martes, 23 de abril de 2024

 

VAPOR VELÁZQUEZ PORTUGALETE JULIO 1883

CRÓNICA DE UN NAUFRAGIO



Expediente de naufragio del vapor "Velázquez", cuyo capitán es Emilio Gómez del Peral, en el banco del Nordeste de la barra de Portugalete.
Esta embarcación procedía de Liverpool con cargamento general para Pasajes, Bilbao, Santander, Gijón, Cádiz y Sevilla.

Se informa que diversas partidas de arroz, tocino, café, bacalao, sosa, tejidos de pana, así como instrumentos náuticos, velas, botes, planchas y máquinas trilladoras consiguen ser rescatados. Benjamín Smith, vecino de Portugalete, reclama que dos calabrotes adjudicados en la subasta no son de la largura y circunferencia expresada por el perito tasador. Se une al expediente el arreglo y liquidación de todos los gastos habidos con motivo del salvamento de dichas mercaderías y efectos. AHFB, JCR 1066/016.



Ratificación de protesta del vapor Español nombrado Velázquez: En la villa de Portugalete a 12 de julio de 1883, ante mi D. Ricardo de Vildósola Notario del colegio de la Excma. Audiencia del territorio de Burgos, del Distrito Judicial del partido de primera instancia de la villa de Valmaseda comparecieron los Señores: Don Emilio Gómez del peral, Don Enrique Echevarría e Ibarra, Don Enrique González y Marezca, Don Jaime Enrique Bray, Don Ramón Campo y Solaz, Don Juan Zaragoza y martín y los señores Don José Millán y Medina, Don Manuel Casal y Beira, Don Manuel Barbeito y Martínez, mayores de edad casados a excepción de los Señores, Barbeito, Campo, Casal, Echevarría que son solteros y menor de edad el citado Señor Barbeito Martínez, pero mayor de los diez y nueve años.

Capitán, piloto, segundo piloto, primer maquinista, mayordomo, contramaestre y marineros respectivamente del vapor naufragado español nombrado “Velázquez”, de la matrícula de Sevilla accidentalmente de residencia en esta villa, aseguran hallarse ene l pleno uso de sus derechos civiles con la capacidad y aptitud legal necesaria para otorgar esta escritura acta notarial protesta de mar, dijeron:



Que estando anclados en el sumidero en esta ría a bordo del vapor mencionado “Velázquez” con carga generala a cosa de las diez de la mañana, se empezó a maniobrar y a elevar el ancla para disponerse la salida. Hallándose a su bordo el práctico leman de la barra y ría de Bilbao don Bernabé Ortiz Revilla, de la matrícula de mareantes y vecino de esta villa se dirigieron ría abajo sin novedad alguna hasta la altura del muelle de la Benedicta a su conclusión, en que viendo que el mar estaba algo alborotado, dispuso el Señor capitán tomar para ser remolcado el vapor dichos de su mando al vapor remolcador “San Nicolás”, a pesar de haber salido ya con anterioridad y por delante de ellos otros vapores con más calado que el que disponía dicho su buque (catorce pies y diez pulgadas).

 Así siguieron sin novedad hasta la piquera de la barra en la que sintieron cuatro fuertes golpes de mar y por cuya causa faltó el calabrote del remolcador y en ese momento al caer otro fuerte golpe de mar hizo que el buque diera una guiñonada hacia el banco del Nordeste en dicha barra, tocándose en él bastante y sin poder enderezarse.



Siguió así sobre el citado banco atravesado y dando el costado de babor al mar y causándole seguidamente las mares que barrían la cubierta sin que pudieran hacer que el buque diera rumbo hacia afuera por la circunstancia dicha de marchar sobre tal banco, y la fatalidad de habérsele enredado al vapor en la hélice un cabo que se había retirado al vapor remolcador “San Nicolás a fin de que si lo supiera tomar enderezar el buque, lo que no pudo conseguir en aquel momento, por lo que el vapor “ Velázquez” por las mares que montaban cada vez y por momentos era arrojado más y más a la costa del nordeste y varando de manera que no podía salir.

 Que sin embargo se le tiró de nuevo al remolcador “San Nicolás” desde a bordo del “Velázquez” por la proa otro cabo que pudo conseguirse lo tomara. Pero al tirarse o hacerse firme volvió a fallar de nuevo. Más sin embargo el dicho vapor remolcador “San Nicolás” y otro vapor también remolcador nombrado “Algorta” se fueron arrimando de dar auxilio a los exponentes y demás tripulantes entre las rompientes y golpes de mar, sin que les fuera posible acercarse al costado del “Velázquezporque su pérdida hubiera sido segura y total, y quizás con la desgracia de sus tripulantes.



Que así siguieron los tres vapores hasta cosa de las diez de la mañana de ese día, que convencidos los vapores remolcadores de no poder hacer más para salvar a los restantes y demás tripulantes del “Velázquez” por venir la mar a más, bajar la marea y aumentarse por lo tanto las corrientes se retiraron, quedando el “Velázquez” sobre aquel banco dando popa a los mares.

Que no pudiendo aproximarse al costado del “Velázquez” lancha ni embarcación alguna para el salvamento de los exponentes y demás tripulantes de aquel vapor, y habiéndose apagado los fuegos toda vez que no maniobraba a fin de que no estallara la caldera tuvieron aquellos que seguir a bordo hasta cosa de las tres menos cuarto de la tarde que marchando tres lanchas a su bordo de la Cofradía de mareantes de esta villa a fin de salvar a la gente por el gran riesgo por esperar a otra marea, embarcando todos los tripulantes en las lanchas siguiendo las órdenes del capitán del vapor  el cual no pudo hacer nada más por el salvamento del “ Velázquez”.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

 

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