lunes, 20 de noviembre de 2023

 RETRETES EN EL MUELLE DE HIERRO 

Y JUNTO A LA ANTIGUA ESTACION DEL FERROCARRIL



A pesar de que en el año 1887 finalizan las obras del Muelle de Hierro, este no dispuso de agua potable hasta el año 1922, y coincidiendo con la construcción de unos retretes junto a la vieja estación de ferrocarril del paseo de la Canilla.

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A comienzos del año 1921, un grupo de vendedoras que diariamente acudían a la plaza del mercado de la Villa a vender sus productos ya habían solicitado unos retretes y urinarios públicos por higiene y salubridad, y que estos estuvieran cercanos a sus lugares de venta en la plaza del Solar, no sería hasta mediados de agosto del año 1922, cuando esta petición tuviera un final feliz. En coincidencia de esta petición al ayuntamiento de la villa, hubo otra por parte del Real Sporting Club, y que de alguna manera facilitó esta solicitud.

En junio del año de 1921, Pedro Galíndez en representación de la Sociedad Real Sporting Club de Bilbao, traslada al Ayuntamiento de Portugalete la siguiente petición:



 *Desde la inauguración de la Casa Flotante propiedad de la Sociedad, el suministro de agua para los diferentes servicios es de aljibes o depósitos, cuya instalación aparte de ser molesta no es muy higiénica.

Una vez consultada a la Junta de Obras del Puerto, (administradora del Muelle de Hierro), se ve la posibilidad del suministro de agua potable por parte del Ayuntamiento.

La Junta de Obras del Puerto se responsabiliza de llevar la canalización del agua desde el punto que el Ayuntamiento lo indicase. Pero con la condición de que la Corporación debía suministrar el agua gratuitamente al retrete instalado frente a nuestro embarcadero, así como poner un grifo en el local del final del Muelle.

Por ello, Pedro Galíndez, solicita la concesión con arreglo a las tarifas vigentes de servicio de aguas, el suministro para los servicios de la Casa Flotante y así solicita que por tratarse de unos servicios públicos que interesan al pueblo, conceda gratuitamente el agua necesaria para el urinario público del embarcadero y para un solo grifo que se instalará en la torre del final del Muelle.



A esta petición en el mes de julio del año 1921, el Ayuntamiento de Portugalete contesta al Sr. Galíndez de la siguiente manera:

 Como la Junta de Obras del Puerto se comprometió a la mencionada Sociedad para hacer por su cuenta la instalación de la tubería desde el punto que el Ayuntamiento le indicase, con la condición de que la Corporación había de suministrar gratuitamente el agua necesaria al retrete del embarcadero y un grifo al final del Muelle, pudiera también el Ayuntamiento hacer también esa concesión mientras los demás servicios públicos no se resientan, pero con la expresa condición que dicha concesión lleve consigo la obligación de la Junta de Obras del Puerto de construir por su cuenta un retrete público para señoras y otro para caballeros en el punto que próximo a la plaza de esta Villa se designe, debiendo ser su instalación, moderna o parecida a los que la referida Junta construyó en el puerto de Santurce.

Sea como fuera y como se desarrollaron internamente las negociaciones y acuerdos, en el año 1922 al Muelle de Hierro llegó el agua potable, y fue colocado el grifo solicitado al final de lo que hoy es el faro, y a su vez desde el Ayuntamiento en abril de ese año, se aprueba la construcción de unos retretes públicos a cada lado del edificio fielato o arbitrio que existe junto a la estación del ferrocarril con arreglo a un pliego de descargo cuyas tasaciones de las obras ascendían a 7.378,45 pesetas.



Al mes siguiente, el constructor José Egaña, presenta un presupuesto de 6.737,25 pesetas que es aceptado por la Corporación por ser inferior al que ellos tenían presupuestado de ante mano. En vista de lo cual desde el Ayuntamiento se le urge al Sr. Egaña, que comience las obras cuanto antes por la proximidad del verano y por la no existencia alguna de esta clase de urinarios, para señoras y caballeros, en la localidad y cuya necesidad es imperiosa.

Estos retretes que daban  salida a la solicitud de los vendedores de la plaza del mercado, y a su vez, como servicio público era usado por los vecinos y viajeros del ferrocarril no estuvo exento de problemas y denuncias por parte de la Inspección Técnica y Administrativa de la 1ª División de ferrocarriles al Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Alava y Vizcaya, el cual requirió al Ayuntamiento de Portugalete que las ventanas con cristales fijos y resguardados con tela mecánica en los ventanillos de las paredes que limitan con el cierre de la estación, y que están situados a unos 2,25 metros de altura, constituyen un derecho de vistas y de servidumbre y por lo tanto deben ser tapiados.


Para noviembre de ese año, el Ayuntamiento había tapiado estos ventanillos, abriendo a su vez otros a una altura superior, que impidieran desde interior de los retretes la vista de la estación, pero que estos tuvieran luz artificial, contando esta obra con el visto bueno de los responsables del ferrocarril.

*Fondos Archivo Municipal Portugalete.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 









1 comentario:

  1. Derechos de vistas... tapiar ventanas por que se ve la estación, la de leyes absurdas que han existido y existirán..

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