sábado, 13 de septiembre de 2025

 

CONFLICTOS EN EL ABRA, ABRIL 1884



La intención de establecer por parte de la comandancia de Marina de Bilbao la orden del ministerio de marina español el turno del servicio de prácticos partir del 1 de abril de 1884, hecho que rompía lo que hasta esa fecha había sido el libre lemanaje de la ría, creó una serie de conflictos entre las cofradías de Ciérbana, Santurce, Portugalete, Algorta. Las primeras consecuencias fueron publicadas de la siguiente manera:

El martes fueron varias las reyertas y colisiones que ocurrieron en Santurce y Portugalete, llegando el caso de faltar muy poco para que hasta padres e hijos vinieron a las manos. A estas noticias del Irurac-bat, añade El Norte, que en Santurce fueron presos unos 14 individuos, y que en la única lancha prácticos turnistas que salió aquel día iban estos sin lancheros ni marineros de las cofradías, lo cual llamó no poco la atención.

Entretanto, la Junta de comerciantes, navieros y capitanes celebrada últimamente acordó pedir a la agricultura, industria y comercio que convoque un meeting para tartar pública y ampliamente el asunto del practicaje. El Liberal, 5 de abril de 1884 y también en la prensa: El Siglo Futuro, La Correspondencia, La Fe y La República, el 4 de abril de 1884.


El Liberal, 5-4-1884
La República, 4-4-1884

El resultado de posteriores reuniones para calmar los ánimos fue publicado en EL Liberal, 15 de abril de 1884:

Una de las cuestiones tratadas en la reunión de comerciantes, navieros y marineros mercantes celebrada en Bilbao, ha sido la libertad de practicaje, que en realidad fue el motivo de la reunión, aunque luego fueron en ella tratados otros puntos Importantes.

Aunque no hubiera otras razones con que apoyar la separación de la marina mercante del ministerio de Marina, bastarían las trabas que este impone con reglamentaciones absurdas, para justificar la reforma.

No hace mucho que los prácticos mismos de Bilbao reclamaban con insistencia que se les permitiese hacer el practicaje en las embarcaciones que tuviesen por conveniente, protestando contra la obligación que se los imponía de hacerle en lanchas abiertas, exigencia que no tiene ni puede tener otro fundamento que el capricho, pero que tiene todo el carácter de antihumanitaria por las frecuentes desgracias que tal procedimiento motiva

Hoy el comercio, los navieros, y los marinos mercantes, reclaman contra el turno de prácticos, y piden la libertad de practicaje, para lo cual la reunión de Bilbao aprobó la exposición que se dirige al ministerio de Marina, como fue aprobada también por prácticos do la cofradía de Santurce que á la reunión asistían, cofradía que por su parte eleva también otra exposición en el mismo sentido.

El comercio, los navieros, los marinos mercantes, los prácticos están de acuerdo para pedir la libertad de practicaje.



Los navieros y los marinos mercantes no pueden tener en efecto sino gran interés en que el práctico salga hasta la distancia que crea conveniente, no ya solo para tal buque determinado que se halle a la vista, sino en busca de buques a que ofrecer el lemanaje. ¿Qué pierden en esto los prácticos?

Con el turno de practicaje ha de suceder frecuentemente que mientras el práctico de turno se halla ocupada en meter un buque en la ría, y mientras otro practico se disponga a salir para otro buque, ya este se bailará cerca de la barra. En un puerto que ha tomado tanto movimiento como el de Bilbao, ocurrirá este caso con harta frecuencia.

En puertos de poco movimiento, el turno no tendría estos inconvenientes, pero siempre tendría el muy grave de llevar la intervención del gobierno a loque debe estar fuera de ella.

En puertos de la importancia del de Bilbao, tiene además el inconveniente do que se haga el servicio con perjuicio de los buques que llegan a tomar puerto.

El servicio de prácticos se ha hecho para los buques y no estos para aquellos; y es el mayor de los absurdos sujetar a los buques que se dirigen a tomar puerto a todos los embarazos y las dilaciones y los peligros que estas pueden ocasionar, que traen necesariamente consigo un servicio de tal manera intervenido y reglamentado, Cuantas veces ha de ocurrir que el práctico, con el sistema actual llegue en Bilbao al buque cuando este se halle ya no sólo dentro del abra, sino próximo   la barra, no hay para qué decirlo.

¿Por qué los prácticos no han de poder salir de puntas   la distancia que crean oportuna, a ofrecer sus servicios? La competencia, se dirá, llevará   arriesgarse más de lo conveniente en días de temporal.

Pues precisamente en esos días han de necesitar más el servicio de práctico los buques que se acerquen a tomar el abra. Por otra parte, no se ve que en las costas de Inglaterra produzca aquellos inconvenientes el que los prácticos salgan no solo a tomar un buque determinado, sino en busca de buques, a la distancia que quieran.

Pero lo más absurdo del caso es que la misma autoridad que ha obligado a los prácticos de Bilbao a hacer el lemanaje en lanchas abiertas, a pesar de las enérgicas reclamaciones de las cofradías de Portugalete y Santurce, tome tanto interés por la comodidad de los prácticos, imponiendo el turno, y dejando a un lado no ya la comodidad, sino la necesidad de los buques que han de recibir el servicio.

Todo por el afán de reglamentar, que tantos perjuicios ha traído y trae aún en nuestro país. No hacemos hoy, sino indicar el asunto que nos proponemos tratar con más extensión en su día, por lo mucho que interesa a todos los puertos en general y al de Bilbao en particular.

https://www.practicosdepuerto.es/es/libros/cap%C3%ADtulo-primero-desde-la-antig%C3%BCedad-hasta-finales-del-siglo-xix

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

 

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