NAUFRAGIO BERGANTÍN DILIGENTE y DEL
MÍSTICO ÁNGEL CUSTODIO DICIEMBRE 1847
A las cuatro y media de la tarde
del 6 de diciembre de 1847 se presentó a la vista del puerto el bergantín
nombrado Diligente, que procedente de la Guaira, venía con cargamento de
cacao para el señor Uriguen del comercio de Bilbao. Conociendo sin duda su
capitán, la noche terrible que se acercaba, y que su pérdida era inevitable si
quedaba fuera, se decidió a las seis y media de la noche a pasar la barra, a pesar
de la poca esperanza que de conseguirlo debía quedarle, puesto que habiendo
sido la pleamar aquel día a las tres había bajado mucha agua a aquella hora.
En efecto, contrariado el buque
por las corrientes y el estado horroroso del mar, fue a estrellarse a las peñas
entre Portugalete y Santurce en donde se hizo pedazos, habiéndose salvado con
grandes trabajos la tripulación, por medio de cuerdas y oídos auxilios que
desde tierra les suministraron. Parte del cargamento arrojado por la mar ha
podido recogerse, aunque en mal estado. Tanto este como el buque estaban
asegurados por la compañía de esa corte denominada la Alianza.
La misma noche un místico, (buque de vela de dos o tres palos) cargado de sal procedente de Isla de León, en Cádiz y que se dirigía a Limpias fue arrojado por el temporal a las peñas de Ciérbana (entre Castro y Santurce) |en donde fue abandonado por su tripulación compuesta de diez hombres que se embarcaron en un bote, que arrastrado hacia esta barra, zozobró antes de llegar ella, pereciendo todos, excepto uno de nombre Francismo Grima que por una milagrosa casualidad nadando y ayudado sin duda por el empuje del mar vino hasta Portugalete, en donde pudo agarrarse a una cadena de un bergantín inglés que allí se encontraba anclado, consiguiendo ser auxiliado y salvado. El Español, 14 de diciembre 1847
Días posteriores al naufragio fueron apareciendo cadáveres en los arenales de Guecho.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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