jueves, 15 de agosto de 2019

VAPOR ICIAR HISTORIA DE UN NAUFRAGIO


VAPOR ICIAR, HISTORIA DE UN NAUFRAGIO

                   


              Naufraga en el Rompeolas el vapor "Icíar"

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                       DOS TRIPULANTES AHOGADOS; NOTICIERO BILBAINO 18/04/1936


A mediodía de ayer largó amarras en el muelle del Arenal el vapor "Icíar", de la matrícula de San Sebastián, de seiscientas toneladas de carga, que había venido de Gijón con cargamento de carbón, que descargó en el mencionado muelle.

El "Icíar", al mando de su capitán, don Enrique Viñas Fernández, de cuarenta y un años, casado, natural de Luarca (Asturias), y con catorce hombres de tripulación, bajó la ría sin novedad y enfiló la salida del puerto exterior, para seguir, en lastre, hasta el de Castro-Urdiales, donde había de cargar mineral para Gijón.

Cuando estaba ya fuera de puntas y avanzaba penosamente, luchando con el fuerte viento Norte, que arbolaba a mar gruesa, en medio de fuertes y muy frecuentes chubascos, debió faltar uno de los guardines del timón o producirse otra avería parecida, que lo dejó sin gobierno, y una fuerte racha lo aconchó contra la escollera de defensa del Rompeolas de Santurce, donde quedó embarrancado y en peligrosísima situación.

Desde el semáforo de Punta Galea se vio lo que ocurría, y por teléfono se dio cuenta de ello a la oficina de los prácticos del Puerto, en el muelle de Portugalete. Eran en este momento las dos y media de la tarde. La noticia circuló rápidamente por Portugalete y Santurce, y enseguida se dispuso la salida de diversas embarcaciones en auxilio del "Icíar". De Algorta salieron varias embarcaciones, entre ellas una de la Sociedad de Salvamentos allí establecida.

La primera que salió fue el remolcador a motor "Ayeta-Mendi", en el que iba el inspector de la Compañía de Remolcadores "Ibaizabal”, don Félix Merladet, y casi al mismo tiempo salieron también los botes gasolinos de Portugalete “Aida" y "Mari- Tere", en el primero de los cuales, que llevaba material de salvamento, iban su propietario y patrón, don Dionisio Babio, concejal portugalujo; el práctico, señor Susaeta, y con él varios Vecinos de la villa. En el segundo iban su propietario, don Eugenio Urcullu, y varios amigos suyos.

Entre los vecinos y marinos de Portugalete que participaron en el salvamento y posteriormente agasajados se encontraban: Luis Salcedo, Alberto Uriarte, Julián Alcalde, Juan Sasía, Rafael Ponte, Ramón Santamaría, Miguel Urcullu, Juan Aldecoa, Félix Madariaga, y Patricio Gutiérrez (mi aita).

             Patricio Gutiérrez, 3º por la derecha, y su hermano Aureliano 2º por la izquierda.

El barco estaba, como hemos dicho, en situación muy comprometida, por fuera del Rompeolas, a unos doscientos metros de la punta, y a bastante menos del malecón. Los tripulantes demandaban auxilio, procurando cobijarse como podían contra los golpes de mar, que barrían la cubierta de proa a popa. En el castillo de proa, fuertemente asidos a la barandilla, estaban dos de dichos tripulantes. Uno de ellos sufrió un golpe, que, al parecer, le conmocionó, y el otro acudió en su auxilio. En aquel momento una ola gigantesca saltó sobre el castillo y arrastró a los dos infortunados, llevándose incluso el trozo de barandilla. Desaparecieron entre el oleaje, sin que fuerza humana alguna pudiera acudir en su socorro.

Entretanto, se hacían desde la punta del Rompeolas y desde los barcos los preparativos de salvamento. Por dos veces funcionó el cañón lanzacabos, pero quiso la mala suerte que los tiros resultasen cortos. Redoblaron sus esfuerzos los salvadores, y, finalmente, el capitán Merladet, con la pistola lanza-cabos del “Ayeta- Mendi", hizo un tercer disparo, logrando que la driza se abatiera sobre la cubierta del "Icíar". Los náufragos, dirigidos admirablemente por su capitán, que no perdió la serenidad ni u n momento, cobraron el débil cabo, y por él llevaron a bordo u n chicote de más consistencia, que amarraron en las bitas del barco, haciéndolo firme con el remolcador.

Desde este momento, los trabajos de salvamento se hicieron más fáciles. Se pasó por el chicote u n andarivel, del que pendía un saco de lona, de los utilizados en estos casos, y por está medio fueron salvados, uno por uno, los doce hombres que quedaban
a bordo, disponiéndolo todo en forma, el capitán Merladet en el "Ayeta- Mendi" y el capitán Viñas a bordo del "Icíar". Este último no abandonó su buque hasta que todos los tripulantes se encontraron en salvo.

En el puerto exterior estaba fondeado el "bou" pesquero "Alcatraz*, y a su bordo fueron trasladados los dos náufragos que más extenuados estaban, a fin de conducirlos enseguida a tierra, sin esperar por los demás. El "Alcatraz" marchó inmediatamente a su base de Axpe, y de allí los dos náufragos fueron conducidos al Cuarto de Socorro de Erandio, donde fueron asistidos por el médico y practicante de guardia. Se trataba de Juan Echevarría Rodríguez, de cuarenta y nueve años, casado, patrón de cabotaje y segundo de a bordo, natural de Asturias, que presentaba una contusión e n una rodilla, otra en la nariz y erosiones en el tórax y en el pie izquierdo, y Pedro Rama Villariño, de 35 años, casado, de Coruña, marinero, que tenía distensión muscular en ambos brazos, de pronóstico leve, salvo complicaciones, como su compañero.

Ambos presentaban síntomas congestión por el frío, pero ya se encontraban bastante confortados, porque a bordo del "Alcatraz" les proporcionaron ropas secas y bebidas espirituosas.

Los demás náufragos fueron trasladados en el "Ayeta-Mendi" a Portugalete, en cuyo Cuarto de Socorro fueron admirablemente atendidos y curados de sus lesiones los que las padecían. El concejal del Ayuntamiento don Federico Sánchez Vallejo, dueño del Café de la Unión, inmediato al Cuarto de Socorro, sirvió a todos café y coñac en abundancia, y el vecindario rivalizó en la tarea da proporcionarles ropas y mantas.

En el muelle aguardaban a los náufragos el subdelegado marítimo, don Joaquín Eguía; varios prácticos del Puerto que se encontraban en su oficina, situada en al mismo muelle, el teniente alcalde don Luis Ardanza y los capitulares don Julio Armas y el ya mencionada señor Sánchez Vallejo.

En el "Ayeta-Mendi" venían también el ayudante de Marina del distrito, don José Echevarría, y los dos agentes de la Policía marítima adscritos a la Ayudantía, todos los cuales trabajaron denodada y eficazmente en los trabajos de salvamento. En el Cuarto de Socorro atendieron solícitamente a los náufragos los médicos titulares señores Zaldúa y Gurruchaga y el practicante señor Grijalba. El capitán del "Icíar", señor Viñas, fue curado de pequeñas lesiones, en el domicilio del señor Merladet.

También fue asistido en el cuarto de Socorro el joven portugalujo Félix Madariaga Osaba, de 29 años, carpintero, que en los trabajos de salvamento se produjo erosiones en la nariz y en ambas piernas, de pronóstico leve.

Después de prestarse a los náufragos la asistencia que dejamos mencionada, fueron conducidos todos al Hospital-Asilo de San Juan Bautista, para que se acostaran y reaccionasen contra el frío, bajando más tarde a la plaza todos ellos, menos cuatro, que se juzgó prudente que quedasen hospitalizados unos días, aunque su estado no es grave.



La lista de salvados, además del capitán y de los dos que fueron conducidos a Erandio es la siguiente:

Juan Pérez Domínguez, de Coruña, de 28 años, soltero, fogonero; Manuel Permuy Naveriano, de 39 años, casado, de Ferrol, marinero; Manuel Belarmino Gutiérrez, de 24 años, soltero, de Luarca, cocinero; Eduardo Santos González, de 29 años, soltero, de Puebla de Caramiñal (Coruña), marinero; Fernando Lestón Santos, de 17 años, de Coruña, camarero; Avelino Fernández Fernández, de 37 años, de Muros (Coruña), calderetero; Juan Rodríguez Villariño, de 27 años, casado, de Puebla de Caramiñal, fogonero; Ricardo Pérez Rivas, de Puebla de Caramiñal, de 34 años, casado, fogonero, y David Gomales Suárez, de cuarenta años, soltero de Gijón, maquinista.

 Los dos Infortunados a quienes arrebató un golpe de mar se llamaban Jesús García Rodríguez, de 24 años, casado, natural de Vegadeo (Oviedo), marinero, y Andrés Batalla Olmos, de 25 años, casado, natural de Puebla de Caramiñal, fogonero. Sus cadáveres han sido vistos flotando, pero ha sido imposible recogerlos, a causa de la violencia del temporal.


 El "Icíar" estaba ayer, tarde empotrado en los bloques de la escollera exterior del Rompeolas, con la proa hacia el muro, y un poco escorado sobre la banda de estribor. La mar rompía sobre él con gran violencia, y ya habla sido abatido el palo mayor. Por lo que desde el paseo del Rompeolas se podía apreciar, que no pasarán muchas horas sin que el palo trinquete y la chimenea se vengan abajo, y sin que el casco, que probablemente esté ya partido, se deshaga por completo. Desde luego, no puede caber esperanza alguna de que ni si quiera se pueda intentar el salvamento.

E1 vapor "Icíar" estaba dedicado si transporte de carbón entre Gijón y Bilbao, y aprovechaba con frecuencia los viajes de retorno para llevar mineral da Castro a Gijón. También de cuando en cuando era utilizado para transporte de otras mercancías entre puertos del Norte del Cantábrico. Este buque tuvo diversos armadores en su larga vida, sin dejar nunca de pertenecer a la matrícula de San Sebastián. Actualmente era propiedad de don Jesús García, vecino de Santander y su armador en Bilbao era don Juan Manuel Zabala.

Por orden del armador, su amigo don Ángel Martín, alto empleado de la Casa Sota y Aznar, se encargó ayer en Portugalete de alojar convenientemente a los náufragos haciendo que nada les falte, hasta que se adopte la determinación conveniente.  Las autoridades de Marina han incoado el oportuno expediente de naufragio.

No queremos cerrar esta información sin consignar el más caluroso elogio en favor de las autoridades y pueblo de Portugalete, que tanto se distinguieron en el salvamento y en los cuidados que  prodigaron a los náufragos del "Icíar", haciendo, además, la advertencia de que si en los primeros momentos no acudió al muelle el alcalde, señor Busteros, fue porque se hallaba con el secretario municipal, senior Ciriquiaín, en Sopuerta, a donde habían ido en cumplimiento de una misión que guarda relación con los intereses municipales que les están encomendados.

Noticia recogida también en los periódicos: Euzkadi, Nervión, El Liberal, ABC.

El 29 de octubre del año 1963, en este mismo lugar de la escollera del rompeolas de Santurtzi naufragó un viejo carguero, también  de nombre “Icíar”.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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