plaza del ayuntamiento en uno de los dos quioscos que existieron, el bueno de Florencio “Negus”,vendía golosinas y además nos alegraba con su simpatía.  
Mientras esto sucedía, los Navarrillos pasarían a vivir a la calle Abatxolo Nº9. Miguel junto a Aurelio trabajarían como albañiles en la construcción del deposito de aguas, que ocuparía el espacio del antiguo Fuerte. 
Aurelio volvería a Portugalete en junio de 1939, una vez que la guerra le había desplazado a Santander y posteriormente a Barcelona. Patricio y Antonio como siempre, de marineros. Patricio y Antonio habían  regresado a Portugalete en el año 1939, Patricio del campo de prisioneros de Rio Seco en Valladolid y Antonio del de Santiago de Compostela en Galicia. María Soledad y sus hijas Laura y María, se dedicaban entonces a la venta de  pescado.
Patricio, vivía alternando entre la casa de Abatxolo, y otra en la calle Santa María, junto a su mujer Felisa Aguado Bastida, con la que se había casado en 1936, y sus hijos Araceli nacida en Ortuella en 1936, Antonio nacido en Caen-Francia en 1937 y Miguel nacido en 1941. Felisa desgraciadamente fallecería en junio de 1944. En abril había fallecido María Soledad “La Navarrilla”. Araceli muy poco estuvo en esta casa porque tan pronto como falleció su madre, hasta enero de 1948 que retornó a Portugalete vivió con sus tíos en Ortuella. Esta será otra historia.


















En el año 1945 llega a Portugalete mi madre Vicenta Martín de Vidales Millas, nacida en Mora provincia de Toledo en el año 1914. Su marido, Amalio Rodríguez Jiménez, condenado por un tribunal militar franquista había sido fusilado en la cárcel de Ocaña, y ella a su vez expulsada del pueblo durante un periodo mínimo de diez años.  Su vida era insostenible en el pueblo que la vio nacer. Viuda y con tres niñas pequeñas, aconsejada por familiares que realizaron los trámites oportunos se desplaza a Portugalete, puesto que sus tres hijas nacidas en Mora, Ascensión en 1936, Vicenta en 1939 y Carmen en 1944, eran ingresadas en la Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso de Sestao.
La Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso, había sido fundada en Madrid por La Madre Esperanza en la Nochebuena del año 1930, y en 1933 ya había una congregación en Santurce y en el año 1935 otras en Sestao y Bilbao. Esta fundación se distinguirá por su sensibilidad social. La Madre Esperanza ve con claridad la guerra que se avecina. Victimas particulares e inocentes serán los niños que en gran número se verán huérfanos y abandonados, disponiendo las monjas el papel de madres. Disponían sus estatutos expresamente que las hermanas comieran lo mismo que los niños, y solo después que estos hubieran acabado, y que por lo menos un 25 por ciento de los internos tuvieran estancia absolutamente gratuita.





















Estas serían las buenas voluntades de todas las congregaciones religiosas que acogieron a los niños en la posguerra, pero la realidad total fue bien distinta, tal y como lo relata Almudena Grandes en su libro “Las tres bodas de doña Manolita”
Vicenta, como muchos de los emigrantes con escasos recursos con los que contó Portugalete a partir de la terminación de la guerra, compartió con ellos la práctica habitual de buscar alojamiento en una casa particular que les alojara como pupilos con derecho a cocina. En el caso de mi Ama, su destino la llevó a la calle del Medio, en la casa de Florencio “Negus” e Isabel.
Su vida con la familia del “Negus” transcurre hasta 1948, año en el cual  se casa con mi Aita Patricio, pasando desde entonces a vivir a la casa de Abatxolo. Durante este tiempo su medio de vida y sus ingresos económicas provenían de trabajos del hogar en casas. Con dichos ingresos pagaba el alquiler y lo que le llegaba para ayudar a sus hijas.
 El como pudo llegar a conocerse Vicenta y Patricio, pudiera ser de la siguiente manera. Las hijas de Vicenta estaban internadas en Sestao en el Amor Misericordioso, Araceli que hasta los 11 años había vivido en Ortuella y que estaba ingresada en el preventorio José Antonio de la sección femenina de Gallarta, es llevada en enero de 1948 al mismo centro sestaotarra, al igual que Purificación la hija de Florencio e Isabel.
Mis hermanas Carmen y Araceli estarían en Sestao hasta cerca del año 1951, sin embargo, mis hermanas Ascensión y Vicenta, antes de ir a vivir a la casa de Abatxolo, estuvieron unos años en la Congregación que las Esclavas del Amor Misericordioso tenía en Bilbao.
 Esto posibilitó con toda seguridad que las tres familias se conocieran entre sí en las visitas a sus respectivas hijas a Sestao, y que la consecuencia final fuera el matrimonio de Vicenta y Patricio. Con esta unión, Vicenta recogió entonces el apodo de su suegra María Soledad, y era conocida como Vicenta “La Navarrilla”, apodo a su vez trasmitió a sus hijas e hijos.







Mi Ama con tres hijas, mi Aita con tres hijos, y los cinco restantes que tuvieron entre ellos, y que llegamos a este mundo de una manera escalonada, Nieves en 1949, Blanqui en 1951, Javier en 1953, Aurelio en 1955 y Arantza en 1957, formamos una familia en total 11 hermanos. En aquella casa que como me contó mi hermana Carmen, cuando no había agua potable, cosa corriente, había que bajar hasta la fuente de la Canilla, y subir los baldes a casa tapados con hojas de higuera para que no se desparramara el agua. Un millón de anécdotas nos trae esta casa a sus antiguos moradores……
A partir de entonces, la vida laboral de Patricio es como marinero en el Sporting y en AHV. La pesca es un recurso para ayudar la economía familiar de tanta prole.
Mi Ama Vicenta, titular indiscutible y honorífica de todos los calendarios que quieran glosar a la mujer trabajadora, desempeño infinidad de actividades laborales para sacar a sus hijos adelante. Sea lo siguiente una muestra, que no la totalidad:
En el mismo portal donde compartía vivienda con Isabel y Florencio “Negus” estaba la confitería de Barriocanal, lugar donde se dedicó a realizar tareas de limpieza bajo el auspicio de Aurora. Lo mismo que en el portal que estaba   enfrente del suyo, en la casa de Rosaura, que yo conocí y tengo un recuerdo de ser una mujer buena y cariñosa. Más adelante trabajaría en casa de Pepita, igual de buena persona, con mi Ama se portaron extraordinariamente.
 En el centro de la calle del Medio o Víctor Chavarri, la sastrería de Juan de la Fuente. Aquí mi madre trabajaba limpiando y con el tiempo mis hermanas Carmen y Vicenta de costureras, junto a Nieves Larrea, Lauri, Felisita, Ana Mari etc., Buenas trabajadoras, y si no lo fueran, la hija de Franco, Carmen Polo, no hubiera encargado a esta sastrería hacerle un abrigo.
Cuantos retales no habrá recogido, guardados en la faldiquera Vicenta en la sastrería. Con estos después nos haría apaños en la ropa. Arte, ganas y estilo la sobraba para regalar.
Frente a la sastrería, la pastelería de Mendizábal, lugar donde trabajó junto a Araceli. Cada una en sus tareas, bien diferentes, pero oportunas para sacar la casa adelante. ¡Qué buenos estaban los manolitos de mantequilla! Trabajó en el matadero municipal limpiando vísceras, y en el Ojillo,  en la carnicería de Lucita donde se ganaba el jornal picando cebolla. En ello estaba el día que muy embarazada de mi o de mi hermana Arantza se resbaló y casi nacimos en el intento.





















El lavadero era otro de los lugares donde sacaba otro jornal, lavando nuestra ropa y la de aquellos que se lo solicitasen. Lavaba para la familia Ibarmia, para Ramonita, también para Felisa, una familia que vivía al comienzo de las escaleras del tren y otras que no recuerdo su nombre. Ropa blanca que en algunos casos entregaban mis hermanas los domingos por la mañana antes de ir a misa, puesto que la iglesia nos pillaba de camino. En otros casos, el día de labor que lo solicitasen.
El estraperlo y el tren de la Robla en el que viajaba, fueron medios para sacar provecho al excedente de pesca que Aita traía a casa. Ir hasta Valmaseda para traer algo al cambio y engañar a los del fielato, era un arte que manejaba con suma maestría. Sin embargo, las mejores piezas, sobre todo jibiones, eran destinadas a equilibrar la balanza del fiado de las tiendas de comestibles del barrio. Entonces, en los ultramarinos, las familias  con sueldos escasos se compraba y se apuntaba la compra para liquidarla el día de paga.
Otra fuente de ingresos fueron los colchones. Si Vicenta era buena en todo lo que hacía, como colchonera no tenía precio. Las campas del lavadero y de Repélega son testigos de ello. Primavera y verano las mejores épocas para la realización de esta actividad. Era ponerte en la campa a varear, y pronto una mujer te preguntaba si se vareaba para casa o para fuera. Si la respuesta era lo segundo en seguida se llegaba al acuerdo del día y precio. Vicenta era tan honrada, que jamás por más que quisiera podría llegar a rica con este trabajo. Cuantas vacaciones escolares a partir de cumplir los 15 años, me hacía acompañarla a varear colchones. En aquel entonces me decía: Aurelito, hoy tenemos faena, y una Fanta ese día me llevaba al gaznate. Hoy en día en mi casa siempre tengo una vara de avellano, es mi fiel compañera en mis paseos por el monte, y además me regala muy buenos recuerdos.
También estuvo hasta que alcanzó la edad de 65 años, unos quince años trabajando en el bar Paco. Ni de esta actividad, ni de las anteriores le quedó pensión alguna, unas porque ella no se dio de alta y en otras porque no la dieron.

Vicenta hasta su fallecimiento en 1995, en los 50 años que vivió en Portugalete tuvo tiempo suficiente para dejar una huella, de la que estamos orgullosos sus descendientes. Trabajadora, cariñosa y amante de su marido Patri e hijos, nos enseño con su ejemplo, que la Vida es más sencilla si lo que hacemos, es con Amor.
Esto, y muchas cosas más fueron posibles a causa de que el destino trajera a mi Ama a Portugalete,  que viviera en casa de “Negus”, que pudiera conocer  a mi Aita, y yo, que lo pueda contar, para homenajear a todos y todas, que hicieron de su vida un sacrificio por sacar a su prole adelante.
 MAITE ZAITUZTEGU.
Ama,a tí que tanto te gustaban las flores no puedo terminar sin dedicarte esta pasionaria, y que es la primera del año que ha nacido en Beluntza.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.


sábado, 11 de octubre de 2025

 

APELLIDO CASANUEVA DE PORTUGALETE A CHILE



A raíz de la una publicación en mi blog LA VIDA PASA, y que hacía referencia a la casa Sota de la calle del Medio y donde en el texto se menciona a Pedro Ramón Gorostiola Casanueva, Eduardo Casanueva Torrealba descendiente del anterior y residente en Santiago-Chile, me pide ayuda para completar su historia familiar cuyas raíces nacen en las Encartaciones y concretamente en Portugalete. 

Manos a la obra no puedo dejar pasar por alto que unos 275 años después de su salida de Portugalete el linaje de Eduardo Casanueva en Chile se haya convertido en un caso excepcional al haber mantenido durante tantos años dicho apellido en primer lugar por línea paterna.

Portugalete:

Sin poder contrastar otros datos, comienzo este linaje con el matrimonio de Josefa Flor Valle y Mateo Casanueva Chavarria, celebrado en Portugalete el 17 de enero de 1680. (Sus padres bien pudieran ser Valerio Casanueva y Madalena Chavarria que fallece en Portugalete el 14-02-1665). Dicho matrimonio tuvo 5 hijos todos ellos bautizados en Portugalete: Josefa Casanueva Flor bautizada el 17-4-1680, Mateo 1-9-1689, Pedro 12-10-1690, Luis 12-5-1695 y Antonia 18-10-1697. Del libro de difuntos de Portugalete AHEB recojo: El 18 de junio de 1710 en la iglesia Santa María de Portugalete se celebró el entierro por el ánima de Mateo Casanueva menor que se ahogó en la costa de Inglaterra.

Del apellido Flor se sabe que desde comienzos del siglo XVII hay constancia de su presencia en la villa, y bien pudo ser que, como tantos naturales de las Encartaciones, parte de la familia Casanueva Chavarri, (estos dos apellidos hacen referencia a dos barrios de Galdames y que en si significan lo mismo), se acercaran a Portugalete a trabajar principalmente en la mar y navegación y aqui en la villa entroncaran ambos apellidos.

Muy  cerca de Galdames en los límites de San Salvador del Valle y Baracaldo también se localiza un lugar que lleva por nombre Casanueva.



En las fogueras de Portugalete del año 1704, Mateo Casanueva aparece como residente en la calle de Coscojales.


Pedro Casanueva Flor contrajo matrimonio en Portugalete el 24 de julio de 1712 con Gregoria Álvarez Salazar que había sido bautizada en la villa el 12-5-1686. Este matrimonio tuvo los siguientes hijos bautizados en Portugalete: Pedro Casanueva Álvarez bautizado el 6-07-1713, José 24-04-1716 y Manuel 9-08-1720.

En las fogueras de Portugalete del año 1746, Pedro y Manuel aparecen como residentes en la calle del Medio y Cantón del Solar. Manuel como inquilino de la casa del Caballero de la Orden de Santiago Don Luis del Valle. Su hermano José aparece entonces como residente en la calle de Coscojales y las Fuentes. Hay que indicar que en estas fogueras aparece también un Manuel Casanueva con residencia en la calle de Coscojales y las Fuentes. Manuel, a consecuencia de las guerras del corso murió en el año 1748 en una prisión del castillo Quince de Inglaterra.


Pedro Casanueva Álvarez contrajo matrimonio en Portugalete el 31 de mayo de 1733 con María Francisca Barrenola Puerto, (que bien pudiera ser natural de Santurtzi, pero no hay libros para comprobarlo). Este matrimonio tuvo los siguientes hijos bautizados en Portugalete: Antonio Casanueva Barrenola bautizado el 9-09-1733, María Francisca 19-05-1736, Manuel 3-02-1739, Pedro 16-02-1742, Joaquina Antonia 7-03-1744 y Ramona Agustina 7-04-1747.

Joaquina Antonia contraería matrimonio con Agustín Pedro Gorostiola Muñecas en Portugalete el 1-01-1762. Su hijo Pedro Ramón Gorostiola Casanueva sería alcalde de Portugalete en el año 1814.  El 4 de agosto de 1767 se hace misa de entierro por Agustín Pedro Gorostiola Muñecas. Murió en la navegación. Libro de difuntos de Portugalete AHEB

Antonio Casanueva Barrenola, en el año 1752 aparece como residente en la ciudad de Concepción-Chile y en 1758 contrae matrimonio con Manuela María Insunza del Carte en esa misma ciudad.

Chile:

Manuel José Casanueva Insunza, Concepción-Chile 1767-1806, contrae matrimonio con María Rosa de las Nieves Mantenga Franco.

Juan de Dios Casanueva Mantenga 1796, contrae matrimonio con María del Carmen Díaz de Lavandero Arriagada,

Leónidas Casanueva Lavandero 1842-1897

Eduardo Casanueva Lavandero 1875, contrajo matrimonio con Sara Symón Herrera

Eduardo Casanueva Symón 1908, contrajo matrimonio con Raquel Marín Couchot.

Eduardo Casanueva Marín 1935, contrajo matrimonio con María Elena Torrealba Rodríguez.

Eduardo Casanueva Torrealba, nace en 1971. Contrae matrimonio con M. Rosario Palacios Alamos. Siendo sus hijos: Rosario Casanueva Palacios 2006, Amelia 2008, Eduardo 2009 y María de los Ángeles 2014.

Eduardo Casanueva Palacios 2009.

Tengo que mencionar que la ayuda de Eduardo y los conocimientos propios de su linaje han sido fundamentales para poder realizar esta entrada.

Santurtziko Genealogia Zaleak

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

jueves, 9 de octubre de 2025

 

BENIDORM DE HOY PARA MAÑANA



9 de octubre de 2025, el mismo día en que aparentemente se interrumpe la Guerra en Gaza, y se anuncia una paz sellada con la sangre de una población víctima de un estado genocida.

El mismo día que  contemplo un fenómeno que en mis aproximadamente 40 años de acercamientos a Benidorm no había visto, una playa, la de Poniente sin bañistas ni gaviotas en el agua, y no sé qué más me extraña.

El mismo día que en la Comunidad Valenciana se celebra la fiesta de su Comunidad y su presidente Carlos Arturo Mazón Guixot añorará aquel día en el Ventorro cuando asomado a una ventana dirigía su vista a Cuenca. Él o ella.



Este mismo día que a las 14,45 recibo en mi móvil, y en muchos más, una Alerta de lluvias según Protección Civil de Riesgo de Inundación en Litoral Sur Alicante por fuertes lluvias de la AEMET para el día 10/10/2025.

¡País que diría Forges¡, justo mañana, cuando me había clasificado en el campeonato de rana inter-comunidades a celebrar en el paseo de la playa, y cuyo 1º premio consistía en una paella de rabo de toro.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

SOTA-ANTIGUAS CASAS Nº 38 y 40, CALLE DEL MEDIO, AÑO 1869



SOTA-ANTIGUAS CASAS Nº 38 y 40, CALLE DEL MEDIO, AÑO 1869


Entre los numerosos documentos que podemos investigar en el “Catálogo del Archivo Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia”, se encuentra un expediente incoado al Ayuntamiento de Portugalete por Antonio de la Sota Llano, relativo a que se le expida una certificación de la propiedad de la casa nº38 de la calle del Medio de Portugalete y la mitad de la bodega de la casa nº40, de dicha calle”. 

El 8 de julio de 1869, Antonio de la Sota y Llano, en virtud del Real Decreto de 25 de octubre de 1867 inscribe en el Registro de la Propiedad, la posesión de diversas fincas. Gracias a este hecho conocemos como era la citada casa nº38 y su vecina nº40, que su mujer Doña Josefa de la Sota Álvarez las había heredado de su tía Doña Sinforiana Álvarez y Larrea, y como curiosidad la referencia en el documento “a los gastos ocasionados con motivo de la guerra de África” nos deja entrever el ímpetu con  que el Señorío de la Diputación de Vizcaya se había entregado a esa causa. BFAH/AHFB, 2493/ 16. Siendo sus anotaciones:

1ª. La primera habitación de la casa nº38, situada en la calle del Medio de la Villa, con la bodega correspondiente y la tienda, y el entresuelo que se hallan a la parte sur de la misma casa. La casa comprende en el todo de su planta un trapecio de treinta y un pies, o sean ocho metros seiscientos treinta y ocho milímetros de fachada, cuarenta y tres pies o sean once metros novecientos setenta y dos milímetros en su zaguera, y cincuenta y seis pies o sean quince metros seiscientos cuatro milímetros de fondo.


Dicha primera habitación se divide por medio de tabiques de albañilería, en una sala con su gabinete, seis alcobas o dormitorios, despensa, comedor y cocina, y en su parte superior un espacioso camarote o desván en toda la localidad de edificio, hallándose construido el tejado a dos aguas.

 El entresuelo se compone de dos dormitorios con su cocina, dividido por medio de tabiques de albañilería. Su fachada hasta el primer piso es de sillería con diferentes molduras. Linda con el Este que es su fachada, con la expresada calle del Medio, por el Oeste que es su zaguera, con la cloaca de aguas sucias o terreno huerto de la propiedad del exponente. Por el Norte, con la casa habitación de D. María de Roldán de esta vecindad y con la de Doña Mercedes Fernández, vecina de Santander, con los cuales forma en parte medianil, por el Sur con la habitación de la propiedad del recurrente y de Doña Fidela de Zugazaga, domiciliada en esta Villa, formando iguales medianiles, siendo de la pertenencia del exponente la segunda habitación y el entresuelo que se halla a la parte del norte con la tienda que existe a este lado.

2ª. Un terreno huerto situado a la parte zaguera a la expresada casa, de medida superficial de cuarenta y dos estados, y diez y seis décimos de estado, equivalente a quinientos setenta y cinco metros trescientos noventa y tres milímetros, con incluso del grosor de sus paredes.

Linda por el Oeste con la calle Coscojales de esta Villa, por la cual se halla cerrado de pared de mampostería teniendo su puerta servidumbre a la expresada calle, por el Norte, a la casa de D. José de Palacios, vecino del Concejo de Sopuerta y herederos del finado D. José María de Sarachaga, vecino que fue también de dicho Sopuerta, por el Este, a la cloaca anteriormente expresada y por el Sur, a paredes de la casa inmediata de la pertenencia del exponente y de Doña Fidela de Zugazaga.


3ª. La mitad de la bodega de la casa número 40, situada en la calle del Medio de esta Villa, y la cuarta parte de la primera habitación de la misma casa, perteneciendo otra cuarta parte a los herederos de D. Pedro de la Bodega y la otra mitad a Doña Fidela de Zugazaga, por haberla esta comprado al estado en el año de 1867, y de la mitad de la segunda habitación y del desván la misma casa, siendo la otra mitad de la habitación y desván de la mencionada Doña Fidela, que en igual año de 1867 la compró al estado.

Tanto la primera como la segunda habitación constan de una superficie o aire alto de dos mil trescientos treinta y tres pies castellanos cada uno, iguala ciento ochenta y un metros y trece centímetros. Confina por Suroeste con la citada calle del Medio, por el Noroeste, con la calle Coscojales, y por el Norte con casa del exponente y por el otro Sudoeste con otra de D. Juan de Durañona, vecino de esta Villa.

Estas fincas se hallan libres de toda carga y pensión, y las adquirió el exponente en virtud de institución de heredera única hecha a favor de su consorte legítima, Doña Josefa de la Sota y Álvarez por su tía, Doña Sinforiana de Álvarez y Larrea, en testamento otorgado en San Julián de Musques el día nueve de enero de mil ochocientos cincuenta y nueve, en fidelidad del Licenciado D. Pablo de los Heros, escribano del número de los cuatro Concejos del Valle de Somorrostro, bajo de cuya disposición falleció la testadora Doña Sinforiana de Álvarez y Larrea.


Como tal consorte legítimo de la mencionada Doña Josefa de la Sota y Álvarez, viene en quieta y pacífica posesión de las expresadas fincas, habiendo satisfecho la parte de la contribución que como tal propietario le ha correspondido por ellas para sufragar los gastos ocasionados con motivo de la guerra de África, única que se ha conocido en este solar Ilustre desde la época citada, como consta en la estadística de la propiedad para la distribución de la cuota de contribución que corresponde a esta Villa entre los demás pueblos del Señorío.

En la escritura de retro venta del 28 de mayo del año 1898, otorgada por Doña Eustaquia de Olaso y de la Puente a favor de D. Alejandro de la Sota Álvarez, en nombre y como apoderado de su sobrina Doña Matilde de la Sota y Sota, se señala que la casa nº 38 de la calle del Medio de Portugalete “al Norte limita con la casa número 36 de D. Valerio Moronati, recientemente terminada.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.  


martes, 7 de octubre de 2025

 

CASA DE LUCAS URQUIJO-PALACIO DE ORIOL 1902-1903



Expediente tramitado por el Ayuntamiento de Santurce a partir de una instancia presentada por el arquitecto Severino de Achúcarro, en representación de Lucas de Urquijo, en la que solicita autorización para edificar de nueva planta una casa en el solar Campo Grande situado junto a la carretera de Portugalete a Santurce.  AHFB, SANTURTZI 6153/089

Carta fechada el 28 de agosto de 1902 por el arquitecto Severino de Achúcarro al alcalde del ayuntamiento de Santurce:



El que suscribe arquitecto director de la casa que D. Lucas de Urquijo proyecta construir en el solar de su propiedad denominado Campo grande, sito en la carretera de Portugalete a Santurce tiene el honor de presentar al ayuntamiento que usted dignamente preside los adjuntos planos de cimientos y sótano de la mencionada casa, esperando merecer su aprobación y se sirva conceder el competente permiso para dar principio a la ejecución de las obras.

Un año después, el 14 de agosto de 1903 y con el sótano de la casa ya construido, el arquitecto Severino de Achúcarro remite otra carta al ayuntamiento de Santurce a la espera del permiso definitivo para finalizar las obras pendientes.

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales