EMOLUMENTOS DE
LOS VERDUGOS EN EL SIGLO XVII
Resumen de un curioso pergamino
encontrado en la catedral de Amiens en 1869 que encierra interesantes detalles
sobre el sueldo de los verdugos en el siglo XVII, siendo las siguientes ventajas
de tal oficio:
Al empleo de ejecutor o sargento
de la alta justicia. 60 escudos por año, 25 por el rey y 35 por la ciudad, pagaderos
mensualmente y anticipados
Además, por la ciudad, 5 varas de
paño de Amiens para hacerle un traje, y tiene su habitación en una casa que
pertenece a dicha ciudad. Además, se le da de limosna en el hospital por Navidad,
3 azumbres y 3 cuartillos de trigo y otro tanto en la pascua. Se le otorga por
salarios:
Por azotar una persona bajo la
cortina, 15 sueldos.
Por golpear y azotar una persona
en las encrucijadas, 20 sueldos.
Por poner la cuerda al cuello a
una persona azotada, inclusa la cuerda, 5 sueldos.
Por marcar, comprendido el fuego, 5 sueldos.
Por ahorcar y estrangular, 80
sueldos.
Por descolgar el cuerpo y
llevarlo al campo a la justicia ordinaria, inclusas las cuerdas, 60 sueldos.
Por cortar una mano, 40 sueldos.
Por sacar y cortar la lengua, 40
sueldos.
Por cortar la cabeza, un escudo y
20 sueldos.
Por poner la cabeza en un lugar
eminente, llevar y ahocar el cuerpo fuera de la ciudad, 1 escudo y 20 sueldos.
Por romper los miembros en la
rueda, 1 escudo y 40 sueldos. Si después divide al paciente en cuatro cuartos y
lleva los cuatro a diversos parajes de la ciudad, tiene igual salario.
Por atenazar y derramar plomo derretido en las
venas, 40 sueldos.
Por descuartizar, 4 escudo y 40
sueldos.
Por meter un a persona en agua
hirviendo, viva o estrangulada, 1 escudo y 20 sueldos. Si después el cuerpo se
convierte en cenizas, no tiene mayor salario.
Por cada persona quemada y
reducida a ceniza, viva o estrangulada, 1 escudo y 20 sueldos.
Mediante las cuales sumas, el
dicho sargento de la fuerza pública está obligado a suministrar y entregar las
cuerdas, espada, cuchillo, tenazas, martillo y de más útiles; pero no a suministrar
las escalas, horcas, leña, carbón, ni ningún gasto de carbón o carro.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
Pues menudo sueldazo se ganaría en tiempos de " bonanza" ladronzuela.
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