GENTILICIO PORTUGALUJA/O 2ª PARTE
A cuenta del gentilicio Portugaluja/o, mi más que
amigo Emilín me recordaba días atrás otra historia que en su día le conté sobre
el origen de dicho gentilicio. Fue un día rodeados de amigos en una
tertulia amena acompañada de muchas risas y bromas, y donde cada uno de los presentes íbamos
desgranando lo más grande, pero con la condición de ser lo más cierto posible.
Sucedía, que en aquellos días uno andaba poniendo en valor el origen de mis ancestros de
Santurtzi y más en concreto del barrio de Mamariga, y como soporte a mis
argumentos, aportaba el dato de las propiedades de María Concepción Castillo
Ostria, mi bisabuela, a la que para realizar la carretera del fuerte Serantes la
expropiaron sus viñedos. Añadiendo a lo anterior la antigüedad de mi apellido
Gutiérrez en dicho barrio. Apellido que alguno de los presentes lo encajó como
uno más de los conocidos apellidos gallegos.
Y aquí derivó mi cuento relato. “Antes de que
en el año 1531 se fundara en Méjico el Reino de la Nueva Galicia, otros
gallegos navegando por el Cantábrico, alguno de ellos de apellido Gutiérrez
ante un fuerte viento huracanado naufragaron en los arrecifes de la costa de Santurtzi.
Los náufragos supervivientes, monte arriba y a falta de un Castro buscaron refugio junto a la cueva
del Ermitaño, y en recuerdo de su pueblo de procedencia y al monte donde
encontraron cobijo lo llamaron también Sarantes (Serantes). Tiempo después en las cercanías
construirían una ermita.
Aquí, al igual que en su Serantes natal vieron
un terreno adecuado para la plantación de viñedos, idénticos terrenos a los que
desde su atalaya divisaban a una escasa legua de distancia y que no eran otros
que los terrenos hoy conocidos como La Florida y Abatxolo.
Usando las técnicas que ellos también conocían,
al cabo de varios años tenían una producción vinícola muy importante, casi
idéntica a la alcanzada en los terrenos a su vista y que pertenecían a la villa
de Portugalete, amo y señor de todo comercio, y que los colonos habían copiado
de los náufragos.
Pero con la diferencia de los productores de
Portugalete, aquellos residentes en el monte Serantes con los hollejos
de uva comenzaron a producir los orujos y aguardientes, bebida que tanto valor aportaba
a la hora de afrontar la faena de la pesca de sardinas a los pescadores de Santurce.
Y si con el vino no hubo problema, sin embargo,
cuando el orujo se quiso comercializar, la villa de Portugalete usó todos los
recursos a su alcance para que su venta fuera de su exclusividad. Poder de la
Villa. Y de aquellos pleitos, recursos y demandas, de tanto repetir orujo de
Portugalete, orujo de Portugalete, Portugalete orujo, bien pudo derivar el
gentilicio Portugalujo.”
Mas que
nada por marear la perdiz.
Otros pleitos con el vino como causa: Habría que remontarse al mes de marzo de 1865 para conocer el origen de los intencionados conflictos jurisdiccionales entre Santurtzi y Portugalete, y que tuvieron como excusa y protagonistas la venta de unos “pellejos de vino”. Resueltos con diferente resultado, uno de ellos tuvo lugar en la Chicharra y el otro en el antuzano de la Casa Torre del Coronel. El primero solucionado con la anexión del barrio de la Chicharra al pueblo de Santurce el 1 julio de 1866, el segundo pleito, resuelto posteriormente en favor de la villa de Portugalete
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales
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