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miércoles, 3 de septiembre de 2025
lunes, 1 de septiembre de 2025
¡LAPICEROS DEL MUNDO, UNÍOS!
VICENTE RUIZ FERNÁNDEZ
En el periódico Mundo Obrero, del artista dibujante de Portugalete, Vicente Ruiz Fernández, y bajo el título ¡lapiceros del mundo, uníos! periódicamente se vienen publicando parte de sus dibujos, a través de los cuales Vicente, acompañado de Hati y Andrés, nos relata su visión crítica de diferentes acontecimientos relacionados con nuestro entorno local y global.
Estas son sus aportaciones del mes de agosto de 2025
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
domingo, 31 de agosto de 2025
CRÓNICA E
IMÁGENES DE LA BOTADURA
CRUCERO ACORAZADO INFANTA
MARÍA TERESA, 30 DE AGOSTO 1890
El 30 de Agosto de agosto ha sido
un día fausto para la patria española y la invicta villa de Bilbao, no por
lauros de guerra, siempre manchados de sangre, sino por brillante victoria de
la industria marítima nacional; de los Astilleros del Nervión, creados ayer,
por decirlo así, porque en el sitio donde ahora existen los principales y más
importantes elementos para una poderosa industria, sólo había hace nn año una
extensión de terreno cubierto de hierba y maleza, fue botado a la histórica ría,
con éxito felicísimo, el soberbio casco del crucero Infanta María Teresa,
primero de los tres que en aquellas gradas se construyen.
No vamos a representar hoy, por
medio del grabado, la brillante fiesta celebrada, porque es tarea imposible
describirla gráficamente en tan breve tiempo, con sus magníficos detalles, con
la grandiosidad y verdadera magnificencia de que ha sido revestida: hoy sólo
inauguramos la serie de grabados que tenemos dispuesta, referentes al solemne acto
de la botadura del Infanta María Teresa, publicando en el de la plana primera
un dibujo del natural, del colaborador artístico y representante de este
periódico en aquel acto, Sr. Comba , y el cual representa la llegada de S. M.
la Reina Regente al templete levantado frente al colosal casco del crucero,
para la regia ceremonia de inauguración.
Y para describir ésta, séanos lícito
guiar nuestra pluma a través de las hermosas y entusiastas reseñas publicadas
por nuestros colegas El Noticiero Bilbaíno, El Diario de Bilbao, El
Norte y otros periódicos de la invicta villa.
Indescriptibles eran el
movimiento, la animación que desde las primeras horas de la mañana comenzaron a
reinar en Bilbao; los trenes, los tranvías, los remolcadores, las embarcaciones
de todas clases marchaban a los astilleros del Nervión y sus cercanías,
materialmente atestados de expedicionarios; !os balcones de muchas casas de la
villa estaban engalanados con colgaduras; la estación del ferrocarril de
Portugalete se hallaba al mediodía invadida por un gentío inmenso que esperaba
la salida de los trenes, y por la tarde podía decirse que Bilbao entero guardó
fiesta para asociarse al fausto acontecimiento de la botadura del crucero Infanta
María Teresa, el cual fue bendecido solemnemente a las once de la mañana
por el Sr. Obispo de la diócesis, sobre la cubierta del buqué, adornado con
multitud de banderas.
Añadiremos que todo el trayecto, desde la estación de Portugalete hasta los astilleros, aparecía engalanado con mástiles y gallardetes; que en Luchana la compañía de este nombre había erigido un arco lindísimo; que las locomotoras y carruajes de los ferrocarriles mineros, así como los coches de los tranvías, ostentaban coronas y guirnaldas de laurel, banderas y flámulas
El tren Real, que había salido de
San Sebastián por la mañana, llegó a la
estación del Norte, de Bilbao, a las dos de la larde, resonando al punto los
acordes de la marcha Real y vivas al Rey y de la Reina Regente; en la estación
esperaban el Ayuntamiento, Cámara de Comercio, claustro de profesores del
Instituto de la Escuela Normal, de la Escuela de Comercio y de la Escuela de Artes
y Oficios, Junta de obras del Tuerto, señor Obispo de la diócesis, generales
Cappa y Aguilar, cónsules de las diversas naciones y representantes de lodos los
cuerpos e institutos de la guarnición y
de todas las oficinas del Estado y de las corporaciones; S, M. llegaba con el Sr.
Cánovas, el señor Ministro de Fomento, los generales Loma, Manríquez y Cátala, los
ayudantes de! cuarto militar de la Reina, el capitán de fragata Sr. Revuelta y
el coronel Ezpeleta, la Sra. Duquesa de Bailen y la Sra. Condesa de
Villapadierna; la Reina vestía traje de faya negra con encajes y pasamanería de
oro, y riquísima botonadura de brillantes y perlas.
La Regia comitiva se dirigió a pie
a la estación de Portugalete, marchando la Reina entro el Sr. Obispo de la
diócesis y el alcalde de Bilbao, Sr. Marqués de Casa-Torre; y mientras, las
tropas de la guarnición tributaban a S. M. los honores de ordenanza, las
señoras saludaban agitando los pañuelos y arrojando desde los halcones ramos de
flores y blancas palomas, y la muchedumbre prorrumpía en vítores y aplausos.
Llegó la Reina a los astilleros
en el tren de Portugalete, a las dos y cuarenta de la tarde, y a la salida del
taller de máquinas esperaba un hermoso coche abierto, arrastrado por ocho
robustos mozos vestidos de blanco y con boinas rojas: en este coche tomó
asiento la Reina, con la Duquesa de Bailen, la Condesa de Villapadierna, los
Sres. Cánovas e Isasa, el Duque de Medina Sidonia, el Marques de la Puente y
Sotomayor, el Sr, Obispo de la diócesis y el Sr. Martínez Rivas, que marchaba
al estribo derecho.
En esta forma llegó la comitiva
hasta el hermoso templete levantado frente al crucero, y allí le fueron
entregadas a S. M. las preciosas tijeras con que había de cortar la cinta de
lanzamiento; y cuando todo estuvo dispuesto, y separadas ya las cunas en que se
sostenía el enorme casco del crucero, adelantase hacia el saliente de la
tribuna el Sr. Martínez de las Rivas, y vitoreó tres veces a S. M. el Rey, a S.
M. la Reina Regente y a S. A. R. la infanta Doña María Teresa, siendo
contestado con indescriptible entusiasmo por la innumerable concurrencia
Izóse entonces en lo alto del templete el
pendón morado de Castilla; rompió a tocar la marcha Real la música de los
astilleros; a las tres en punto de la tarde cortó la Reina Regente la cinta de
la botadura y el colosal casco del crucero, después de cortos instantes de
quietud, se deslizó majestuosamente hacia la ría y se irguió luego imponente y
soberbio en las tranquilas aguas.
Resonó entonces un ¡viva España!
atronador, inmenso; aclamación imponente de las 50.000 personas que
presenciaban la ceremonia, en los astilleros, en las márgenes del Nervión, en
los buques surtos en la ría, en las alturas cercanas; espectáculo sorprendente,
sublime, que era como la consagración del gran triunfo ganado en aquel momento
por la industria marítima nacional, allí representada por los infatigables
constructores de los astilleros y del crucero, Sres. Martínez de las
Rivas-Palmer.
Terminado con felicísimo éxito el
acto de la botadura, izaron se en el nuevo y poderoso buque el pendón de
Castilla y dos grandes banderas nacionales, así como el telégrafo de banderas,
y en seguida el Sr. Martínez de las Rivas repitió los tres vítores al Rey, a la
Reina y a la infanta Doña María Teresa.
Inmediatamente se verificó, en el
taller de construcción de cañones, suntuosamente decorado, la recepción regia,
que fue brillantísima, y en el mismo inmenso local se sirvió espléndido
banquete, al que concurrieron más de 500 comensales, bajo la presidencia de la
Reina, a cuya derecha tomó asiento el Sr. Presidente del Consejo de Ministros,
y a cuya izquierda sentóse el Sr, Martínez de las Rivas.
A las cuatro y cinco minutos de
la tarde se levantó S. M., para regresar, con su comitiva, a Bilbao, siendo
despedida con entusiastas vítores, entre los acordes de la marcha Real y el
disparo de innumerables cohetes y salvas.
El tren Real llegó a San
Sebastián a las once de la noche. después del esfuerzo realizado en los
astilleros del Nervión (diremos con el Sr. Martínez de las Rivas) los Gobiernos
españoles no harán más contratos de buques en el extranjero, sino que prestarán
decidido apoyo a las industrias que aquellos representan, hasta que lleguen a establecerse
de manera que constituyan una gran honra para España. La ilustración
española y americana, 8 y 15 de setiembre de 1890
Reseñar que los cruceros:
Infanta María Teresa, Vizcaya y Almirante Oquendo, fueron
hundidos por la flota americana el 3 de julio de 1898 en la
batalla naval de Santiago de Cuba.
sábado, 30 de agosto de 2025
LORETXO ZORIONAK
Este 30 de agosto, fecha que se
conmemora el día de Santa Rosa de Lima, es la fecha del nacimiento de nuestra
hija Lorea "Navarrilla", cuyo nombre en parte corresponde al día en
que nació hace 46 años.
La Vida Pasa, y la edad de la
vida como el viento a veces lo tenemos a favor y otras veces en contra. Vivir a
favor es fácil, es dejarse llevar, sobrevivir a las adversidades solo es
potestad de las que sois poderosas.
Desearte que el viento de la vida
te empuje a los mejores logros posibles y que la felicidad te inunde el
pensamiento.
Loretxo, musu bero bat.
Ama-Aita
jueves, 28 de agosto de 2025
JOAQUÍN PALLARÉS
ALLUSTANTE
El 1 de abril de 1899 la revista
Aragón Ilustrado semanario artístico y literario español publicaba en
su interior una imagen que con el título Portugalete reflejaba un
paisaje de la villa y cuyo autor era el pintor aragonés Joaquín Pallarés
Allustante (Zaragoza, 5 de marzo de
1853-Zaragoza, 17 de mayo de 1935). El primer número de Aragón Ilustrado
apareció el 1 de enero de 1899, y después de publicarse doce números, el último
fue el 1 de abril de 1899, en el cual apareció la imagen referida.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
lunes, 25 de agosto de 2025
TAL DÍA COMO HOY
25 DE AGOSTO 1897
PORTUGALETE: Todo aquel a quien
guste mar franca y oír de noche desde el fondo de su habitación antes de
conciliar el sueño, el ruido de las olas puede hallar muchos puntos en la costa
Cantábrica, pero ninguno como Guetaria y Portugalete, y quien dice Portugalete,
dice las Arenas. El turista debe elegir punto de partida a Bilbao, y cuando se
canse del Nervión y de sus cinco puentes y de las calles amplias y de su
formalidad inglesa, debe buscar la estación medio subterránea y tomar el tren
que en pocas horas recorre los 10 ó 12 kilómetros que le separan del mar.
Allí a los lados de la vía late la
existencia fabril y febril del Bilbao minero y metalúrgico, ostentando las
infinitas chimeneas de Altos Hornos, en el Desierto y las fábricas de Sestao
con sus rumores de trenes que se cruzan llenos de animación constante y dejando
a un lado y otro y tomando de estación a estación infinidad de obreros,
hallándose por todas partes una actividad que recuerda las cercanías de Nueva York
y que deja en el ánimo del viajero español poco acostumbrado a las grandes
industrias una impresión inolvidable.
Al fin, y en la desembocadura de
la ría cuya margen derecha ha venido siguiéndose desde Bilbao, se ven dos
pueblos alegres, llenos de hoteles y puestos en comunicación por el magnífico puente
de Vizcaya, bajo el cual se cruzan los buques de mayor calado y de las más
distintas nacionalidades. Pero al llegar a Portugalete no sólo se ven los altos
palos y los mastileros con sus velas plegadas, sino también las olas
gigantescas que cruzan sus espumas irritadas bajo la trabazón de hierro del
muelle de Churruca y que se interna cerca de 1oo metros en el mar.
Allí la majestad del océano se
presenta en toda su magnitud a los ojos atónitos que vuelven a contemplar el
teatro de tantos dramas ignorados, de tantas angustias desconocidas; en aquel paseo
donde en las noches de verano se oyen sonar alegres músicas, suenan en
invierno, en los días de temporal, gemidos y llantos por los que no lloran.
SANTURCE: Otro de los pueblos más
simpáticos de la costa Cantábrica es Santurce; a él acude una distinguida
colonia veraniega que quiere gozar de los encantos de la vida de la costa, sin
las exigencias que la moda impone en otras playas.
Es un pueblo pintoresco, que ofrece
al veraneante todo género de comodidades, por el agradable trato de sus
moradores, la limpieza y desahogo de sus casas, lo bien surtido de su mercado
y, sobre todo, por lo económicamente que allí puede hacerse la vida.
Santurce es una de las playas
escogidas por los verdaderos bañistas, para quienes el principal y único objeto
es cultivar la hidroterapia. También al hablar de este pintoresco rincón de la
costa Cantábrica es preciso recordar a los pescadores que forman la mayor
cantidad de la población.
Ahora en verano cuando se ve por
doquiera más que fiestas, regocijos, alegrías, no se puede comprender cuántas
trágicas escenas presenciarán aquellas playas en invierno, cuando las
tempestades se suceden sin interrupción, cuando las frágiles barquillas van
danzando sobre las olas, suspensas entre el cielo y los abismos.
Santurce ahora, como todas las
playas del Norte, se llena entonces de mortales angustias. En las casas laten
los corazones de las infelices mujeres que aguardan a sus maridos, a sus hijos,
hermanos, novios lanzados en busca del pan de cada día sobre los mares enfurecido.
Entonces el pueblo tan alegre esta época veraniega, extiéndese
un cielo triste, cubierto de negrura, no tan triste ni tan negro, sin embargo,
como el alma de sus habitantes, Pero hay que luchar, que ganarse la vida, y
todos los días salen de Portugalete embarcaciones que Dios sabe si volverán. (Nuevo
Mundo, 25 agosto 1897)
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
domingo, 24 de agosto de 2025
ROBOS DE
RELOJES- CURIOSIDADES DE 1891
Teniendo en cuenta los datos aportados por la policía, en estas fiestas los rateros se apoderaron principalmente
de carteras y teléfonos móviles. En al
año 1891 las personas carecían de lo uno y de lo otro, y los más tenían un
reloj como un bien de lujo. Por ello y porque los amigos de lo ajeno siempre
han existido, recojo esta curiosa noticia publicada en el periódico El Nervión,
16 febrero 1891
Ayer a, cosa de las seis de la
tarde, se hallaban bebiendo vino en una taberna de la calle de Miravilla cuatro
o cinco operarios de la fábrica «La Vizcaya» cuando acertaron a entrar en el
establecimiento otros cinco sujetos, uno de los cuales sustrajo a un operario
de «La Vizcaya el reloj. Evaristo García, operario también de «La Vizcaya,» que
vio la maniobra del ratero dirigiéndose al robado te dijo:
Este te ha quitado el reloj.
Al verse descubierto, el que
sustrajo el reloj sacó un chuchillo y con el hirió al Evaristo causándole una
herida que le fue curada por los médicos del Hospital civil, quedando después
el herido en el Cuart0 de Socorro, en vista de su mal estado. El agresor que se
llama Jerónimo Trueba fue detenido por la guardia municipal y puesto a
disposición del juzgado de instrucción.
Ayer mañana robaron un reloj en la Plaza del
Mercado a un empleado de la fábrica de dinamita de Zuazo, siendo detenidos los
autores del robo.
Hoy han robado otro reloj a un convecino
nuestro, junto al puente de San Francisco. El robado que advirtió que le
quitaban el reloj echó mano al ratero, pero éste pudo desasirse y se dio a la fuga.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales