lunes, 8 de diciembre de 2025

 

8 DE DICIEMBRE MI DÍA DE LA MADRE



Las celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea madre del dios Zeus. Sin embargo en España el mes de octubre de 1926 se puede considerar como la primera fecha oficial de celebración del día de la Madre. Pero no sería hasta el año siguiente cuando a la manera de Estados Unidos se propone que la celebración sea el segundo domingo de mayo. Allí entonces era costumbre en ese día que los ciudadanos se colocaran un clavel rojo si la madre estaba viva y uno blanco si ya había fallecido.

Terminada la guerra civil española, en España y siguiendo los consejos de la iglesia católica y mandato papal se comienza a celebrar el Día de la Madre el 8 de diciembre, la Inmaculada Concepción. Cerca de 30 años el nacional catolicismo mantuvo esta fiesta en dicho día hasta que pasara a celebrarse desde 1965 al primer domingo de mayo.

La Hormiga de oro, 14 de octubre 1926

La razón principal del cambio de fechas fue debida a la presión de los grandes comercios y almacenes puesto que en este día las celebraciones familiares y regalos era una constante y diciembre bastante tenía de consumo con las navidades. El desarrollo y expansión de negocios como El Corte Inglés, Galerías Preciados,  entre 1960-1970 fueron causa principal para que Franco se aviniera al cambio. España era uno de los escasos paises que en el mes de mayo no celebraba dicha festividad  y como  se imponía romper el bloqueo que mejor que hacer un copia y pega de lo que sucedía en EEUU y Europa y con ello la apertura al consumismo,  a la par de esa clase media que comenzaba a resurgir en el estado español. 

Yo estuve escolarizado en la escuela Antonio Trueba de Abatxolo, hasta el año 1961. Entonces, unos días antes del 8 de diciembre, en el aula nos entregaban una imagen de la virgen, la pegábamos unas estrellas y purpurina y así más orgullosos que un troyano se las regalábamos a nuestras madres que iba acompañada con una carta escrita con mensajes de cariño. Ese recuerdo siempre llegado este día lo tengo vivo, y a su vez el de mi madre. Para ella este día era un gran día, y yo jamás encontré un motivo para cambiarlo. Hoy tampoco.

Amatxo, musu bero bat

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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