NAUFRAGIO EN EL
ABRA JULIO 1860
NICOLÁS LANDETA
CASAL
Nicolás Landeta Casal, fallece a
consecuencia de un naufragio sucedido en el Abra el 19 de julio de 1860, cuyo
cuerpo apareció cuatro días después en los arenales de Guecho. En este
accidente el marinero Francisco Orbe de 65 años sufrió la rotura de un brazo.
Nicolás Landeta Casal, natural de
Sopuerta-Mercadillo, había sido bautizado el 6 de diciembre de 1808, siendo sus
padres Juan Landeta Guerra y Isabel Casal Sota. De su primer matrimonio
celebrado en Sopuerta con María Gutiérrez Maymaza el 29 de enero de 1827, nació
en Sopuerta el 9 de febrero de 1829 su hija Manuela Polonia Landeta Gutiérrez.
Una vez fallecida María Gutiérrez, Nicolás contrajo matrimonio con María Quintana
Perea, enlace celebrado en Santurtzi el 26 de Julio de 1828. Fueron sus hijos:
Severiana Lucía, Álvara Apolina, Rita Dominga, Fermina Gumersinda, Trifona
Josefa, María Rosario, Eulalia Antonia, Juan y Gregorio Pedro.
De las causas del naufragio que
supuso la muerte de Nicolás Landeta Casal, recojo la noticia aparecida en el
diario Laurac Bat el 28 de julio de 1860:
El día 19 actual, a cosa de las 6
y media de la tarde entraba en la barra de Portugalete un lugre español, al
cual como costumbre salió a recibirle la lancha llamada Bolisa para
hacerle sus señales. Observando el Piloto Mayor, (Juan Simón de San Pelayo Zuazo) que se encontraba a bordo de la
citada lancha que la marea bajaba con alguna rapidez, trató de aproximarse al
lugre y darle remolque si lo aceptaba. Pero se vieron tan mal al atracar por la
proa del buque que se encontraron casi perdidos bajo el bauprés de éste, dando
con el moco en la misma chopa de la lancha, y faltando muy poco para sumergirlo
o pasarlos por el ojo, se pusieron repentinamente a alguna distancia del buque.
Una vez desviados de este gran
peligro se dirigieron al canal en donde se encontraban a recoger un remo que
habían perdido en aquella maniobra, y el que se hallaba a gran distancia cerca
del rompiente por donde hacia poco habían pasado. Y al efectuar esta operación
consiguen hacerse dueños de tan despreciable alhaja, pero también que la lancha
al querer virar hacia el buque reciba otro golpe de mar en popa que la metió de
orza, y que caminando sobre ella como un relámpago, al dejarla, caigan tres hombres
al agua. De estos tres infelices, uno se sube con trabajo a la lancha, el
segundo se ahoga malamente, y el tercero después de cogerse a un remo es
salvado por otra lancha de Santurce, en la que se encontraba y dirigía el
antiguo Piloto Mayor Don Antonio Musquiz, de edad avanzada, pero de grandes
conocimientos marineros y de feliz recordación por los servicios prestados en
la barra de Portugalete.
El redactor de esta noticia
resalta en la publicación que: La tripulación de la lancha Bolisa es a
veces un hospital y en lugar de hallarse montada por todo lo más robusto, ágil
y fuerte de Santurce, de donde procede, la vemos esquifada por gente de poco
empuje y brío. Mientras en este gremio no se introduzcan ciertas reformas,
estaremos expuesto a presenciar este tipo de lances. Por 3, 4 ó 5 cuartos que
se paga a cada bolisero, no se pueden adquirir marineros de brío. Y esto
es más sensible cuando los buques satisfacen suficientes derechos por boliza, y
cuando es además de una obligación material, una obligación moral el tener la
lancha perfectamente tripulada.
*Imagen tomada del libro, “Arrantzaria del
autor Juan Carlos Arbex.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
Aurelio: En los números 217-221 y 225 de Irurac-bat noticias sobre el lanchón "Inocencia".
ResponderEliminarDestaca la noticia en la publicación del 22 de setiembre de 1860, número 218.
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