LAUREANO GASPAR MARTÍNEZ OCHOA

 

LAUREANO GASPAR MARTÍNEZ OCHOA

Laureano Gaspar Martínez Ochoa, bautizado en Santurtzi el 4 de julio de 1877, casado con Balbina Victoriana Bilbao Barrado, bautizada en Bilbao el 2 abril de 1883, era hijo de Josefa Ochoa Laiseca y de Telesforo Martínez San Martín, (Telesforo, junto con Ángel Hormaechea Respaldiza fueron los dos únicos tripulantes salvados del naufragio de la lancha” el Gallo” en Muskiz el 16 de febrero de 1880).

Laureano, aspirante a piloto, el 25 octubre de 1895, en Nápoles también sufrió un accidente naval y de la siguiente manera se hacía saber este hecho a su familia.

Comunicación remitida por el Consulado de España en Nápoles al Ayuntamiento de Santurce para notificarle el accidente sufrido por el aspirante a piloto Laureano Gaspar Martínez al descargar el vapor “Albia” en dicho puerto que ha obligado a amputarle cuatro dedos y para pedirle que se lo haga saber a su familia que reside en el barrio de La Chicharra. AHFB, SANTURTZI 0051/023

Muy Señor mío. Con el mayor sentimiento pongo en conocimiento de ustedes, para que a su vez se digne hacerlo a Don Telesforo Martínez de esa vecindad, residente en la calle la Chicharra, que al concluir de descargar aquí el día 25 el vapor de esa matrícula “Albia”, el joven aspirante a piloto Don Laureano Gaspar Martínez expansionando la maquinilla de vapor de descarga que a momentos se paralizaba, fue herido por esta, cuyo engranaje le destrozó los dedeos de la mano izquierda.

Inmediatamente fue trasladado al Hospital de Pellegrini, que es el que presta los socorros a los heridos, y allí juzgaron en presencia del capitán, que era indispensable el proceder a la amputación de los cuatro dedos, que en el instante realizaron con éxito.

El vapor salió aquella tarde para Zagaurog vía Constantinopla a cargar trigo y el capitán me dio aviso de este desgraciado suceso recomendándome al herido.

Así que ayer día 26, me personé en ese magnífico hospital particular a visitar al aspirante Martínez y a recomendarle a los diputados de la Congregación, a los cirujanos y a las hermanas de la Caridad. El estado general del herido me pareció excelente, no obstante, hace 24 horas que había sufrido la operación.

Si se abatía y lloraba al pensar en la emoción que la noticia había de causar a sus buenos padres, a los que usted podrá decir que aquí nada faltará a su hijo, que me dado la impresión de ser un excelente joven.

Haré que sea visitado por los pocos españoles que hay en esta, y yo cuidaré de dar noticias a la familia del curso de la operación para la que desearía saber bien la dirección de aquella.

Ruego a ustedes me diga si la familia tiene o no medios a fin de regularme en la repatriación que, hasta Marsella, por transporte y manutención creo obtendré gratis.

Al liquidarle aquí el capitán sus sueldos, tan solo le ha entregado 54,15 pesetas, toda vez que le tenía ya dadas otras 25. Anticipo a ustedes las gracias por la bondad que tendrá al poner todo esto en conocimiento de esta desgraciada familia.

Dios guarde a ustedes muchos años. Nápoles 27 de octubre de 1895.

El cónsul de España, Santiago Alonso Cordero.

 Maqueta del buque Albia: Tyne I.S.B. Co. Ltd. (Newcastle)

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.