VAPOR SERANTES AGOSTO 1918
A lo largo de la historia varios
han sido los barcos que han navegado con el nombre de Serantes, del
primero de ellos, y una vez más agradecer a Juan María Martín Recalde el aporte
de los siguientes datos, fue:
El bergantín Serantes que bajo
la dirección del constructor Julián de Unzueta se construyó en el astillero de
Olaveaga y se botó en la Ría el 27 de marzo de 1850. Sus armadores fueron los Sres.
Ybarra Mier y Cía., D. José Balparda vecino de Bilbao, D. Andrés Francisco de
Elorriaga y D. José Olabarri, vecinos de Portugalete, Dª Pascuala Gorrondona,
viuda de Arrarte, vecina de Santurce y D. Santiago María de Barna, vecino de
Bilbao. Eran sus medidas en pies de Burgos: De eslora 92, manga de construcción
24, manga de arqueo 22 y medio, puntal desde el plan de la bodega a la cubierta
14 y medio y toneladas de arqueo 180.
Tiempo después, en el año 1891, la Compañía Naviera
Vascongada se hace propietaria del vapor Serantes que tenía las
siguientes características: De eslora
86,34 metros, manga 11,36 metros, puntal 6,12 metros, carga máxima, 3.000
toneladas y la fuerza de su máquina era de 201 caballos.
De su hundimiento el periódico el Liberal 16
de julio de 1918 publicaba la siguiente noticia. El ''Serantes” hundido
—Oficialmente se ha dicho hoy en el ministerio de estado que el vapor
“Serantes”, de 3.100 toneladas, con cargamento de 10.200 barriles de petróleo
para España, ha sido hundido en la bahía de Nueva York a causa de haberse
declarado un violento incendio en el cargamento. Dicho buque pertenecía a la
Compañía de Navegación, de que es gerente el señor Félix de Abásolo, de Bilbao.
El ”Serantes” fue requisado por
el Gobierno español para traer azúcar desde la Habana al puerto de Santander.
Hará unos quince días se rectificó esta orden disponiendo que el buque se
abarrotase de petróleo, y el Sr. Abásalo, según se decía esta tarde en el
Congreso, visitó al director de Comercio, Sr. Cantos, para exponerle el peligro
que suponía el transporte de petróleo en un buque que, por carecer de tanques,
era inadecuado para este servicio. El Sr. Cantos consideró que la citada
mercancía podía ser embarcada sin peligro alguno, conduciendo el petróleo en
barriles.
Días después del hundimiento del vapor Serantes,
algunos medios periodísticos avanzaron la noticia de que había sido torpedeado,
la cual fue desmentida por las autoridades españolas.
Los tripulantes del vapor que perdieron la vida en la bahía de Nueva York fueron: Domingo González, Manuel Turrón y Vicente Cano. Ese año de 1883, la Compañía Naviera Vascongada además del naufragio del vapor Serantes sumaría la de los vapores Carasa y Cristina, y en los tres hubo que lamentar marineros fallecidos.
La Acción, 30 de setiembre de 1918Posteriormente hubo otro vapor con el nombre de Serantes, cuya imagen encabeza el artículo.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
El director de Comercio, Sr. Cantos me recuerda a algún personaje, mucho más actual, que en tiempos del naufragio del Prestige tomó la decisión de mandar a dicho buque lo más lejos posible de su querida Galicia y que se hundiera muy abajo para que así el petroleo volviera a la tierra de donde salió.
ResponderEliminar